Ronda 2 – Poltrona 14
Los participantes con el alias : LUTO– TELARAÑA– NICHO
deberán escribir un relato :
- El pecado de la pereza NO debe aparecer. Tema libre.
- Plazo : hasta el domingo 24 a las 23:59 hora peninsular de España
- Extensión: 123 palabras EXACTAS (título NO incluido)
- Con las palabras : runas y muestras de orina
Dejad vuestro relato en este enlace
Podéis votar en este otro
LUTO – ESTABA ESCRITO
El primer día que Laura se sentó a mi lado en clase de Biología me quedé embelesado con su halo de esoterismo y su porte de mujer prematura.
Mientras yo estudiaba con ahínco, ella se pasaba las horas jugando distraída con su pelo. Yo aprobaba a duras penas, Laura brillaba en todos los exámenes.
En el laboratorio, una simple mirada al microscopio le bastaba para hacer un diagnóstico certero. Entre extensiones de sangre y muestras de orina me enamoré de sus artes adivinatorias.
Anoche por fin me invitó a su cama y hoy he despertado deslumbrado por su espalda desnuda, surcada por símbolos milenarios.
Laura dice que son runas. Yo sé que es la historia de mi vida futura tatuada sobre su piel.
TELARAÑA – EL BEBEDIZO DEL DRUIDA
Desde su boda con Artai, sobre el acantilado, teniendo por testigo el mar, de nuevo, y ya iba para cinco intentos, la piedra “wunjo” había caído del revés sobre la muestra de orina que, Briana, anhelante, como las otras veces, había llevado a Quinn, el joven druida del poblado.
Quinn lo sospechaba. Aquellas inflamaciones en las carrilleras que de joven sufrió Artai y sus desmesurados testículos no eran buena señal.
─Mira Briana, mañana habrá luna llena. Baja a la playa y desnuda, deja que rompan en tu vientre siete olas. Luego ve tras las rocas de poniente y allí te daré un bebedizo.
Poco después la prueba de la “runa” dio positivo y los hijos de Briana y Artai poblaron la tierra galaica.
NICHO – CSI
El laboratorio parecía intacto, como si el tiempo se hubiera parado y solo crecieran las telarañas. Supuso que esos pequeños tubos polvorientos contenían muestras de orina y sangre. En las estanterías había diminutos cuerpos extraños conservados en lo que creía formol. Hacía décadas que nadie utilizaba ninguna de estas cosas.
Su compañero se negaba a entrar por la posibilidad de contaminarse, a pesar del traje reglamentario. Él mismo prefirió que se quedase fuera y no hiciese preguntas. No podía confesar que las runas le habían traído hasta aquí. Desde niño había soñado con este momento. Encontrar el viejo laboratorio de su desaparecido abuelo. Nunca pensó que él seguiría allí y en su mano cerrada la runa que faltaba en la caja que heredó.