SEP01. EL TESORO, de Juan Antonio Morán (JAMS)
Cuarenta años después, cada rincón de Casares es un escenario vivo de mi pasado. La tienda de Miguel -ya en ruinas- que presumía de vender jabón de lagarto y chorizo de león; el balcón de Marita, cumbre de mi deseo juvenil; el banco de piedra que señalaba la parada del autobús, desde donde escapé con mi amigo Vicen para conocer el estadio Bernabeu y conseguir una foto con Zárraga que perdimos poco después.
Durante años mantuve el deseo recurrente de encontrar nuestro particular tesoro, cuyo objeto más valioso era el crucifijo de plata que le robamos a Sor María con toda la intención de cambiarle el destino. Inesperadamente, apareció donde lo dejamos, bajo la piedra plana del muro de Las Albricias. Era evidente que Vicen lo había revisado antes de morir.
Aún se conservaba, ya amarillo, nuestro “pacto de amistad eterna”, una cajetilla intacta de Peninsulares, tres estampas de mujeres desnudas y un inesperado sobre que, en el exterior, explicaba la ausencia de la joya.
“Sor María ha muerto. No creo que mereciera el infierno. Meteré el crucifijo en su ataúd, pero repongo el valor de nuestro tesoro”
Abrí el sobre y allí estábamos los tres: Zárraga, Vicen y yo.
La amistad va más allá de la muerte. Volver para recordar…
Me gusta!
Un abrazo
María Estévez
Recuerdo que el profe de gimnasia nos recomendaba no abusar de los golpes al balón con la cabeza porque Zárraga, que era de Guecho, estaba teniendo problemas en la vista por ello.
Te has metido en nostalgias, o ¿era la historia de otro?. Supongo que el Casares que mencionas era el de las Urdes, porque el que tengo aquí cerquita de Mijas, no me suena que tuviera parada de autobús hasta el Bernabeu.
Yo en circunstancias parecidas, pero más oficiales, viaje de fin de curso, tengo foto con Del Sol.
El relato me ha resultado precioso. Una joya para la tierra de JAMS.
Nos vemos pronto.
Me patina la memoria; el de los goles de cabeza era Zarra, Don Telmo.
Destaco y admiro tu capacidad de evocación, en este caso con una sutil dosis de amargura. Alguna caja llena de tesoros escondí yo también, pero no me acuerdo dónde, mejor así.
Un abrazo.
Ya sabes que opino que en el libro debería aparecer un relato tuyo que elegiríamos a votación entre los participantes. He cambiado de opinión, creo que no. Lo que tienes que hacer es sacar un libro tuyo con todos tus relatos.
El mes pasado no te comenté porque solo me salía una palabra para definir tu relato: LITERATURA. Este mes no te comento por no repetirme.
+1
Así se dice ahora ¿no?
Qué historia tan hermosa, Juan. Y qué bien contada. Transmite, sin duda, esa nostalgia con que has barnizado la narración.
Por cierto, que he buscado al tal Zárraga, y consta, si es el que he encontrado, que murió en 2012…
Un abrazo
¡Qué paseo, real, por el recuerdo!. Buen amigo de la infancia, que no deja de serlo nunca, pues sabe que volverá… y pone al día su tesoro.
Yo no sabía quien era ese Zárraga, ¡bendito Google!,
Me ha gustado mucho.
Besos,
Rosy
Qué relato tan evocador, es como si nos llevasen de la mano en un paseo por nuestro propio pasado que también tuvo sus escapadas, sus tesoros y, sobre todo, nuestros amigos inolvidables. Precioso de verdad. Un abrazo, Juan, y me uno a lo que te dice Ximens.
JAMS, me uno a lo que dicen los comentarios; evocar, mirando hacia atras con los ojos puestos en el futuro, es sano y dulcifica la vida. Saludos.
Casares de las Hurdes, un lugar entrañable, según he podido disfrutar en este vídeo que me he buscado en You tube; con ese sabor de lo rural y auténtico. Y esta una historia que, adaptándose a la forma de relato clásico, cuenta de una manera fluida ese recuerdo que se hace creíble, ya desde la misma dedicatoria que la encabeza.No pasa desapercibida la elección de la primera frase con la que arranca:» Cuarenta años después, cada rincón de C. es un escenario vivo de mi pasado»; un narrador que, en primera persona- nos introduce de lleno en una historia de la que ya queremos saber.
un abrazo, Jams.Dejo el enlace http://www.youtube.com/watch?v=gZ-7VjpKSYM
http://www.youtube.com/watch?v=gZ-7VjpKSYM
Únicamente sumarme, con su permiso, al comentario de Ximens.
