97. RESET (Jesús Alcañiz)
Su mujer entreabre los ojos, le dice buenos días, Juan, y retoma el sueño, confundida. En la foto de la boda, sobre la cómoda, no se reconoce, tan calvo. En la cocina, el caniche le gruñe como a un intruso y se tira a morderle el pantalón del pijama. Se asoma a la cuna y la niña rompe a llorar como con un extraño. Desde el espejo del lavabo, Juan y él se miran sin entender nada. Vuelve a acostarse, a seguir durmiendo hasta mañana, que será otro día.
Un relato inquietante y perturbador en el que el título está muy bien escogido.
¡Suerte con él y bienvenido, Jesús!
Saludosss
Con tan pocas palabras y tan intenso. Gracias por compartirlo.
Muchas gracias a ti por tu comentario, me alegro de que te haya gustado.
Muchas gracias, Nuria. Pues no te digo el tuyo, una pasada.
Te quedas pensando que si no es Juan, ¿quien es el que está en el espejo? Te quedas intrigado, confundido, como la mujer. Misterioso y divertido. Mucha suerte Jesús.
Muchas gracias, la voy a necesitar, desde luego… ?
Hola Jesús!
Menudo estreno. Impactante. Imaginativo y unico, como tu. Me ha encantado. Enhorabuena! Que micro mas diferente y más bueno
Muchas gracias, Susana. Es la primera vez que me presento a una cosa de estas. No espero más premio que este, que os haya gustado, que ya es.
Misterioso e impactante relato Jesús
Enhorabuena
Una sucesión de escenas cotidianas, pero teñidas de extrañeza, que nos produce una sensación perturbadora. A mí me recuerda a aquellas historias de «La dimensión desconocida».
Buena apuesta. Un abrazo,
La noche todo lo envuelve como en un hálito enigmático. Puede que Juan se componga de dos individuos que hasta entonces nunca antes se habían desdoblado. Al fin y al cabo todos tenemos diferentes personalidades, que adaptamos según sean las circunstancias de cada momento. El caso es que, a menudo, lo que parece irresoluble, puede solucionarse cuando uno se acuesta y comienza un nuevo día. Como los equipos electrónicos, necesitamos reiniciarnos, pues qué otra cosa es, si no, el sueño. Pero ahí queda la intriga, bien transmitida con intensidad en este relato entre la realidad y el duermevela.
Un saludo, Jesús