Ronda 3 – Banquete 10
Los participantes con el alias : AUTOPSIA – DESTRIPADOR – MAUSOLEO
deberán escribir un relato :
- Cuyo tema central sea el pecado de la GULA
- Plazo : hasta el domingo 1 de octubre a las 23:59 hora peninsular de España
- Extensión: 150 palabras MÁXIMAS (título NO incluido)
- El TÍTULO debe contener una palabra de la lista 1 y además otra palabra de la lista 2. Admitimos singulares/plurales y cambios de género (femenino/masculino) de las palabras propuestas.
LISTA 1 : resaca – multiplicador – coleccionista
LISTA 2 : papel – estrellas – almas
Nota : El título puede tener más palabras (si queréis) usando siempre al menos una palabra de cada una de las dos listas e incorporando nuevas, por ejemplo serían válidos títulos como:
resaca de estrellas, el fabuloso multiplicador de papel pinocho, los coleccionista de almas ingenuas etc…
Dejad vuestro relato en este enlace
Podéis votar en este otro
AUTOPSIA – MULTIPLICADOR DE ALMAS HAMBRIENTAS.
En el internado, las monjas me enseñaron a comer de todo, menos lo que me apetecía. Aprendí a saciar apetitos carnales con alimento espiritual. Ignorar al deseo y digerir el fracaso. Cuando componía tu nombre con la sopa de letras se me atragantaba en la conciencia y me sorprendía la noche devorando padrenuestros. Pero en sueños, de nuevo mordisqueaba contigo la goma de nata y el capuchón del boli azul. El día que te acercaste en el recreo ofreciéndome sonrisa y tacto tragué la vergüenza y sonreí, pero estaba tan llena de miedos y prejuicios que no te pude probar.
Aquí sigo cuarenta años después sin resolver aquel hambre, sin fe, porque tú eras mi vocación, tu nombre sigue flotando en mi sopa y el deseo bajo mi hábito. Cada noche quito el disfraz de monja y ya mujer, te rezo entre las sábanas. Dios me salve María…
Pobre almita mariana, ahíta de prejuicios y vacía de amor…
Felicidades, AUTOPSIA .
Te saludo de lejitos (perdón, es que me da asquín el pseudónimo, jaja)
Mariángeles
Ummm… Autopsia, lo tuyo se las trae. Y cúantos recuerdos: esos bolis bic, esa goma, esa vergüenza infantil, esas monjitas adorables. Jopé, esto es casi terror puro y duro. Saludos y suerte.
¡Ay, cómo me suena eso de comer gomas, querida! Dime lo que comes, y te diré quién eres sin necesidad de hacerte la «autopsia». Buen micro.
DESTRIPADOR – Terapia de papel, resaca de estrellas
Tengo un problema: devoro todo lo que encuentro a mi paso. Igual rindo cuentas de un pato a la pequinesa que de un cochinillo segoviano. Íntegros. Peso doscientos veinte kilos.
Me he sometido a operaciones de reducción de estómago, sesiones de hipnotismo, agotadoras jornadas de ejercicio físico… Da igual. Lo último que me ha propuesto un psicólogo es que, cuando tenga hambre, me ponga a escribir.
Voy a intentarlo… ¿Cómo empiezo? Empieza por la «a», me dijo.
Arzak, Atrio, Azurmendi, ABaC, Akelarre, Annua… He disfrutado mucho. Una letra excelente.
Baluarte, Bon Amb, Bo.Tic, Bohío, Boroa… Con la «b» ha sido más difícil, pero tampoco está mal.
Casa Marcelo, Casa Marcial, Caelis, Celler, Coque… ¡Qué delicia! Aún se me hace la boca agua.
Jamás visité un restaurante con estrella, pero me encanta imaginarlo. No sé si llegaré a Zuberoa, tanto papel empieza a sentarme mal… No me caben más michelines.
MAUSOLEO – El coleccionista de estrellas Michelin y La Cocina del Alma.
Se pasó la infancia entre fogones, aprendiendo a cocinar con su abuela, una pionera de la gastronomía moderna que disfrutaba experimentando y combinando ingredientes. A él le encantaba probarlo todo. Así fue descubriendo nuevos sabores y educando su paladar, hasta que se convirtió en un gran cocinero y abrió La Cocina del Alma. Ahora las estrellas Michelin ya no caben en su currículum y los clientes pagan inmensas fortunas por sus platos: una experiencia mística, dicen. Él disfruta viéndoles comer, escuchando los orgasmos de placer que se producen en sus bocas. Un año tras otro, encabeza la lista de los mejores cocineros del mundo. Cuando en las entrevistas le preguntan cuál es su secreto, siempre dice lo mismo: cocinar con el alma, como le enseñó su abuela. Lo que nunca cuenta es que a cada plato le añade exactamente 21 gramos y lo que le cuesta conseguirlos.