102. Reinando al fin
Una semana antes de carnaval. Cinco campanadas. Cuando el reloj de pared habló por sexta vez, el viejo profesor levantó la vista del periódico y, escoltando en tal firme decisión al resto de su cuerpo, sus piernas pusieron rumbo a su habitación. Tenía que prepararse. La asistencia de la crème de la crème del mundo universitario estaba asegurada, según se desprendía de la carta que solicitaba su personación en el acto que se celebraba aquel atardecer.
—Hoy se jubila un gran hombre. No tuvo inconveniente en vestirse de payaso para costearse la carrera. Así consiguió enfundarse otro disfraz: un birrete con su toga que ha paseado con honor por las aulas de nuestra universidad. ¡Demos la bienvenida a nuestro arlequín, Sandalio Pajarín, del saber ferviente paladín!
—Gracias, amigos. ¿Por qué me miráis así? ¿Pensabais que colgaría la toga para llevar una vida triste de pipa, zapatillas y batín? Estáis muy equivocados. Yo, Sandalio Pajarín, voy a cumplir mi gran deseo… ¡ser una drag queen! —anunció el viejo catedrático, encaramado en unas plataformas de vértigo, embutido en un modelito de diseño años ochenta y luciendo, satisfecho, una amplia sonrisa de carmín.
Marta que gamberrilla, vistiendo al catedrático de drag queen!! asi que el pobre ha estado toda la vida con careta seria y ahora se desmadra.
Una cosa ¿por qué no has rizado el rizo rimando también el principio del relato?
Besotes
Je, je… di que sí!!! Ahora que llega el carnaval hay que desmelenarse un poco!!!
Sí que pensé en utilizar la rima desde el principio, pero quedaba un ritmo demasiado machacón, así, parece que es algo serio y luego, conforme avanza el cuento, la rima le da un ritomo diferente y anuncia ya un final que no se preveía… esa era la intención al menos.
A ver si voy sacando tiempo para pasarme más por aquí, que llevo una temporadita que pa qué!!!
gracias por pasarte, María!!!
Muxussss
Marta
Marta, original y divertido. Don Sandalio tenía las ideas claras y la autenticidad por bandera. Me ha gustado. Abrazos.
Muchas gracias, Salvador!
Auténtico, aunque sea al final de su carrera y casi de su vida, pero aunténtico… al fin!!!
Gracias por el comentario!!!
Un abrazo
Marta
Marta, muy divertido tu relato. Nunca es tarde para cumplir deseos y siempre es bueno sorprender si no hay mal por medio.
Suerte y abrazos
Gracias mil, María Elena!!!
Efectivamente, ésa era la idea… «nunca es tarde si la dicha es buena».
Suerte también para ti y un fuerte abrazo
Marta
El mejor momento para que los deseos sin demora se cumplan. No hay que perder el tiempo para desmelenarse.
Gracias por el comentario, Andrea!
Esperemos no llegar a la jubilación para desmelenarnos, sobre todo porque cada vez va a estar en una galaxia muy muy muy lejanaaaaaaa!!
Encantada de saludarte y gracias otra vez!!
Un abrazo
Marta
Gracias, Anita!!!
Cuánto tiempo sin leernos, eh???
Me has aportado una idea nueva que yo no había previsto: la relación entre el nombre de él (Sandalio) con los zapatones… je, je… no lo había hecho queriendo!!! Es que el apellido es de un personaje real de mi pueblo y el nombre me pareció más divertido cambiarlo a éste.
Muy buen apunte!!!
Muxutxus para ti!!!
Marta
En la edad dorada muchos hacen cosas que odian. Al menos este tipo hace lo que siempre quiso hacer y no pudo. Muy divertido.
Un saludo
JM
Muchas gracias por tu comentario, Juan M.!
Esa es la idea sí, aunque sea tarde, pero conseguir lo que uno quiere. Me ha gustado lo de la «edad dorada».
Un abrazo
Marta
Sarcástico e inteligente relato. Muy bueno.
Gracias mil, María Jesús!
Me alegro de que te haya gustado, quería darle un aire un poco más «irreverente» al tema propuesto.
Un abrazo
Marta
Buenooo, ese tal Sandalio se soltó la melena para disfrutar de sus últimos años sin máscaras.
Muy bueno, Marta. Y qué decir del nombre 😉
Muxus!!!!
A que sí??? Es que encontré ese nombre en un padrón antiguo aquí, en el archivo y, por otro lado, el apellido de un maestro que tuvo una vida de lo más peregrina el pobre. Y junté a ambos… así queda más «simpático».
Eskerrik asko, Inés!!
Muxusss!!
Bueno y divertido. Nunca es tarde para realizar deseos reprimidos.
Muchas gracias, María!
Eso, es, nunca es tarde… yo también ando últimamente tarde presentándome al concurso, je, je… pero más vale tarde…
Un abrazo!!!
Muy divertido, me ha hecho gracia la imagen del catedrático cono drag queen.
Suerte
Besitos