55. REFLEJO
Absorta en mis pensamientos, caminando por esta senda que tantas veces había recorrido desde mi viudedad, un día, después de varios meses compadeciéndome, decidí dar un giro a mi vida a través de paseos, salían gratis y me reconfortaban, por lo que se fueron alargando en el tiempo y se convirtió en esta rutina. De eso hace ya cinco años.
Ayer, la tarde era gris, pero yo llevaba mi pequeño chubasquero y no temía nada, así que con paso firme salí, a la media hora empezó una pequeña lluvia, aceleré el paso, buscando refugio y al levantar la vista hacia los huecos de la montaña, donde se suponía que nada más que habría lagartijas, vi esa extraña figura, miré a mi alrededor y vi que estaba completamente sola, perdida entre agua, relámpagos y truenos. La figura era monstruosa, negra, con ojos saltones, pezuñas en vez de manos, llena de pelos largos y enmarañados, venía hacía mí, según avanzaba la veía crecer, mis nerviosismo aumentó, no andaba, parecía volar y allí estaba frente a mí. Me desmallé.
Al despertar, vi que estaba en la puerta de la cueva, hacia sol y estaba feliz. No había rastro de esa extraña figura.
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Esos reflejos de los que nos hablas aquí, a veces nos hacen poner en dudas qué es la realidad, o en dónde acaba la ficción.
Mucha suerte.
Creo que con el tiempo perdemos conciencia sobre lo que somos y cuando nos redescubrimos nos asustamos de nosotros mismo. Un relato con mucha profundidad, hay que leerlo muy detenidamente para degustarlo. Hemos coincidido en la mención a las lagartijas, en mi relato he querido darle un protagonismo sutil, pero parece que no se ha entendido su importancia dentro de la historia que cuento. Suerte.
Saludos.
No se si lo interpreto bien, ¿el título hace referencia a su reflejo? ¿Es ella misma y no se reconoce?
No se si acierto con tu intención, pero mi visión me deja inquieta y dándole vueltas a tu historia.
Pues esta vez mi costumbre de leer primero el relato y después del título me ha dejado muy buen sabor de boca, porque al final creo que he encajado piezas para darle mayor sentido a tu historia. Un relato que juega al despiste pero que sobre todo inquieta. Mucha suerte 🙂