SEP119. LAMENTÓ LA SORPRESA, de Calamanda Nevado
Pedro, el astrónomo, decidió instalar sus vidrios en las almenas del palacio apuntando a la Bóveda Celeste; debía precisarlos observando el eclipse lunar. Esa noche ultimaría su invento, y volvería a vivir desplegadas sensaciones iguales a otra lejana velada de traslación.
El eclipse no comenzaba, y trató de estudiar mientras tanto la cola del cometa Holmes jugando con unas estrellas viejas; gracias a su luz identificó los cuerpos anillados de fulgentes planetas en abismos espeluznantes de energía oscura, donde imaginó dormían los muertos.
Incrédulo por los misterios de majestuosas olas de gas mecidas por delicadas sirenas, la constelación Cetus, “La Ballena”, y estrellas azuladas más calientes que las rojas; con piel de serpiente y luz hiperbólica; perdió serenidad para desconectarse del vacío nuclear; su caos, y de la emergente e infinita invisibilidad de la luna.
Apenas proyectó sombras huecas la tierra comenzó la efeméride lunar; rayos brillantes de continúas explosiones de supernovas cegaron al lombardo. Sin conseguir orientar, ni calibrar sus sofisticadas lentes, perdió toda posibilidad de identificar el abandono de luz antes de alinearse definitivamente los tres cuerpos celestes; pero gritó admirado “¡El espacio es esférico!, lo último desaparecido es su estela; igual que las velas en los barcos.”
Buena narración de cómo debían sentirse nuestros antepasados ante los grandes misterios del Universo.
Gloria, gracias; enfrentarse entonces a un eclipse por segunda vez era una verdadera odisea. Saludos.
Hola, Calamanda.
¡Qué buen micro y qué bien ambientado! Con el argot astrólogo apropiado… Te ha quedado para nota.
Un abrazo y mucha suerte.
Towanda, Gracias por tus deseos. El conocimiento del universo era la brujula de los navegantes en aquel entonces. Un abrazo.
La verdad es que me has deslumbrado y casi me he perdido en esos agujeros negros, pero la luz que las sirenas movían, las estrellas jugando con las colas y todo eso, me ha fascinado, y da igual si el lombardo se perdió entre estrellas calientes y rojas o si el espacio es esférico, a mí me ha encantado lo de la vela de los barcos, las estelas y para nada lamento haberte leído. Más bien, todísimo lo contrario.
Suerte y abrazo.
Antonia, agradezco tus palabras y amabilidad; para eso estamos verdad? Nos gusta sorprender y que nos sorprendan; esa es la magia que atrapa a los que leemos y hacemos historias. Abrazos.
Esas historias, a medio camino entre la ciencia y la mitología, son siempre un placer. El final es ya una guinda sabrosa, con esa sentencia sobre la forma del universo.
Enhorabuena y gracis por este relato que me ha alegrado la mañana.
Juan M
Juan manuel, gracias a ti por tus palabras. Si el día comienza más ligero todo sale mejor; me alegro, a ver si dura… al menos todo el fin de semana. Saludos
Me rindo: ¡¡¡De todos cuantos has compuesto desde que te leo, es el que más me ha admirado!!! Estoy patidifuso. No puedo sino desear con demencia que se te haga Honor a tamaña obra de arte. S O B E R B I O . ¡Buenas Tardes! ¡¡¡¡¡¡¡ S í !!!!!!!
E l V i d e n t e E n t r e O r o p e l, nos rendimos los dos; yo con tus halagos; llenan de dulces que son; gracias por disfrutar de esta fantasia y leerla. Saludos.
Hola, te salió sublime la lección de astrología, la ambientación y los presonajes, te mereces un sobresaliente,, espero que tengas suerte a final de mes.
Besos.
Puri
Puri, cuanto me alegro; si resulta entretenida eso es un sobresaliente para mi. Gracias por tantos elogios y por leerme. Besos.
Hola Calamanda, me encanto estar alli en el universo.
Un beso y suerte.
