SEP175. EL TRABAJO DE SUS SUEÑOS, de José Ángel Gozalo Molina
Una mañana cualquiera de su monótona vida, Gregorio desayunó frente al televisor, pero sin prestar atención a las noticias sobre sucesos y economía que estaban retransmitiendo.
Minutos después, delante del espejo, se aseguraba de que todo estaba perfecto:
Llevaba su mejor traje, los zapatos pulcramente limpios y se había afeitado para la ocasión.
El anuncio de trabajo del periódico parecía estar hecho para él:
SE BUSCA HOMBRE CON BUENA PRESENCIA, QUE DOMINE VARIOS IDIOMAS, CON DISPONIBILIDAD PARA VIAJAR Y SIN CARGAS FAMILIARES. OFRECEMOS TRABAJO FIJO EN UN SECTOR QUE NO CONOCE LA CRISIS.
Fue una suerte haberlo encontrado por casualidad, cuando después de tres años en el paro, rozaba el límite de la desesperación.
La dirección correspondía a una fábrica enorme en el centro de la ciudad, que parecía abandonada, pero de dónde no dejaba de entrar y salir gente.
El entrevistador, un hombre de aspecto siniestro, comenzó enumerándole las bondades del trabajo, tales como que viajaría por todo el mundo y conocería mucha gente.
Todo cobró un terrible sentido al abrir su nueva taquilla y encontrar una enorme guadaña dentro.
— ¿Es que no ha visto las noticias?, usted se suicidó ayer —susurró una voz detrás de él.
José Ángel, imprevisto final; mejor el paro que la muerte. Suerte y saludos. Calamanda
Es que me encantan estos finales bombazo con que nos suele dinamitar este escritor. José Ángel, sigo siguiendo tus cuentos.
Un abrazo.
Me ha encantado ese final, muy bueno tu micro. Suerte.
Besicos muchos.