75. RUMORES
El día de la tormenta, mi hermana se pasó la tarde asomada al balcón. Parecía esperar algo que no acababa de llegar. Yo nunca la había visto ir a la iglesia, pero a ratos la escuchaba repetir frases, como una letanía. Juraría que estaba rezando.
Cuando llegaron al pueblo las noticias del naufragio del único pesquero que había salido a faenar, se encerró en el dormitorio y dejó de comer. Durante días no hizo otra cosa que llorar y leer las cartas que guarda bajo llave en el cajón del armario. Nunca me responde si le pregunto, pero yo sé que son del chico que vivía en la casa del puerto, porque huelen a pescado y a bajamar. Igual que ella cuando regresaba de madrugada, subiendo los escalones de puntillas.
Yo creo que ya está mejor, ha recuperado el apetito y a veces incluso se ríe. Anoche dormimos juntas en su cama, como si todavía fuéramos pequeñas. Al amanecer me ha despertado un sonido saliendo de su tripa: sobre un chapoteo de olas rompiendo en la orilla, se escuchaba un canto de sirena huérfana.
Hola. Creo que es lo más bonito que he leído en mucho tiempo. Gracias!! 😉
Muchísimas gracias a ti, J. Ignacio. Me alegro mucho de que te guste.
El tiempo todo lo cura, qué remedio queda que seguir adelante. Tu protagonista, al dolor del amor que el mar le ha arrebatado y mantenía en secreto, se le une el de la palabrería que genera su abdomen abultado en un pueblo pequeño, de ahí esos «rumores», siempre maledicentes, del título. El que dirán es lo de menos, tiene a su hermana y a esa criatura, una niña que llora con canto de sirena.
Un relato que tiene muy buenos ingredientes: redacción impecable, psicología de los personajes bien descrita, conflicto y desenlace inesperado.
Un abrazo, Juana. Suerte
Asun, ruego me disculpes, te he cambiado el nombre. Se ve que mi cabeza pensaba ya leer a Juana mientras terminaba el comentario y, ya sabes, los hombres no sabemos hacer bien dos cosas a la vez. Otro abrazo
El amor duele mucho cuando se pierde, por el motivo que sea, pero como bien dices poco a poco se va sanando la herida que deja en el alma. Los rumores que caerán sobre ella no creo que le preocupen demasiado, ya ha pasado lo peor.
Muchas gracias por tu comentario, Ángel. Me alegro de que te guste, maestro.
Un beso.
Caray Asun, ¡¡¡ME ENCANTA!!!, este va de cabeza al libro casi seguro. Suerte.
Muchas gracias, Rufino. Pero calla, calla, que decir esas cosas da mal fario.
Un abrazo.
Preciosamente trágico. En cuatro pinceladas has dibujado un pueblo marinero con sus amores y sus miserias que hasta huele a salitre, me encanta. Un besote amiga
Y a mí me encanta tu comentario, Manuel. Me alegro mucho de haber conseguido plasmar lo que quería contar, una historia sencilla de amor y pérdidas.
Un besazo para ti.
He entrado a publicar mi relato y aprovecho para leer un poco. Aunque ya había comentado tu relato en facebook, aprovecho para decirte de nuevo que me gusta un montón. Mucho. Enhorabuena y suerte!!! Besitos.
Muchas gracias otra vez por aquí también, Salva. Muy contenta de que te haya gustado, ya sabes que me encanta tu estilo y valoro mucho tu opinión.
Besos, amigo.
Hola, Asun.
Qué bonito cuento. Una tormenta, dos hermanas, un naufragio y, lo mejor, un secreto…
Nos llevas muy cerca de tus personajes con esa narración tan fluida, tan blanca.
Un peazo relato con un final bien traído.
Besazos, guapa, y mucha suerte.
Guau, peazo de comentario el tuyo, Towanda. Estoy de suerte, con ver que os gusta mi historia ya me siento feliz. Por cierto, aprovecho que has venido a leerme para decirte que tu relato de esta convocatoria es una delicia, como todo lo que leo tuyo.
Muchas gracias. Besos también para ti.
Encantador relato. Te deja chapoteos, cantos y melancolías.
Besos.
Asun, una historia preciosa y bien narrada por la hermana de la protagonista. En tres partes y bien definidas, nos enteramos de ese amor, esa perdida y esa vida que llenará su existencia para siempre. Me ha gustado mucho, leerte a ha sido un acierto total. Gracias por el buen ratito.
Un besote y mucha suerte.
¡Qué alegría verte por aquí, Rosy! Me gusta que veas tan claramente las tres partes del micro, tres fases de los sentimientos de la protagonista.
Gracias a ti por leerme y comentar.
Besos.
A mí sí que se me ha perdido un acento en la e de perdida… o sea, pérdida. Para nada quería ofender a tu protagonista, que yo soy muy moderna, eh? Ja, ja, ja…
Otro beso.
Jajaja, no me había dado cuenta de que faltara esa tilde. Lo interpreté como pérdida (mi cabeza le puso la tilde para no agobiar más a la chica, que bastante ha sufrido ya).
Otro besito también para ti.
Hay tensión en esos rumores: el de la tormenta, el del mar embravecido, el de su voz suplicando que no ocurra lo que más teme; como haya poesía en ese dolor ante la muerte, e incluso en el olor a pescado, y magia en ese gratificante final, con esas aguas y ese bebé ambos llenos de connotaciones quiméricas.
Me parece una historia preciosa y, como es de esperar en ti, contada fantásticamente.
Enhorabuena y mucha suerte, Asun.
Un fuerte abrazo.
«hay poesía» quería decir*
Qué generoso por tu parte asignar a mi relato esas tres características: tensión, poesía y magia.
Muchas gracias por tu comentario, Enrique.
Un beso.
Que bonito, Asun. El final del relato que da comienzo a una nueva vida, el chapoteo (recuerdo sentir así mi barriga cuando estaba embarazada). Y esa sirena huérfana del naufragio.,. Mucha suerte porque las merece. Un abrazo!
Muchas gracias, Maca. Me alegro mucho de que te haya evocado situaciones felices de tu vida, como es la de una nueva vida.
Besos, paisana.
Precioso, Asun.
Un abrazo y suerte