07. SEMILLAS (Ángel Saiz Mora)
El motor de mi vida ha sido la certeza de que dejaré de existir, eso me hizo diferente. No encontraba sentido a actuar igual que la mayoría, ajeno a la caducidad, sin que algo de mí perdurase.
Una vida saludable exige sacrificios, como no trasnochar ni beber, algo que los amigos no entendían. A pesar de ser apuesto, de considerable estatura, con curiosos lóbulos en las orejas, separados y con forma de triángulo, mis relaciones sentimentales nunca tuvieron nada físico. Debía reservar el cuerpo para fines más trascendentes.
Visité muchas clínicas de distintos países. Mi estrategia requería extenderse, sembrar en mil terrenos.
Poco importa que ya no pueda hacer donaciones en bancos de esperma por la edad. Ahora que un apocalipsis acabará con toda vida en el planeta, quizá sea el único que me siento lleno de paz.
Solo un grupo va a sobrevivir al gigantesco meteorito. Jóvenes elegidos por su inteligencia y buena salud han partido hacia las bases establecidas en la Luna. Son la esperanza de la humanidad, según las imágenes que repiten los medios de comunicación, a modo de desesperado consuelo. Uno de ellos destaca por su altura, orejas con lóbulos separados y forma de triángulo.
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Empeñado en trascender durante toda su vida terminó consiguiéndolo. Es su leitmotiv. Extraño personaje que me hace considerar si tiene alguna importancia trascender en otros.
Da mucho en qué pensar.
Suerte Ángel.
Parece que somos los únicos seres de este mundo conscientes de que un día lo abandonaremos. Eso nos hace peculiares. Religiones y creencias tratan de darle un sentido a esa desaparición anunciada con la promesa de un más allá. Este personaje prefirió confiar en los cromosomas y en la genética. Posiblemente no haya padre o madre que no le guste que sus hijos se les parezcan, al menos físicamente.
Me alegra que esta pequeña historia te haya dejado un pequeño poso y hecho pensar.
Muchas gracias y un saludo, Rosa
Un micro tan estupendo como siempre, querido amigo. Y en el mundo futuro, que hoy ya se vislumbra, tu cuento es perfectamente posible. Así que, como serás uno de los elegidos…Que tengas un buen viaje. Un abrazo enorme y suerte.
Seguro que no, hay muchas personas mucho mejores que yo, pero igualmente agradezco tus palabras y tu lectura.
Ahí va otro abrazo grande y gracias de nuevo, Puri.
Hola Angel,
Muy buen relato , como siempre. Se ve desde el principio que el protagonista tenia las ideas bien claras y estaba decidido a perdurar. Con esa estrategia de » sembrar en mil terrenos». Finalmente consigue su objetivo.Muy bueno. Un abrazo y suerte
Las ideas muy claras e invariables y una técnica muy particular.
Seguro que muchos le llamaron raro y hasta loco, pero marcarse un objetivo que aporte sentido a la vida y cumplirlo no es poca cosa.
Gracias, Fernando.
Un abrazo
Pues parece que tu prota va a conseguir su propósito de trascender. Al menos en una persona, quizás en más, ya que ha «sembrado en mil terrenos». Igual entre el grupo de elegidos hay una medio hermana del joven alto, con lóbulos separados y forma de triángulo.
Parece que, además de cuidarse, el protagonista no tenía ninguna enfermedad genética. Una suerte para él, pues habría echado por tierra todos sus esfuerzos.
Un abrazo y suerte.
La genética es algo un poco incontrolable, aunque hasta donde pudo él se cuidó. Si su hijo tuviese una medio hermana en ese grupo de elegidos esperemos que no congenien mucho, ya sabemos que la consaguinidad no trae nada bueno.
Gracias por leer y comentar, Rosalía.
Un abrazo
Hola Ángel, me parece excelente tu relato, aunque de momento los únicos que parecen con posibilidades de lograr algo parecido son Elon Musk y gente así. Mucha suerte y un abrazo.
Como se decía antes, quien dispone de posibles lo tiene todo más fácil. Eso no ha cambiado con el paso del tiempo. Este hombre no partía de una situación de orivilegio, a ello antepuso un plan loco, pero posible, ejecutado con motivación y constacia. Que algo nos quede a los pobres, pensar que donde no llega el dinero, pueda hacerlo el ingenio.
