SEP08. NO HABÍA MONSTRUO, de Francisco Javier Sánchez
Como fruta madura…
Así me devuelve la imagen el espejo, tan madura ya que a poco, se pudre.
― ¡Amor! ¿Qué haces? ― La voz de mi esposa me sacó del trance.
― No es nada, amor, solo quiero estar guapo para ti ―. La dije para quedarla tranquila.
Pude contemplar la belleza espléndida de mi esposa. ¡Qué maravilla de juventud! Nunca podré entender qué vio en este ser espantoso que contemplo en el espejo, esos ojos, apenas visibles por la oronda capa de grasa que cubren sus parpados, de «color mierda» y sin brillo. Si continúo por su grasiento rostro, sólo veo arrugas y surcos, y mucha grasa… bajo la vista por su cuello, su pecho ya no esconde la decadencia. ¡Qué asco! Lo que debería de ser unas simples “tetillas” son dos enormes pechos, caídos a lo largo de su enorme barriga, inflada a lo largo de años de abusos por los dulces y las grasas animales…
― Cielo, Ven a la cama, «te necesito… estoy caliente»
Volví a echar un vistazo al espejo… No había monstruo.
Siempre que ella me llamaba salía la «bestia, que vivía en mi interior» y el monstruo, huía como un cobarde.
PLAS, PLAS, PLAS!!! Qué buen final y desconocido en ti. Me ha encantado y me gusta ese «quedarla tranquila», típica expresión extremeña que corresponde al rico vocabulario antiguo español que donde mejor se guarda es en sus gentes al hablarlo.
Suerte, Frank. Yo lo intentaré si tengo alguna idea interesante.
Me ha gustado esa comparación con un monstruo y el poco valor que nos damos muchas veces a nosotros mismos que se ve reflejada en esta frase «Nunca podré entender qué vio en este ser espantoso que contemplo en el espejo»…
El final no me ha llenado tanto, ne ha sabido a poco tras un enorme relato… de todas formas para mi gusto me estas sorprendiendo cada vez más…
Mucha suerte Frank…
Francisco Javier, a punto estuve de entrar en shock, cuando vi que alguien se me había adelantado con el tema del espejo y la imagen. Casi no publico mi relato. Pero leyendo tu historia, me he dado cuenta de lo distintas que son. Me ha gustado mucho (pese a que hemos tenido la misma idea, jejejeje). Un saludo.
Roberto, Nicolás, Ana U,Jesús Urbano, de verdad me emocionáis con vuestras amables palabras, ¡muchas gracias, es un placer escribir y teneros como lectores!!
Espléndido, el espejo tan cruel y el amor tan generoso….y al final somos ambas versiones de uno mismo sin ser ninguna, suerte Frank, es muy bueno….
Repito: tan cruel el espejo y tan generoso el amor, al final somos ambas versiones y al mismo tiempo no somos ninguna…..Mucha suerte Frank, tu relato es muy bueno.
Gracias a ti. Es una gozada leer textos como el tuyo. Mucha suerte y mucho ánimo.
Interesante reflexión personal, hablarse a uno mismo a través del espejo. Tiene su toque de baja-estima y humor. Refleja bien eso de infravalorarnos… que vió ella en el mosntruo, supongo que fué Amor a primera Visa, je je.
El final a mi tampoco me acaba de convencer, desaparece el monstruo pero la bestia???. Pero me parece muy original, si señor, y eso siempre me gusta.
Muchas gracias, María Elejoste, te explico; en realidad, «la bestia» no es otra cosa que el «machote» que todos los hombres creemos llevar dentro, esa última frase lleva cargada toda una «simbiologia» (Por querer explicarlo de alguna manera)del hombre siempre queriendo auto convencerse de que «debe» de llevar «ese machote dentro). (Espero haberte disipado las dudas) Saludos.
De sobra se interpretaba tu final que ha sido el punto de la guinda, el toque maestro porque gracias al final un triste relato de auto lamentación y baja estima, se convierte en un heroíco especímen a cumplir con su labor y desaparece ese miserable hombrecillo. Y el toque de humor de Frank Spoiler es indudable.
Lo sé, Rodrigo, muchas gracias, pero me divertía explicar lo evidente, no todos tenemos el mismo sentido del humor, ácido, muy ácido, como por ejemplo, el mío. Ja,ja,ja,ja ¡Un abrazo y espero disfrutes del domingo!
Hola Frank y Rodrigo…
sí, sí que es evidente, el macho que debe cumplir, la bestia sexual… pero es que me da peno, para mi hubiese ganado más( humilde opinión de mujer claro) que se hubiese sentido príncipe … ¿y si no soy tan monstruo? y si tengo otros atractivos no tan visibles? rana-monstruo humano-prínicpe, darle un poco más de profundidad al personaje, no sólo lo evidente…, pero me repito me parece muy original tu relato, me gusta de veras.
