35. ¿SABES? AYER COMPRÉ MI PRIMERA NAVAJA (MODES LOBATO MARCOS)
«¡Rediós! »
Aún recuerdo tu dentadura postiza mordiendo exabruptos, cada vez que mamá te sugería abandonar ciertas costumbres.
Cabreado, entrabas en el baño y, aunque tus dedos parecían tocar un arpa invisible, insistías en afeitar con navaja los meandros de tu rostro para después refrescarlo con loción de lavanda.
Más tarde, ya vestido de domingo, tomabas mi mano y siguiendo un ritual sacrosanto salíamos a la calle.
Flor, la kiosquera, nos esperaba con cinco sobres de cromos. «Cuatro son pocos. Seis, demasiados «, decías al entregármelos.
Y, sin sentir el aleteo del tiempo, casi completamos el álbum.
Solo nos faltaba el cromo del futbolista estrella.
Una noche, desde tu cama, me dijiste: «Obedece a tu madre, pero sé tú mismo «.
Y te dormiste para siempre.
Semanas después fui al cementerio y puse el álbum sobre tu lápida. Entonces, una ráfaga de viento lo hizo bailar hasta abrirlo por la página de aquel cromo tan deseado.
En su lugar, yo había pegado la foto de mi auténtica estrella.
Tu foto, abuelo.
Hoy, diez años después, afeito por vez primera mi bozo.
Mientras lo hago, solo puedo reír y llorar al sentir en mis fosas nasales un dulce olor a lavanda.
¡¡Ay!! pero qué bonito Modes
Ese nieto, como todos los buenos nietos emulando a su abuelo.
¡¡Ay!! qué bonito.
Pero mira que eres bueno, rediós!
Un relato lleno de sensibilidad, con detalles de calidad que llaman la atención, como ese afeitado con navaja sobre los meandros del rostro. Una historia de amistad que va más allá del parentesco. No se puede pedir más que dejar en los demás el mejor de los recuerdos.
Ahí va mi abrazo y mi admiración, Modes
¡Jujui!, que relato más hermoso.
Un caluroso abrazo. Cuídate del frío.
¡¡Rediós!!
Qué bonito homenaje a un abuelo. Me has puesto la carne de gallina.
Los que hemos tenido la suerte de conocer a alguno de nuestros abuelos podemos entender este homenaje como propio.Sabemos que ese lazo emocional que se establece con ellos perdura para siempre, que son parte de nuestra formación y nuestros valores. El abuelo era el guía que nos narraba las historias familiares mientras le acompañábamos a coger caracoles o íbamos a la fuente,el que nos enseñaba los nombres de los árboles, que se ocupaba de nosotros agradecido de tener una segunda oportunidad. Lástima no haber puesto más atención.
Precioso, Modes. Te mando un beso como los de mi abuelo: húmedo y sonoro.
Muy bonito Modes, me ha llegado al alma, sobre todo porque era su abuelo.
Pero al final voy a tener razón en que el temita «My way» nos está poniendo un poquito tristoncillos.
Bueno Modes, buena noche y que tengas mucha suerte… en la vida, sobre todo.
Modes, que bello relato. Desde mi lugar de abuelo me siento identificado ya que mis nietas me lo hacen sentir.
Gracias maestro por tu sensibilidad.
Un abrazo y suerte.
Qué bueno. Cómo me ha gustado. Precioso. Qué bueno.
Un abrazo Modes.
Por cierto, ¿te había dicho ya que tu micro es muy bueno?
Qué manera de escribir. Qué relato tan hermoso, lleno de ternura, de verdades y de amor del bueno. Muchas gracias, Modes. Qué felicidad leer un texto tan bueno! Felicidades!!!
Amén.
Obra maestra.
Los abuelos. Algo especial muy bien tratado.
Abrazos
Tu abuelo debió de ser un ser excepcional, por la belleza de los relatos que te inspira.
Saludos Afectuosos
Muy bonito, Modes!! Te me estás volviendo blandito y mimoso, eso puede ser bueno y puede ser malo, el caso es que siempre sabes darle tu toque especial a lo que escribes, y no pasas desapercibido!!
Cuando quieras, te doy mi cromo estrella!!
Un saludo! 😉
Me ha emocionado.
(Precioso. Bonito. Tierno. Entrañable)
El cromo estrella…
Y luego se afeita por primera vez…
¡Muy bueno!
— por cierto, aprovecho para comentar que me gustó tu relato para la San Silvestre Salmantina (yo, como mínimo, lo habría seleccionado 😉
Un abrazo.
Carme.
Modes, cuantas veces, como en tu relato, nuestra manera de hacer las cosas viene dictada por la admiración hacia los que tenemos cerca. Suerte y saludos
Modes, muy bonito. Precioso homenaje a ese a abuelo tan entrañable que no se olvida.
Magnifico relato.
Precioso el homenaje, si lo es, y si no, igualmente bonita la historia que nos has dejado. Cómo duelen las ausencias, Modes. Y la única receta la tuya: recuerdos y sentir desde el cariño. Mucha suerte.
Una historia bonita y bien llevada, como esos abuelos que acompañan de a sus nietos al colegio, cogiéndoles de la mano, suavemente, pero transmitiendo al mismo tiempo calor y seguridad.
Saludos cordiales, Modes.
En este caso, seis aplausos no son demasiados.
Bellísimo. Evocador, emotivo, lleno de sentimiento que no se menciona por su nombre. Simplemente está allí. Enhorabuena y mucha suerte.
Maravilloso homenaje al abuelo que todos tuvimos y que cuando los abandonó nos dejó huérfanos de cariño pero ricos en recuerdos y vivencias. Precioso, precioso. Un abrazo.