Felicidades!
Si, y yo también.
…tenemos todos un Casares en la memoria… y algunos primos o amigos que han compartido el lugar…
Jams: como siempre muy bien contado de manera fluida…
valiente Vicens que se había quedado la foto de vosotros dos con el futbolista…
me sumo a lo que escribió Ximens: encontraría muy «justo» que participes a los textos publicados…
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Me pilla tu relato tras llorar al teléfono hablando con mi mejor amigo.
Evidentemente me has pillado sensible, pero eso no quita para que tu relato sea precioso, aunque este adjetivo pueda quedar cursi. PRECIOSO, no tengo vergüenza.
Gracias, me ha venido muy bien.
Después de esto ¿quién se pone sin pudor a escribir algo sobre «volver»?. Como hay un crucifijo por ahí, contaremos con las indulgencias de JAMS.
Perdonadme que no suela contestar a cada uno, pero sólo cabrían palabras de agradecimiento… y tened una cosa clara: en el libro de ENTC no voy a quitar una página de nadie para autopublicarme… Y lo de escribir un libro propio… Aún es pronto, sólo he cumplido 50… ja ja ja
El relato ha surgido de un sentir muy personal (aunque la historia sea pura ficción) …los que nos marchamos lejos sabemos reconocer de una forma muy especial el «tesoro» que son los amigos. ¡¡¡Gracias!!!
Jodete, que encima se lo ha inventado!! Pero si parecía mismamente que estábamos viendo al Vicen chorizándote la foto!!!! Me has engañado, me he creído a pies juntillas que era de verdad!! Alucino!!
JAMS, encanto de persona capaz de transmitir emociones y sentimientos más allá de la pantalla virtual a la que estamos suscritos. Si, me ha emocionado especialmente. Y este sentir es tan bello y humano que no me queda más que darte las gracias. Así de simple.Un abrazo.
Tú relato llega al alma aunque se trate de ficción. La verdad después de leerte da apuro escribir. Costará mucho estar a tu altura. Un abrazo. Gloria
Hola JAMS, casi todo ya escrito. Dice mucho de ti comprobar esos recuerdos aun no siendo personales de las primeras amistades y sus secretos, sus juegos, su complicidades.
La escapada, la vida que echa a andar y la vuelta a esas esencias.
Nostálgico pero generosos al compartir algo que a todos nos conmueve.
Salud y enhorabuena por el micro.
Ultimamente no suelo comentar los relatos, y he de decir que menos los tuyos, por aquello de que no parezca jabón, pero este cuento tengo que comentarlo, porque en él veo algo de un pasado cierto , y sobre todo, porque es de mi estilo, de los que me gustan, de los que cuentan algo que bien puede ser real, y si encima está narrado como este ya me gustan aún mas. El final estan bueno, que creeme que se me han puesto los pelos de punta,es tierno sin llegar a ñoño, es emocional, y …. Jams,ENHORABUENA.
Ay JAMS, solo la trilla del tiempo separa el grano de la paja.
Me llegaste bien dentro (subscribo la petición de Ximens)
Un abrazo.
Ni jabón, ni jamón ni nada, este mes no me retraeré de comentarte porque me has encandilado con el quita y pon y trasiego de joyas de tu tesoro. Yo, que también tengo mis tesoros en otra patria chica, me he emocionado. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, 50 es la edad ideal. Un beso.
Preciosa historia, con un regusto agridulce.
La amistad es un regalo y me gusta pensar que es para siempre.
Un besotazo.
Buen relato de «amistades».
Abrazos
Venga a leer relatos, y no había leído el nº 1.
Y me estaba perdiendo uno de los mas emocionantes. Las amistades que se fraguan en la infancia suelen sobrevivir a todo. Tu lo has relatado estupendamente, emociona leerlo.
Besos.
Extraordinaria descripción de un regreso al pasado. Y el tesoro más grande que se pueda conservar, las amistades.
Recibe mis saludos.
Hola JAMS. Como citan más arriba, a ver si sale publicada tu colección de micros algún día. Respecto al micro es curioso observar que muchas veces el tiempo son los objetos que se recuperan, muy acertados los trazos al volvee a ese lugar. Y muy biográfico aunque Zárraga jugase cuando no habías nacido, lo cual es meritorio. Saludos.
Un retorno a la infancia precioso. Emocionante la evocación de los amigos.
Un abrazo.