SEP12. EL MEDALLÓN, de Susana Revuelta
Es de noche cuando Birgit regresa a la aldea nevada donde aguarda impaciente su madre, enferma de luto. En el tanatorio de la ciudad ha identificado el cadáver incorrupto, ha reconocido el rostro que llena las paredes y estantes de su casa convertida en santuario hace más de cincuenta años.
De pequeña, disfrutaba haciéndose la dormida cuando su padre venía a darle un beso antes de salir de caza. De aquel último le quedó un sabor salado, como cuando su madre la sacudía con el atizador.
Roald nunca se ausentaba más de uno o dos días. La búsqueda por las montañas resultó inútil. Nunca encontraron su trineo, ni su cuerpo.
Un repentino movimiento del glaciar le trajo de vuelta. Tal y como le recordaba. Ahora arrastra los pies sobre la nieve del camino a casa, se detiene al borde del risco y se asoma al vacío. Se gira para contemplar la silueta de la octogenaria en la ventana iluminada. Duda. Afloja el puño. Abre de nuevo el colgante. Dentro, la imagen de una desconocida con un niño. Y su padre. Abrazándoles.
Lo mete en el bolsillo del gabán y con una mirada de hielo enfila sus pasos hacia la cabaña.
Sí, Laura, esta historia da sin duda para más. Y que te parezca suficiente cómo la he encorsetado a las 200 me alegra un montón. No fue fácil.
Un abrazo.
Ah, pues está mu majete. Enhorabuena Susana, merecida final.
Abracísimos.
Gracias a ti, majo
Un abrazo.
Susana, es este caso, el medallón te lo cuelgas tu. Un abrazo.
Llevo desde ayer con él puesto, ahora entiendo por qué me miraban raro por la calle. Otro abrazo para ti.
Felicidades, Susana, por tu mención. Ya no me acuerdo de la pista que te di, pero es que soy así de desprendido. Por cierto, devuélvemela que no consigo sacar billete para Cabezón.
Ja,ja, no, no te la devuelvo… A ver, era algo así como que si en un micro aparece un cuchillo no puede estar ahí de adorno. En un texto de pocas palabras no puede sobrar ninguna y todas tienen que aportar algo a la trama.
ah! Eso no es mío, es de un tal Chéjov. Busca en wiki «La pistola de Chéjov»
Pues a mí el papel de víctima me parece que solo hace daño al que lo interpreta. La venganza es de la hija hacia la madre. La hjia SÏ sabía lo que se traía entre manos. Lo de pegar, yo qué sé, autoritarismo, dominación, poder, sometimiento, superioridad. Controlar a través del miedo.
Un abrazo.