Muchas gracias y u abrazo, Javier
Así se hace, hay que perseverar hasta lograr el objetivo que uno se ha propuesto. Yo soy muy gota china así que me identifico con tu protagonista. Ahora sólo falta que al hijo le vaya bien en esa nueva vida.
Mucha suerte y un fuerte abrazo, Ángel.
No hay nada como la constancia. Mamtenerla no es sencillo, pero algún fruto acaba dando.
Ahora, como dices, que ese hijo pueda también traspasar sus genes. Si además es feliz, trabajo completo.
Muchas gracias y otro abrazo grande para ti, Ana María.
Después de dedicarse por completo a esparcir sus genes, tu protagonista parece que ha logrado su propósito. Ya puede morir tranquilo. Un micro muy original. Enhorabuena, Ángel. Mucha suerte, amigo. Besos.
Seguramente querría seguir viviendo, como la mayoría, pero ante la certeza de que solo sobrevivirán unos pocos, el hecho de que un descendiente esté entre ellos da sentido a toda su vida.
Muchas gracias, Pilar
Besos
Enhorabuena, Ángel por este micro tan original. Tu protagonista se asegura de que atrás dejará su legado, en forma de genes, y así de algún modo garantiza su trascendencia y sabe que uno de sus descendientes preservará la continuación de la humanidad en el Universo. Recibe un gran abrazo. Gloria
Nadie conoce, él tampoco, cómo le irá a su descendiente, pero sí sabe que, hasta donde ha podido, ha hecho todo lo posible por seguir los dictados de su inquietud interior. Hacee todo lo posible por lo que se cree correcto proporciona paz, aún a las puertas del apocalipsis.
Agradezco mucho tu lectura y me alegra que te guste, Gloria.
Un abrazo enorme
Semillas vamos dejando por esta tierra, cada uno de la mejor forma que sabe, y tú, como este hombre, dejarás un legado en forma de relatos que no tiene parangón. Del mismo modo dejarás tu semilla en todos nosotros, los que hemos tenido la oportunidad de conocerte como escritor y como persona cercana que apoya y alienta a todos los que tenemos la ilusión de escribir frases que suenen a literatura.
Un abrazo, Ángel. Esos lóbulos en las orejas de tus protagonistas me han dejado pensando en cómo serán.
Esos lóbulos son una rareza transmisible de generación en generación, realmente única, por la que se puede diferenciar a los descendientes de un padre en potencia entre el resto de individuos.
Buenas semillas las que tú dejas, Mercedes, con tu programa de radio, con tus novelas, con tus relatos, con tu inquietud y buen hacer. Escribir frases que suenen a literatura lo intentamos muchos, tú lo consigues.
Muchas gracias y un abrazo, Mercedes
Al menos uno de los retoños de su vivero tiene las papeletas de ser elegido, solo hace falta que no tropiece con un jardinero poco hábil que lo pode o lo anegue antes de dar frutos. Y así, el milagro de la vida siga perpetuándose. Muy tuyo, Ángel, este texto lleva tu sello. Mucha suerte.
Un abrazo
Una de sus posibles plantas ha arraigado. Ahora, como bien dices, le hace falta lo que tantas veces se necesita: suerte, porque la vida, como bien dices, al final es un milagro.
Muchas gracias y un abrazo, Paloma
Buena manera de colonizar la Luna y, a su vez, no morir del todo dejando tu semilla para tal propósito. ¡Qué ingenioso!
Creo que es bien difícil escribir ciencia ficción pero tú te has manejado sin problemas, Ángel.
Abrazo
La ciencia ficción anticipa escenarios futuros, pero no hay más que cotejar el presente y el pasado más cercano para ver que muchas cosas son posibles y antes de lo que nos pensamos.
Muchas gracias y un abrazo, Aurora
Ángel parece que la esencia perdura y que la genética ha sido fuerte y superado la selección natural. Ahí va el chaval camino de la luna, donde eperemos que mantenga el hilo de la descendendia.Suerte Angelote.
Tanto echar papeletas que alguna le tenía que salir. Él ha cumplido, ahora solo faltaría desear que el descendiente prosperase y que la estirpe se prolongue.
Muchas gracias, Manuel
Un abrazo
Sorpresivo, y de ciencia ficción. Tan solo el SER EXTRAÑO confiaba en sus posibilidades. Siempre, por muy mal que vaya todo,hay que cuidarse, física y mentalmente. Aunque solo sea por dar ejemplo. Al final las semillas, los genes más perseverantes, son los que llegan.
Un placer leerte, maestro.
