89 – Repicando palmas -Calamanda Nevado-
Nos entendemos. Vamos a nuestro antojo y me comprende. Sabe que me gusta llegar al final del embarcadero, sentarme en los tablones, asomar los pies desnudos y mover el culo. Entonces se frota contra mí, me adormilo y al despertarme aún jadea. Después me trata como una niña; quiere besarme, deslizar su mano debajo de mi falda para hacerme reír, y avisar con voz acelerada si viene alguien. Nos llevamos bien el aire.
Soñaba con una lámpara rosa y unos geranios blancos, y con cara inocente me hizo entrar en el comedor y subirme al balcón. Ahí estaban las macetas, agigantadas por las sombras rosas de la lámpara, y el vértigo.
Cuando se levante de siesta, al anochecer, nos divertiremos en la bahía; es su cumpleaños. Lo celebra por primera vez. No quiere que le regale, pero voy a darle una foto de mis pies con el mar de suelo; se correrá. También le cantaré cumpleaños feliz en caló y echaremos un baile gitano. Dará varazos para escribir dentro de un corazón grande su nombre y el mío en mi espalda; terminaremos tumbándonos en la arena.
Pasaros; y si rebuznáis, miráis, limpiáis, tocáis el tambor, o jadeáis; será flipante.
¡Miroooness!
Hola, Cala.
Una pareja que se entiende y se ‘lleva bien el aire’. Aunque, a mí, él me parece algo turbio, fíjate si soy mal pensada.
Un abrazo grande y suertísima.
Calamanda,
Leerte hizo sonreír.
Celebrar es vivir, no importa el regalo, sino quien lo da.
Abrazos redondos.
Hola otra vez, Calamanda. Encantado de leerte de nuevo.
Para mi vergüenza, debo reconocer que mi sentido de la ignorancia me dice claramente que me pierdo mucho matiz en tu relato. Sin embargo, las sensaciones que me calan son como las de viejos recuerdos propios, recuerdos agradables de veranos cálidos y pícaros, quizás recuerdos imaginados que, por pura envidia, hago míos.
Calamanda… tú sí que manejas con destreza el lenguaje de los sentimientos y de la estética… dinámico, sensitivo, sensual… me ha hecho sonreír… es alegre y vital.
Mucha suerte y enhorabuena!!!
Un fuerte abrazo
Marta
towanda, sí, malote es; Camilo, celebrarr es vivir; así es; Expósito, has captado sensaciones preciosas y picaras. Marta, me alegro haberte hecho sonreír.
Gracias a todos y abrazos.
Hola, Calamanda. Un relato con mucha fuerza, a la vez que espontáneo y directo. Los protagonistas se entienden a su manera en esa particular relación. Y nadie se debe meter en eso, que siempre hay gente dada a hacerlo. Me ha gustado tanto que casi acabo yo también de palmera, bailando y cantando.
Enhorabuena, guapa, por tu genialidad y originalidad.
Muchos besos.