SEP168. DESTINOS, de Merce Ribera-Baja
Se jugó el destino entero con aquel billete, apostando todas las esperanzas al riesgo de un solo viaje. La travesía de su necesidad.
Supo, cuando en la cola de regreso se destapó la sima del mundo a sus pies con dulce acento caribeño…Abra la maleta!, que sus hijos ya no lo reconocerían al volver. Que tantos años después, solo sería un desconocido apareciendo sobre la odisea sus pasos.
Lo que hace la distancia a veces forzada por emigrar para sobrevivir.
Suerte y recibe mi saludo.
Un viaje por la supervivencia, Anna, aunque he debido dejar algún fleco suelto porque es otro diferente al de la emigración el que quise contar con esas palabras. Gracias por tu comentario, casi sonoro, sabes?, porque recuerdo tu voz, de haberla escuchado hace ya (en otro blog), tu maravillosa voz.
(Perdón, salió abajo el comentario, lo repito aquí)
Un solo error provocado por la necesidad puede cambiar toda una vida. Tú lo has reflejado muy bien y has hecho el esbozo de los muchos años de penurias que al protagonista le quedan por delante en apenas unas líneas. Muy bien comprimido. Suerte y un saludo.
Un solo paso que no solo determina nuestro destino, de alguna manera siempre también el de los que nos rodean. Todo un reto para mi comprimir. Gracias Ana.
Merce, buen resumen de tantas situaciones como cambian cuando surge «ese Imprevisto en la aduana. Suerte y saludos. Calamanda
Traspies que cambian el rumbo, verdad?. Gracias Calamanda
Un viaje por la supervivencia, Anna, aunque he debido dejar algún fleco suelto porque es otro diferente al de la emigración el que quise contar con esas palabras. Gracias por tu comentario, casi sonoro, sabes?, porque recuerdo tu voz, de haberla escuchado hace ya (en otro blog), tu maravillosa voz.