Abrazos, Ángel
Estar convencido de que lo que se hace es lo correcto es importante, la constancia también. A veces los seres que parecían más extraños, tan diferentes a la mayoría, son los que tienen razón. El tiempo es el mejor juez.
Muchas gracias, Alberto
Abrazo
Tu singular personaje quiere perpetuarse a través de su descendencia, y su estrategia para lograrlo parece haber funcionado pese a tan adversas circunstancias. Una historia muy original en la que uno, además de disfrutar de ella, no puede evitar preguntarse y meditar sobre dicho asunto. Particularmente, esa es la única forma de perpetuidad en la que creo, aunque de momento me lo tomo con más tranquilidad que tu personaje, jajajja. Enhorabuena por este bueno y sorprendente relato, Ángel. Mucha suerte con él y un abrazo.
Quién sabe cuánto sobrevivirá de nosotros. Tú llevas buen camino: tus letras y tu carrera de abuelo. Tienes razón en que no hay que tomarse las cosas tan en serio. Este personaje puede que haya logrado, de alguna manera, perpetuar su vida más allá, pero a costa de hipotecar bastante la suya.
Mil gracias y otro abrazo para ti, Enrique.
Me encanta Ángel, un gran relato que a día de hoy podría ser perfectamente real, ¿quién sabe lo que nos falta para el final? Muy bien descrito el personaje. Muchas felicidades!
Nadie sabe cuando será el final de cada uno (es lo que obsesiona y condiciona al protagonista), ni, si se produce, cuando tendrá lugar un final colectivo. Este personaje, tratando de solucionar su inquietud individual de la manera que mejor se le ocurrió, también ha contribuido a que la especie tenga una oportunidad.
Me alegra que te guste, Sara.
Muchas gracias y un abrazo
Anticipación es un paso más allá de lo que llamamos ciencia, si, pero también ficción. Anticipación vendría a ser dar por hecho lo que va a suceder antes de que ocurra, no solo imaginarlo. Esperemos que, pese a todas las amenazas que tiene el planeta (la nuestra, la peor de todas), sea posible que nuestra descendencia tenga un futuro.
Te imagino como un gran lector en todas las etapas de tu vida, por eso agradezco mucho tu lectura y comentario de esta pequeña historia.
Un abrazo, Juan
Jope, parece la vida de una virus recalcitrante contada por
él mismo. Ese afán de perpetuarse, esa vida sacrificada…
Muy chulo este relato. Enhorabuena, Ángel!
Lo has definido muy bien. Este individuo podría devirse que comparte inquietudes con una suerte de virus, un organismo empeñado en perdurar por encima de cualquier razonamiento, hasta de su propio y efímero bienestar.
Gracias por tu lectura y por tus palabras, Susana.
Un abrazo.
Hola, Ángel, al principio el protagonista me ha parecido un tanto vanidoso en su pretensión, pero con lo perseverante que ha sido, llevando una vida austera y sacrificada para alcanzar su objetivo, es justo que así sea. Nosotros no lo veremos, pero quién sabe cómo serán las cosas en un futuro. Igual tu micro es una suerte de profecía… Lo que sí es sin duda una propuesta muy imaginativa, original e interesante. Un abrazo y suerte.
Él mismo se erigió como merecedor de que su estirpe se perpetuase, en eso sí puede haber algo de vanidad, pero como bien dices también, la constancia debería tener siempre algún premio. El futuro quedará para nuestra descendencia, esperemos que les vaya bien, que no sea tan negro como a veces se dibuja y a menudo tememos.
Muchas gracias y un abrazo, Juana
Un «jardinero» muy especial el de esta historia, Ángel querido, no sólo por sus peculiares orejas (que de terrestres tienen bien poco, por cierto), sino por esas «semillas» que tan bien supo sembrar para perpetuarse en otros, en otro, ante el inevitable apocalipsis que llevará a ese hijo a la luna… Ese detalle de conocerlo y reconocerse en él es hermoso, y más que esperanzador…
Me encantó este micro semi-alienígena.
Cariños,
Mariángeles
El detalle de las orejas es una rareza, sin duda, una característica hereditaria, de varón de una generación a otra, que le sirvió para reconocer a uno de sus múltiples hijos en ese viaje a la Luna. Entre los elegidos para salvarse hay uno que lleva sus genes. Pese al cataclismo general la vida continuará, aunque no sea en la Tierra.
Mil gracias, Mariángeles.
