118. RIESGOS LABORALES
En esta ocasión se había asegurado de que todo su equipamiento fuese auténtico, nada de imitaciones, no podía permitirse cometer ni un error más. Seguro que esta vez lo lograría.
Se duchó con cuidado para no saltarse su ritual. Fue vistiendo, una a una, todas las prendas que componían su atuendo. Solo así no olvidaría ninguna, que la última vez, por su mala cabeza, todo había sido un desastre y acabó en el hospital.
Se miró en el espejo confirmando que todo estaba en orden. Era el momento de demostrar de lo que era capaz. Se ajustó el cinturón sobre la camiseta azul y el slip rojo, después desplegó la capa, antes de comenzar su jornada laboral.
Hola Pilar.
En tu texto conviertes a cualquier trabajador en un superhéroe. Lo que por regla general es más que cierto. Un trabajador empeñado en la súper obra bien hecha. Está claro que habría que ampliar la normativa sobre riesgos laborales en el sentido de que recogiera este tipo de coyuntura. Existen un montonazo de superhéroes anónimos. El del relato quiere asegurarse el éxito a base de seguir un protocolo vistiendo una indumentaria auténtica. Cumplir una jornada laboral y salir vivo del empeño seguro que es toda una proeza. Me gusta tu propuesta y ese personaje idealista, quijotesco. Tiene su vis cómica pese a haber terminado, a veces en el hospital. Besos fuertes y admirados, reina del haiku y gran microrrelatista.
Eduardo, cuantas cosas tan chulas has dicho de mi relato. Me alegro que te haya gustado.
A ver cuando tenemos ocasión de compartir unos haiku.
Muchas gracias por tus maravillosos besos. Los míos muy apretados.
PILAR, que bueno, y sobre todo el final. suerte y saludos
Calamanda, cuanto agradezco tus palabras. Espero que te haya gustado esa sorpresa final.
Besos apretados.
Un Supermán con ropa de mala calidad, fuera de los estándares homologados de forma oficial, se convierte en un hombre corriente, nada destacable del resto, incapaz de ayudar a nadie, con el riesgo añadido de que puede incluso darse un batacazo de imprevisibles consecuencias. La seguridad ante todo.
Original y bien escrito.
Un abrazo grande y suerte, Pilar
Ángel, así es, hasta el mismísimo Superman, es más humano cuando se quita el traje. En una profesión de riesgo como la suya, lo mejor es que el traje sea el auténtico, siempre facilita el éxito, sin sobresaltos, hasta finalizar de su jornada laboral.
Muchas gracias por tu comentario.
Besos apretados.