SEP133. AL CAER LA TARDE, de Rebeca Gonzalo López
Contempla ensimismada el viejo molino. Apenas le quedan fuerzas para mantenerse en pie, pero acostumbra a acercarse a aquel lugar cada 27 de septiembre al caer la tarde.
Le fallan casi todos los sentidos, pero su corazón late con la misma viveza que antaño. Pasear por esas ruinas al cobijo de los manzanos le hace sentirse flotar entre nubes, como la niña de quince años que dejó atrás hace tanto tiempo.
A escasos metros el rumor del agua sigue el viejo sendero y surca kilómetros y kilómetros, mezclado con las lágrimas que en cada aniversario de aquellos besos furtivos a un extraño, vierten sus ancianos ojos. Quizá algún día lleguen a su verdadero destino y por fin se reencuentre con su verdadero amor… como la fruta madura que besa la tierra al caer del árbol.
Rebeca, recuerdos románticos de un amor furtivo y antiguo.
Un beso
Gracias, Epifisis por leer y comentarme. La verdad es que hay micros muy buenos. Un abrazo.
Si que es perseverante esta anciana, la ilusión es lo último que se pierde y me ha gustado el ambiente del molino. Oye, Rebeca, vaya perfil que te has puesto, ¿de carnaval? Muy chulo.
Un abrazo.
Je, je el perfil lo encontré por la red y me lo agencié. La historia de este amor la que ha inspirado el relato echándole imaginación por mi parte, quizá la cuente algún día…
Recuerdos de anciana bien narrados. Me extraña el uso de «besos furtivis a un extraño» por lo de extraño, muchos recuerdos intensos si fue tan fugaz… quizas cambiaría esa palabra y también se repite un par de veces «verdadero» creo que ganaría mucho el relato dandole una vuelta a estas cosillas, dicho desde mi más humilde buena intención. Que pena que no lo haya leido el dia 27 hubiese sido mágico!!!
Vaya metedura de pata… Si lo hubiera revisado a fondo el verdadero se habría reducido a uno. Gracias por el comentario.
Sechat, yo también intento no repetir la misma palabra en mis textos pero te metedura de pata nada. Estoy completamente seguro que queda muy bien el relato así. Un fuerte abrazo, Sotirios.
metedura de pata no hombre no, solo cositas a pulir nada más. Más abrazos.
Gracias, Ana, siempre es bonito que a alguien guste o le remueva algo por dentro lo que escribes, pero hay un gran nivel la verdad.