Un abrazo
Se cuidaba para sembrar adecuadamente y lo.logro. A perdurar su genética en la luna. Buen relato, Ángel. Suerte, un abrazo.
Nadie puede negarle a este personaje tan peculiar que logró su propósito de que algo de él sobreviviera, aún más destacado ante la perspectiva de un cataclismo que terminaría con millones de personas.
Muchas gracias, Pablo.
Un abrazo grande
Hola, Ángel.
Menudo empeño el de este personaje tuyo por trascender. No necesitaba tanto para eso, pues ya lo ha hecho en las letras de su autor, en su simpatía y sus geniales comentarios en este universo nuestro llamado ENTC.
Un cálido saludo, estimado tocayo.
Tú sabes bien lo que es la simpatía, porque vas sobrado de ella. Si algo trasciende el tiempo y permanece son las letras. No sé si de las mías quedará algún vestigio, pero sí sé que agradezco mucho las tuyas, las de tus relatos y las de tu comentario.
Otro saludo con todo mi afecto, que es mucho, para ti, tocayo
Pues como todos los descendientes, aparte de los lóbulos en forma de triángulo, la inteligencia y la buena salud, hereden la determinación de su progenitor pronostico una raza superior en la luna. Un relato futurista un tanto alarmante con un final magnífico que da sentido a la historia.
Muchas gracias, Angel, por tu dedicación y acertados comentarios.
Un abrazo
La curiosa forma de las orejas hará que se distingan entre el resto, puede que durante generaciones. Ojalá también destaquen por tener las cosas claras y seguir un objetivo, siempre que no cause perjuicio a nadie.
Muy agradecido por tus palabras, Pilar.
Otro abrazo para ti
Hola, Ángel. El instinto de perdurar está muy presente en los seres vivos y resultan sorprendentes los recursos de que, para ello, disponen algunas especies del reino vegetal. Pero es en el hombre, como es lógico, donde ese deseo se manifiesta con mayor fuerza. Tu protagonista lo encara como su misión en la vida y, como debe ser, sus esfuerzos obtienen la merecida recompensa.
Original y disfrutable relato. Suerte con él.
Un abrazo.
Somos animales, aunque más evolucionados, con un cerebro capaz de trabajar con conceptos abstractos, que nos permite saber que un día desapareceremos. Como el resto de criaturas también tratamos de preservar nuestra existencia, pero también es cierto que vamos más allá del día a día, tenemos una visión más amplia, aspiramos a que algo nuestro quede cuando ya no estamos.
Me alegra que te haya gustado, Jorge.
Muchas gracias y un abrazo
Ángel, tu relato me ha recordado a mi padre. Él sembró en mí la semilla de escribir, primero con las lecturas y los libros que me recomendaba, tan acertados y adaptados a mi momento lector. Después con sus propias historias, que nos contaba antes de ir a dormir. Su ejemplo, aquellos relatos que nos tenía que descifrar porque nadie entendía su letra. Y el consejo que no paraba de repetir: perseverancia hija, eso es lo más importante. Como tu protagonista de lóbulos separados con forma de triángulo. Y en esto consiste la magia del escritor: en sacudir al lector, llevarle a otros mundos, conmoverle y vaya si lo has logrado. Suerte y enhorabuena.
Como alguien dijo, existen muchos mundos, pero están en este. Nuestras propias vivencias son un caldo de cultivo fundamental y muy rico para crear historias, luego podemos ambientarlas en el presente que conocemos o en un futuro hipotético. No hay nada mejor que sembrar buenas semillas, las de la lectura y la escritura son de las mejores, eso nadie puede negarlo. Tu padre lo hizo muy bien, como también dice mucho bueno de ti que se lo agradezcas. Yo tampoco puedo por menos que agradecer, igualmente, tu tiempo, tu lectura y tu comentario.
Un abrazo, Elena
Ángel, tu relato me ha recordado a mi padre. Él sembró en mí la semilla de escribir, primero con las lecturas y los libros que me recomendaba, tan acertados y adaptados a mi momento lector. Después con sus propias historias, que nos contaba antes de ir a dormir. Su ejemplo, aquellos relatos que nos tenía que descifrar porque nadie entendía su letra. Y el consejo que no paraba de repetir: perseverancia hija, eso es lo más importante. Como tu protagonista de lóbulos separados con forma de triángulo. Y en esto consiste la magia del escritor: en sacudir al lector, llevarle a otros mundos, conmoverle y vaya si lo has logrado. Suerte y enhorabuena.