78. S E L E N E (María Jesús Briones Arreba)
Me casé de rojo pasión: Vestido de seda grana; capa púrpura, labios de «rouge», ramo de claveles y
alianza de rubís.
Buscamos la miel de la luna cuando el astro mostraba su rostro de hogaza a medio cocer. Poco a poco, se volvió rojiza por la erótica que ofrecimos: Dos cuerpos consumiéndose por la lumbre del deseo sobre un campo de amapolas. El sabor dulzón de los pétalos se fijó en nuestras lenguas, descubriendo cada recoveco de la carne. Susurros y gemidos transformados en aullidos.
El faro lunar irradiaba sobre mi melena pelirroja, torbellino fogoso, crepitando en el tronco de mi compañero. Los cabellos se me desprendieron como hebras de una madeja apolillada hasta convertir las raíces en crin y mis extremidades en…
Entreabrí los carnosos labios . Mis colmillos desmesurados se clavaron en el cuello del hombre. Un líquido sanguinolento inundó mi boca, mientras él expiraba.
Envolví sus restos en la capa, Encajé mis rubís en aquel miembro, lo cubrí de amapolas y claveles y con un aúllo retumbante se lo ofrecí a Selene, guía de la manada.
Nota: Este relato, está fuera de concurso.
La pasión deriva en entrega total, la sumisión se vuelve absoluta, el acto carnal convertido en ofrenda, dominado por un rojo oscurecido que solo puede terminar en sangre.
Un relato sin concesiones, en el que todo tiene un precio y ha de haber una victima y un verdugo. La vehemencia como motor, en el escenario de la noche, genera monstruos y misterios.
Si no excede en el límite de palabras, podrías presentarlo a concurso, María Jesús, aunque eso es cosa tuya, claro.
Me alegra leerte por aquí, o donde se tercie.
Un abrazo
Tu texto consigue que el color rojo se meta por todos los sentidos. Mucha mérito es ese, mucho mérito. Una historia muy pasional. Suerte Mª Jesús.