SEP171. EL CAMIONCITO, de María Elena Padrón
Cuando llegó a la plaza aún soplaba el viento cálido que dejó la tarde de Septiembre. Había alargado el momento por miedo. Pero allí estaba. El camioncito naranja dejó polvo en el camino al alejarse. El viejo campanario la miró sin decir nada. En el aire se respiraba sus ansias y sus miedos.Entró y miró el cajón metálico que esperaba su visita. Tenía que estar allí, Su carta. La noticia de su vuelta.
Días y noches esperando , deseando.
El se lo dijo al partir. Había prometdo volver.
El no saber si volverá tiene que ser difícil de llevar, máxime si pasa días y noches con esas ansias de su vuelta.
un saludo
Suerte
Rosa.