Claro que sí, María, y podía haber tenido muchos más finales, el hombre, da para mucho más, es impredecible lo que cada uno de nosotros podemos llegar hacer o pensar en esas situaciones.Lo que sí creo que quedó claro es de que nadie es perfecto «ni en sueños»
Vaya autocrítica la de este hombre, debería mirarse con mejores ojos o cambiar de espejo.
Un abrazo.
Lo verdaderamente importante (al contrario de lo que se piensa) es cómo te ven los demás. Y por extraño que parezca a mí me se suele ver mejor de lo que yo me veo.(Y no es culpa del espejo)
¡Muchas gracias, Susana!
!!!Me ha encantado Frank!!!!, ha sido un alivio ver como al final el monstruo desaparece y ese momento de baja autoestima se queda en eso, sólo un momento al verse reflejado.Gracias y mucha suerte!!!.
¡Muchas gracias, Isabelle! ¿Ya sabes, esos momentos son habituales en el ser humano? Pero no hay que preocuparse, siempre estarán los amigos para devolverte la autoestima en un segundo, gracias a su cariño.
Un abrazo inmenso.
Muy original, Francisco. Me ha gustado.
Es cínico, como tú dices, porque, en contra de lo que María Elejoste dice, a mí me parece entender que haces una crítica profunda tanto del pelele, miserable, como del machote cumplidor.
Suerte.
La crítica es total, pero no solo al hombre, sino a las propias mujeres que demasiadas veces creen que todo se arregla con el amor y se olvidan hasta de ellas mismas para satisfacer a su «hombre».
¡muchas gracias, Isabel, tenerte en mis letras siempre es un verdadero placer! Un abrazo rompecostillas para ti.
¡El macho español! Ese es el ser que veo salir de ese otro repleto de baja autoestima y que se encuentra frente al espejo. Galante, gallardo, dispuesto a satisfacer a su dama. Muy bueno. Me recuerda, de niña, ver a un familiar usando el “Floid” para salir de fiesta…jejeje…¡¡Suerte!!
Ja,ja,ja,ja Tú y tu siempre buen humor, Inma, me encanta. ¡Muchas gracias amiga mía!! ¡besos y abrazos para ti!!
Qué suerte tenerte de nuevo por aquí, Ana, muchas gracias. (Este personaje es cada uno de nosotros, puede ser el indefenso y de baja autoestima o la «bestia o monstruo» que todos llevamos dentro. En definitiva… es humano). Un abrazo.
Parece mentira que haya comentado tantas veces este relato en facebook y aquí no lo hubiese hecho nunca, xD!!!
Me gusta el contrapunto entre lo que los demás ven en ti y lo que tú ves, junto a lo que tú crees ver. Las tres versiones del ser humano: el que tú crees que eres, el que los demás creen y el que de verdad eres.
Muy bueno, Francisco. Te repito por milésima vez. Y lo que más me ha gustado es el toque gracioso del final.
Ya sabes amigo mío, que la vida es una constante pregunta, aunque en realidad solo hay una importante; ¿Sabemos realmente si estamos vivos y despiertos, o quizás somos un sueño dentro de otro?
¡Un abrazo, chavalete, y gracias por regalarme tu presencia de nuevo!
genial- no me atrevo a estudiar mas al «monstruo» dejo que miren los ojos del alma como tu personaje- muy bueno tu relato- suerte Teresita
¡Muchas gracias, Teresita! Un lujo tenerte en mis modestas letras.
Empieza inquietante y acaba tierno. Buen final, Frank
Suerte, apañero!!!
La suerte ya la tengo, apañero, os tengo aquí acompañándome, ¿qué mejor suerte que esa? ¡Un abrazo!
Francisco, tu relato me parece interesante tanto por la tensión entre las dos imágenes del hombre, como por las preguntas que me despierta: ¿quién miente a quién? ¿Él a ella? ¿a sí mismo? ¿Ella miente (lo que sugieren las comillas de sus palabras)? Pero ¿qué sería el amor sin estas pequeñas mentiras…?!!
Un abrazo.
La vida es un misterio, Nicoleta, y somos solo nosotros quienes, alguna vez, y no siempre, lo resolvemos. Mientras tanto, nos conformamos con disfrutarlo. Muchas gracias, tus palabras son pura magia.
Estupendo Frank ¿otro extremeño?, me ha encantado el relato y si las mujeres supieran la cantidad de monstruos, bestias y ratoncillos que llevamos dentro, estaríamos más perdidos de lo que lo estamos.
Un abrazo.
Si, señor, Epífisis, otro extremeño, fíjate que este bosque está lleno de ellos, como bellotas en las encinas. Ja,ja,ja,ja ¡Gracias por tus palabras, un abrazo!
Muy buen relato, eres un monstruo… digo, una bestia parda!
¡Muchas gracias, Jesús Lozano! pero, te voy a corregir… ¡soy las dos cosas! ja,ja,ja,ja,ja
Buenas.
Apoyo a Lozano. Me gusta porque parece que vas a hablar de maltrato y al final no va por ahí la cosa.
Es una buena forma de analizarse y confundirse al mismo tiempo. Y es divertido además. Suerte.