107. ROSALÍA
Caminas por las sombras de las palmeras, se escucha el sonido del agua con la arena, a lo lejos ves el mar, el océano en toda su magnitud. Te sientas en la arenilla e imaginas a tu amada Rosalía caminar entre la espuma de las olas, con un vestido de gasa azul que se confunde con la transparencia del agua. La ves con un halo de luz y su pelo dorado jugando con el viento. Caminado hacia ti, en límite de tu imaginación.
Te toma de la mano y te lleva consigo con danza y canto de amor, a casarse en el fondo del océano donde nadie pueda separarlos, ni el humano ni Dios.
Abro estos comentarios, con una sensación muy relajada y agradable de tu romántica historia, contada con mucho lirismo.
Te deseo suerte, Rosaura.