84. Reiniciar sistema
Va a ser un niño. No te salgas de la rayita. ¡Coge el lápiz con la derecha! Venga, la tabla del quince. Hijo, tu deber es ayudarme y después heredarás la empresa…
Su padre era de hacer números, y su madre una mujer práctica, pero a él le picaba un no sé qué. Accedió a casi todo a regañadientes: Licenciado en Ciencias Inexactas, Forense en el Mar Muerto, Perito de Conferencia, Cirujano Plástico Reciclado, y Doctor en Filosofía Macrobiótica, Posología Cuántica y Obstetricia Robótica por la Universidad de Magaluz.
Ésta misma tarde ha leído un responso para la misa del funeral de su padre y, ya en la cama, el sueño le abordará con una sonrisa. Todos los asistentes le han felicitado, han llorado, reído, se han emocionado y sus almas han volado lejos tras oír el discurso que él mismo ha escrito. Ahora abre un instante los ojos, se cuestiona si debía estar así de alegre en un día como ese, y de un respingo se levanta a sacar del armario todos sus viejos cuadernos. En ellos aguardan millones de historias por empezar.
Sin duda tiene un currículo brillante y variado este hombre, pero me da a mí que esos viejos cuadernos van a ser su mayor éxito a poco que los rellene con historias como esta.
Un saludo, Alberto, y felices fiestas.
Que acierto el título. Si que le hace falta, si, tras toda una vida esperando.
Bravo !!. Hay quien se pasa toda una vida esquivando los números por los diferentes itinerarios educativos y se refugia en las letras. Otros, como tu protagonista, también las sienten. La historia que subyace acerca de la relación paterno-filial crea un gran marco para este todo. Mucha suerte 🙂