19. ROJO Y BLANCO (Carmen Cano)
Se arrastra por la nieve campo a través. Al cojear, va marcando unas huellas irregulares. Lleva la pierna vendada y el dolor persiste.
Ha abandonado las trincheras, en donde ha visto el rostro gélido de la muerte. Una colina más y llegará a su destino. Solo anhela el refugio cálido del vientre abultado de la esposa.
Mientras el aire frío llena por primera vez los pulmones del niño, la bala en la nuca deja un rastro de sangre sobre el hielo.
Impactante tu micro. En pocas palabras resumes la tragedia del hombre herido que abandona las trincheras y llega hasta la nueva vida para perder la suya. Acertado título
Muy bueno, Carmen.
Besito virtual.
La sangre sobre la nieve deja un rastro demasiado fácil de seguir.
Un relato de contrastes, entre el deseo de vivir y las ganas de matar que tienen los hombres, entre una vida que termina de forma brusca y otra que comienza, entre la desazón y la esperanza, ese precario y difícil equilibrio en el que nos movemos todos como seres humanos.
Suerte con esta breve e intensa historia, que me ha recordado, por el título, el «Rojo y negro» de Sthendal.
Un abrazo y suerte, Carmen
Impresionante. Ni falta ni sobra nada. Tan impactante como las propias balas. Suerte, Carmen.
María Jesús, Ángel, muchas gracias por vuestros generosos comentarios.
El frío del micro no es solo el de la nieve y el hielo; también lo es el de la guerra y la muerte. Lo de Sthendal es una remota casualidad.
Abrazos.
Muchas gracias, Antonio, por detenerte en el relato y dejarme tu preciado comentario.
Un abrazo.
Tremendo y bien contado tu relato, Carmen. Mucha suerte, es muy bueno!!
Besicos muchos.
Muchísimas gracias por tus palabras, Nani.
Besos.
Muy buen micro, Carmen, en pocas líneas se genera suspenso y logra conmover, además la atmosfera de frio y tragedia se percibe y queda al final la impresión que no le sobra ni le falta. Me hizo recordar películas que he visto sobre la guerra civil de tu país. Muy bello dentro de lo trágico. saludos.
Muchas gracias, Luis Ignacio. El frío era el tema obligatorio en esta convocatoria.
Un abrazo.
Hola, Carmen.
No deja de sorprenderme cómo se puede contar una gran historia con tan pocas palabras. En este relato tú lo consigues. Todo funciona: la atmósfera, el clima, la tensión… Aunque te imaginas lo que antecede, te quedas con ganas de conocer los detalles. El final queda abierto y parece previsible, pero igualmente te gustaría que se aclarase, no obstante, siendo eso lo bueno de los finales abiertos, es que cada lector puede poner el suyo propio. Enhorabuena.
Un cálido abrazo.
Hola, Ángel. Es cierto que el relato es parco en detalles. Así me ha salido de sintético. En cuanto al final, yo lo veo como la simultaneidad del nacimiento del niño y el asesinato del padre, el soldado desertor; pero cada lector puede interpretarlo como desee.
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo, también cálido, para este frío.
Relato breve y conciso que es el extracto de una historia larga y compleja que cada lector puede imaginar y desarrollar.
Muy bien, Carmen. Que la suerte te acompañe, ya que no le quiso acompañar a tu soldado.
Abrazo.
Precisament per la indeterminació, el final obert, els detalls que creen una atmosfera però amaguen elements essencials, has aconseguit un microrelat universal.
No és un pare, una mare i un fill concrets, són milions de famílies destruïdes per la guerra, fills que mai coneixeran a son pare, mares vídues que sempre duran marcat al front l’estigma dels vençuts.
Tant fa si és “la nostra guerra» o qualsevol de les guerres que dessagnen el món perquè, des de la Ilíada fins avui totes les guerres són la mateixa guerra i acaben amb vídues i òrfens màrtirs, i cadàvers d’hòmens que seran devorats pels llops enmig del fred de l’hivern.
Muchas gracias por tu comentario, Isidro. Me alegra que le puedas imaginar otras escenas y detalles al relato.
Un abrazo.
Moltíssimes gràcies pel teu generós anàlisi, Joan Lluís. I sí, tens raó. Totes les guerres són la mateixa des de la gerra de Troia.
Una abraçada.
Tremendo micro, Carmen… un disparo al corazón del lector. Tan rojo como el calor de los brazos de la esposa y tan blanco como esa estepa nevada que lo separa del hogar por la que el soldado cojea… Y esos minutos finales donde ya le falta tan poco, donde está tan cerca y a la vez tan lejos de su esposa y su hijo por nacer, que nos dan tanta esperanza y que al último minuto la bala nos destroza… Parece mentira que de un micro tan breve pueda decirse tanto,una cosa por cada impresión…
Impactante, aunque también nos deje sangrando, en cierto modo…
Felicidades,amiga.
Cariños,
Mariángeles
Muchas gracias por todo lo que has sabido ver en un micro tan breve, Mariángeles.
Besos.
No se puede decir más con menos. Muy bien sintetizado. Un final contundente. Enhorabuena, Carmen. Mucha suerte.
Muchísimas gracias Aurora.
Besos.
Grande tu relato, Carmen. Una narración con gran ritmo y llena de poderosas imágenes. Menudo final. Enhorabuena y mucha suerte con él. Un abrazo.
Muchísimas gracias por tus palabras, Enrique. Valoro encarecidamente tu opinión.
Un abrazo.