54. S3R3ND1P14 (Juan Manuel Pérez Torres)
Tras un rato en la sala de espera, en la pantalla apareció por fin aquella rara combinación de letras y números del papelito (que intentaba descifrar sin éxito) que la máquina de recepción le había proporcionado. Se acercó a la puerta donde la esperaba el doctor.
– ¿Viene usted sola a la ecografía?¿Su marido no está?
– Sí doctor, vengo sola, mi marido está trabajando. Es mago ¿sabe? Hace muy buenos trucos y, a estas horas, está desaparecido.
– Ja, ja, ja, me gusta su buen humor.
– Gracias, a veces, como hoy, le hago de ayudante…
La distendida conversación se desarrollaba mientras la joven se colocaba en el potro y se dejaba poner el gel en el vientre.
– Precisamente ayer, quizá algo más tarde que ahora -continuó el doctor-, presencié un espectáculo de esos y el mago hizo desaparecer un naipe del mazo en mis propias manos…
Se hizo un silencio largo mientras el ginecólogo escrutaba la pantallita del ecógrafo.
– En fin, doctor… ¿se ve ya si es niño o niña?
– Pero… ¿Qué? ¿Perdone? ¡No es posible! ¿Es el as de corazones? Sí… ¡Esa era mi carta!
Un relato con mucho corazón, no se puede negar, como tampoco su originalidad y buen humor. El doctor quedó lógicamente sorprendido, seguro que la mujer del mago, todo un «as» en lo suyo, ya estará acostumbrada.
Un abrazo y suerte, Juan Manuel.