SEP140. AUSENCIA, de Paz Alvar
Salía de la cama despacio, sin hacer ruido, en un vano intento por no despertarme. Desconocía que yo, al igual que ella, tampoco podía dormir. De puntillas, bajaba las escaleras para asomarse a la habitación de nuestro hijo. Bajo las sábanas creía descubrir su cuerpo, arrullado por la respiración tranquila que provocan los dulces sueños. Luego, en la cocina, preparaba su desayuno y se sentaba a esperarle. Yo me hacía el encontradizo y aparecía por allí intentando no asustarla.
– Volvamos a la cama, cariño.
– Estoy esperando a Manuel, a que baje a desayunar -me decía con la mirada perdida en algún lugar al que nadie podía llegar y del que nadie podía hacerla regresar.
– Mira, todavía no ha vuelto -intentaba convencerla mientras nos asomábamos juntos a su habitación silenciosa, vacía, muerta como él.
Ella me miraba asustada y el azul de sus ojos se volvía oscuro, como un mar profundo, un mar sin fondo.
– Vamos. Hace frío y estás temblando.
– ¿Volverá, verdad? –me preguntaba cada día.
– Claro, luego bajamos a ver.
Paz, la cercania de la pareja frente a la desgracia esta bien descrita con imagenes muy visuales. Suerte y saludos
todo esta dicho con tanto pudor que me suben las lagrimas…
Duele al leerlo el terrible dolor de la ausencia y todavía más el dolor del hombre, que sufre doblemente por la muerte de su hijo y la pérdida de la razón de su mujer. Magistralmente descrito. Enhorabuena. Gloria
Duele al leerlo el terrible dolor de la ausencia y todavía más el dolor del hombre, que sufre doblemente por la muerte de su hijo y la pérdida de la razón de su mujer. Magistralmente descrito. Enhorabuena. Gloria
Tremendo micro. Felicidades
Es bueno -suerteHéctor
No sé si es por que soy madre pero me ha parecido tan doloroso. Sin duda muy bien escrito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Lo más bonito de escribir es poder conmover, poder generar emociones y sentimientos en los demás. Cuando ésto ocurre, hemos cumplido nuestra misión. Un saludo y gracias de nuevo.
Muy triste y emotivo. No me hago idea de como es, y no quiero siquiera imaginarlo. Lo has descrito muy bien. Felicidades
Conmovedor, tierno, muy bien contado. Un diez, enhorabuena. Nuria.
Muy bien narrado este episodio triste.
Suerte y recibe mi saludo.
Mucha sensibilidad en este relato. Un saludo y suerte.
Es muy triste, Paz, se me pone mal cuerpo. Consigues con este micro rascar la superficie y penetrar en el dolor de los padres sin caer en melodramas. Y eso hace más daño. Me ha faltado solo ver un poquito perfilado al hijo o a qué edad murió.
Un abrazo.