62. Saldo positivo
Siempre que me han preguntado si he visto algún dragón o un ángel extraviado yo he respondido que no, aunque nadie sabe que solo he conocido a cuatro hombres buenos que no alcanzaron los treinta y a once mujeres que vendieron a su hijo por un precio razonable. En estos siglos he tenido todas las conversaciones posibles y he comprobado que ellos se muestran confiados si las brasas de una hoguera se reflejan en sus ojos. Ellas, sin embargo, se han ido alejando del fuego, cada vez huelen más a jabón y les encanta que les hable acerca de mi mapa de cicatrices: “ésta es de las cruzadas”, “la firma que me dejó la guillotina” o “de ahí brotaban mis alas”, les confieso ya sin temblor en mi voz.
La verdad es hoy la mejor de las mentiras. Ni siquiera sé ni por qué me esfuerzo en vestirme como ellos. Podría exhibirme tal y como soy. Pero esta tarde aún guardaré las formas, elegiré una camisa verde, pantalones vaqueros, unos zapatos del cuarenta y tres, el punto del parque hacia el que señalan todas las veletas; una madre que primero ría y luego dude.
Este relato me ha dejado felizmente boquiabierta y desconcertada.
Gracias, Edita, parece una buena manera de quedarse 🙂 un abrazo.
Un relato que, como poco, hace pensar. Lo he leído varias veces y en todas ellas he creído ver matices diferentes. El protagonista hace un balance de su vida, que ha sido larga, quizá tanto como el Hombre, aunque él no lo sea. Ha pasado por todo tipo de avatares a través de la historia, lo ha visto todo, ha conversado sobre todos los temas posibles. A través de las pistas que él mismo proporciona no termina de desvelar su identidad, pero ahí está el mérito del lector. No sé si yo tengo alguno y posiblemente meta la pata con la interpretación, pero voy a arriesgarme para identificar a su protagonista con el ángel caído, el mismo demonio que cobra tributo a los seres humanos de dudoso proceder. Ya me dirás si me he acercado o no.
Unas palabras que sobrecogen en un relato que no deja indiferente.
Un abrazo y suerte, Asier
Gracias por la lectura y el comentario tan detallado, Ángel. La idea era dejar la lectura abierta y que cada uno (incluido yo) pudiera completarla con su visión particular. Así que, si me lo permites, mantengo la duda en el aire, al menos como yo veo a ese ser mágico. Un abrazo.
El principio del relato me hace pensar en alguien inmortal por todo lo que ha vivido, pero el final me produce desasosiego y me deja con ganas de saber qué viene después de la risa de la madre, ¿un mordisco, quizás? . Muy bueno, Asier, un saludo.
Muchas gracias, Macarena, te dejo con la duda si me lo permites 😉 Un abrazo.
Asier, muy bueno el relato y el final; lo supera. Nos deja cavilando. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda, a cavilar entonces, así entre todos amortizamos el relato 😉 un abrazo.
Fantástico cuento, Asier. Tu ángel caído me ha hecho pensar en Rumpelstiltskin: aquel enano que se quedaba con el primer hijo de la doncella a la que concedía un don. Seguramente ella también rió primero, ante la propuesta, y dudó después, antes de aceptar.
Me gusta como vas dejando pistas sobre la posible identidad de tu personaje y, sobretodo, ese final insuperable.
Suerte y saludos,
Gracias, Anna, tus lecturas de mis cuentos suelen ser muy certeras y esta vez tampoco es una excepción. Un placer leer que me lees.
Me parece excepcional tu relato, Asier. Recorres una dura (pero sabia) radiografía del ser humano desde la perspectiva de un ser mágico y diabólico que no deja indiferente. Enhorabuena y un auténtico placer leerte, como siempre.
Muchas gracias, Alberto, me imagino que algo hay en el relato de mi visión del ser humano. Un placer también que te pases a leerme.
¿Tú que estás comiendo últimamente, Susaeta?
Pues, entre otras cosas, muchas lecturas que tú me recomiendas, meiga.
Caray…soy una influencer????
Me gusta que arriesgues, compi. Que nos dejes como lectores la libertad de completar tu relato, la imagen que nos hemos ido haciendo de este peculiar personaje, que cuanto menos, parece inmortal. ¡Enhorabuena y mucha suerte!
Gracias, Patricia, lo hago porque sé que los lectores son de fiar 😉 un beso grande.
Como lectora me quedo con un saldo más que positivo en sensaciones después de leer este relato que nos deja pensando, pensando y maravillados.
En papel lucirá aún más.
Gracias, Yolanda! Y a mí me dejas sonriendo, sonriendo y feliz con tu comentario. Un beso medio palentino, muack!
Ya te lo he dicho en varias ocasiones, pero no me importa repetírtelo: me parece un relato magistral. De mayor quiero ser como tú. ¡Enhorabuena!
Gracias, Salva, y yo como tú (dedito arriba) así que mejor nos cambiamos el sitio :))
Un abrazo!!
A riesgo de resfriarme, vengo por aquí a quitarme el sombrero. ¡Bravo, escritorazo! A mí me tienes conquistada.
Ayy no, otra loca!! Ponte el sombrero, haz el favor, y aprieta bien no te lo lleve el viento que a mí me vale con un saludo virtual 🙂
Muchas gracias por pasarte, Belén!
Un micro para ser releído, con gusto, con estupendo final.
Me ha gustado.
Y mágico sí que es.
Muchas gracias, Luisa, un gusto pasar el corte de tu relectura. Un abrazo.
Una historia muy buena que condensa humanidad. El final sorprende.
Buen invierno.
Muchas gracias, María, habrá que acercarse a la hoguera este invierno, se avecina frío. Un abrazo.
Lo he leído varias veces, intentado averiguar quién es tu protagonista, pero cada vez he llegado a conclusiones diferentes. Lo que me ha quedado claro es el ambiente de intriga y oscurantismo que lo rodea. Y que me ha encantado tu relato, Asier.
Mucha suerte.
Muchas gracias, Asun, la suerte es que os guste una apuesta tan complicada como esta. Un abrazo fuerte.
Aunque Anna me ha aclarado mucho las cosas, el micro sigue siendo fabuloso, tiene todos los ingredientes necesarios para meterse al lector en el bolsillo. Y lo ha hecho. Enhorabuena Asier!!
Abrzssss!!!
Muchas gracias, Juancho, de todas formas el relato es abierto, complétalo con lo que te evoque, es todo tuyo.
Un abrazo!
Es muy sugerente y bien escrito tu micro, Asier. Suerte y felicidades.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani, una suerte que os toméis un tiempo para leerlo y os guste, de verdad.
Un abrazo.
Tu protagonista me parece el diablo humanizado, que con su seducción va atrapando almas.
Y un tanto desesperanzado, ya que cada vez asusta menos en un mundo donde pasa desapercibido.
¡FELIZ AÑO 2018!
Hola, Isabel, tú le has puesto ese traje y parece que le queda bien. Desde luego hoy en día, como hace siglos, el mal campa a sus anchas por aquí. Un abrazo y feliz 2018.