Esther, gracias; los cielos ejercen un poder de encantamiento sobre todos. Si no son las estrellas es la luna, o cualquier astro con luz. Un beso.
¡Caray! Calamanda, vaya lección sobre el complejo universo.
Muy original e ilustrativo.
Has besado el cielo, me ha gustado mucho.
Te envío un saludo y te deseo mucha suerte.
Elena
MARÍA ELENA, gracias por tus palabras y por leerme. Me alegro de haberte entretenido. Saludos
Calamanda, a mí esto de astrología, de las estrellas, telescopios etc. Qué quieres que te diga me vuelven totalmente loco de placer. Gracias por meternos en un mundo que algunas personas les fascina como yo. Me gustó muchísimo la narración y la manera que lo has descrito. Te deseo mucha suerte este mes amiga, Sotirios.
Sotirios, gracias por tus deseos. La atracción que ejerce el universo sobre nosotros es mucha, nos motiva a hablar de él y a leer muchas historias sobre sus astros, planetas, tantas constelaciones como existen, estrellas… En fin, sobre su mundo enigmatico y atractivo. Abrazos
Calamanda, aunque no comprendo cómo llega a esa conclusión ni porqué se lamenta, la ambientación está muy conseguida. Aquellos astrónomos que sin medios eran capaces de descubrir tantas maravillas. Suerte a fin de mes.
Ximens, gracias; sus conclusiones las basaba en la navegación y todo eso de las velas… Se lamenta por no acabar su invento. Saludos
Has conseguido ambientar el relato en un mundo cautivador. Me gusta mucho el cielo y me ha encantado esta historia. Un abrazo y una estrella para ti 🙂
Virgi, gracias; coincido contigo, me gusta mucho el cielo y las posobilidades que ofrece a la imaginación. Un abrazo.
Resulta entrañable tu relato, Calamanda, con ese descubrimiento final que ahora nos hace sonreír, pero que imaginamos lo valioso que fue hace siglos.
Un abrazo y suerte para este astrónomo.
Isabel, gracias; me agrada despertarte una sonrisa aunque sea desde la ficción. Un abrzazo.
Un excelente relato de final sorprendente. Me parece de los mejores viajes del mes.
Abrazos.
María, gracias por tus apreciaciones; me alegra que su final te guste. Suerte y saludos
Sin contar nada lo cuentas muy bien, Calamanda. Donde no hubo eclipse lo llenas de luz y colores. Además el tema estelar tiene mucha enjundia. Y mucho humo.
Un abrazo.
Susana, gracias, la vuelta de un eclipse nos llena de espectacion; yo le he puesto algo de luz. Abrazos
Calamanda, has sabido transportarnos a un mundo (vamos a decir a un espacio) que a muchos nos fascina, y aunque tu lombardo acabase triste por no concluir su labor, seguro que estaría igual de contento tanto por su descubrimiento como por tu relato.
Saludos y suerte a fin de mes.
Rafa, gracias por tu amabilidad y buenos deseos; estoy contigo, el universo y sus misterios es fascinante. Saludos
Original visión del regreso de un eclipse
Antonio, gracias. Volver a ver un eclipse tiene emoción desde que nos lo anuncian. Saludos
Siempre he envidiado a los hombres y mujeres del Renacimiento, ¿qué sentirían al descubrir la grandeza que les rodeaba, en el arte, las ciencias, la medicina, ….? ¡Tiene que ser increíble con medios rudimentarios descubrir que la Tierra es redonda, o averiguar con un par de palos y un poco de trigonometría el radio de la tierra…..(buena esta historia si quieres ya te la cuento otro día, pero es ¡fantástica!).
El caso es que tu relato me ha dejado ese sabor conocido de escritura que homenajes a los GRANDES astrónomos con mayúsculas. Muy bien, Calamanda, este regreso «eclipsar» me ha gustado muchísimo.
Un besote y a seguir ¡y suerte!.
Laura, cuando puedas me cuentas esa historia prometida: Gracias por tu interes y tus palabras. Un beso.