SEP21. LAMENTO Y ALIMENTO, de Gustavo Gareiz
Ya había viajado demasiado sin poder encontrarla. Ahora estaba frente al mar en el que ella lo había abandonado. Tenía la boca reseca y los pies, en llagas. Algo en su corazón tenía que haber que alimentara sus pocas ganas de seguir adelante.
Hundió las manos en su pecho y se arrancó el músculo debilitado. Una a una, fue corriendo las fibras, apenas latientes. Allí, en el fondo, habitaba, como una fruta madura, el olvido.
Pero justo antes de llevárselo a la boca, el murmullo de las olas le devolvió su nombre. Entonces, prefirió morir de hambre antes que olvidarla.
Gustavo, estaba esperando tu cuento y como de costumbre me dejas impactada…. Que es el AMOR ?…. Que cosas sentimos al no ser correspondidos…….
Un beso
Una admiradora
Desgarrador y emotivo, muy bueno.
Nuria.
Relato que gana cuando avanza y acaba con un muy buen final.
Felicidades.
Coincido con Antonia, va ganando poco a poco esta historia. Final de romanticismo perfecto. El olvido como fruta madura¿?, curiosa metáfora… Es cortito pero no necesita más, deja ese regusto a tristeza y grandeza.
Muy bonito, Gustavo. Es intenso y emotivo, deja un poso de tristeza maravillosamente extraño.
Un abrazo.
Muy lindo relato, Gustavo. Un saludo. Nancy
Gracias por todos sus comentarios. Pensé en el corazón como en una caja de Pandora y en la ambivalencia del olvido, como en la de la esperanza. ¿Para qué olvidar, si nos queda el dolor? ¿Qué esperar, si ya se sabe lo que viene? Me alegro de que les haya gustado el «micro».
Muy bonito. Suerte, compañero.
Gustavo, qué fuerte tu relato, qué suerte no sentir todo lo que transmites en tu micro.
Un abrazo
Por suerte existe la escritura para exorcizar dolores. Gracias, amigo. Otro abrazo para ti.
Llego tarde, llego tarde (como el conspicuo conejo de Alicia) Me alegro infinitamente de haber encontrado tus textos, procelosos y líricos ¿Los dos anteriores están bien ligados en su argumento, verdad? ¿Es como si formaran parte de una trilogía chiquitita? Bien Lagarza: Ojalá tengas suerte sobresaliente y endulce el dramatismo de estos poéticos párrafos. Insisto, bien, muy bien. Disfruta de un día estupendo…..de parte de Juan Pérez.
Amigo Juan, muchas gracias por tus «tardías» pero elogiosas palabras. Hay una mujer, es verdad, que es nexo de para esta especie de «microtrilogía» que comparto con Uds. Un abrazo
Curioso el título, por la rima, pero muy justo y efectivo. Lo del músculo me ha ganado. Grande.
Gracias, Pablo. Es la paradoja del dolor, que parece matarnos, pero al que a veces recurrimos para salir adelante.
Amiga Ana: Como ya te dijera antes, me pueden las contradicciones para volcarme a escribir. En esta micro juego más con la rima en el título, como marca el amigo Pablo. Y eso de «seguir adelante» es quizá la mayor contradicción. El amor duele y sin más abre el juego a las palabras, quizá no al sentido. Y en esa duda, juego. Gracias por tus palabras.
¡Wow, cuanta belleza, me encantó! Nada más hermoso que el sacrificio ante el amor, pero, si encima, ese amor, vive fundido y preso en el corazón, jamás perecerá en tus recuerdos. Saludos y mucha suerte.