SEP23. RITUAL, de Inés Zapirain López
Al atardecer, comienza un ritual que empieza en mi mente descendiendo despacio hasta explotar en mi boca.
Vestida de mil colores, descalza, y con mi cabello engarzado al descuido, entro en la intimidad de mi cocina.
Preisner suena de fondo mientras descorcho una botella de Moscato. El embriagador espumoso se desliza por mi garganta como fruta madura, dulce y fragante burbujea en mi cuerpo.
Entre sorbos imagino el menú: insolentes calabacines, tomates carnosos, chile picante, finas capas de pasta, albahaca…
Separo con ternura una pequeña hoja de la planta frotándola entre mis dedos; la albahaca solo muestra su perfume cuando la acaricias suavemente.
El postre surge de una danza suave: seno de novicia cubierto de espuma de Venus.
Para cuando él llega, la botella de vino está por la mitad y los colores del vestido se mezclan con mi piel.
Mis muslos le enlazan…
Lo único que lamento es que no sepa apreciar mi arte culinario. Siempre comenta que aunque sabrosa, la cena está fría. Yo no me canso de decirle que deberíamos comer antes; pero él, en cuanto cruza el umbral de la cocina, solo puede aflojar su corbata y hacerme el amor entre los humeantes panecillos recién hechos.
Inés, desde luego a ti sí que te sobra imaginación. El relato es muy agradable fácil de leer e intriga al lector a ver que pasa. Me gusta mucho como describes la comida se me ha hecho la boca agua. El final es muy gracioso me he reído mucho. Gracias Inés, por alegrarme la tarde, Sotirios.
Sotirios, me alegra alegrarte la tarde.Gracias a ti por tomarte un rato y leerme.
Por cierto, creo que compartimos algo más que la pasión por escribir…
Namaste
Mujer, pide una pizza (después). El vino puedes tomarlo antes.
Muy buena ambientación, descripción y relato.
«los colores del vestido se mezclan con mi piel», me parece muy bueno.
En que se enfríe la cena también tienen culpa esos muslos que enlanzan…
Felicidades y abrazo.
Jajaja Antonia, me has dado una idea sobre lo que cenaré esta noche. Tienes razón con lo de los muslos, es una parte del cuerpo con mucho poder de atracción.
Besos y gracias.
Enlazan, «sorry», pero quizá también enlanzan.
Lo pongo en mi léxico de errores. 🙂
Me ha parecido leer que estás haciendo un diccionario, espero que nos lo enseñes 😉
Me gusta «enlanzan»
Impresionante me has quedado con ganas de más, espectacular descripción de esa cena con el más mínimo detalle, no se mucho de literatura, pero me ha encantado, para mi esa descripción tan detallada va con el caracter de la mujer, una mujer que se desvive por su marido, que se pasa horas cocinando para él, y de él solo habla las últimas lineas haciendo símil con que el solo se quita la corbata, para expresar lo apasionado de él..
Enhorabuena y muchísima suerte, me ha encantado.
Saludos.
Nicolas, a mí me impresiona tu comentario. Muchísimas gracias, palabras como las tuyas animan a seguir escribiendo.
Un abrazo.
Una receta diferente para este lugar de los 200, literatura con un toquecillo de pimienta que enlaza muchas ideas.
Está muy bueno. Lines
Lines, me encanta que lo hayas probado y te guste.
Un abrazo agradecido.
Según leía iba poniendo imágenes, me encanta.
Nuria.
Mil gracias, Nuria. Me encanta haberte sugerido imágenes.
Un abrazo.
Me gusta tu relato, Inés. Y esta frase: «el postre surge de una danza suave: seno de novicia cubierto de espuma de Venus.» Me ha encandilado. Suerte.
Gracias Jesus, es un postre perfecto para una noche romántica.
Un abrazo.
Un relato muy evocador, cargado de sensualidad e imágenes muy bien perfiladas.
Enhorabuena.
Un abrazo.
Me alegra que te guste, Esperanza. Me hacen mucha ilusión vuestros comentarios.
Un abrazo cargado de agradecimiento.
Me ha encantado este ritual evocador de sabores, olores y colores. Y sexo.
Felicidades, Inés. Un gran micro.
Saludos.
El amor cargado de sabores, olores, y colorido sexo, es mucho más divertido.
Te agradezco tus palabras.
Un abrazo, MJ.
Un relato muy sensual que te atrapa desde la primera línea. Enhorabuena.
Ana, atrapar es el sueño de todo escritor, incluso si se trata de una simple aficionada como yo.
Muchas gracias, un beso.
No queda muy claro si, en este caso concreto, atrapan a este hombre por el estómago o no, ja,ja,ja.
Rezuma sensaciones: imágenes, olores, sabores, colores…Felicidades.
Dicen que a los hombres se les conquista por el estómago. En este caso, y para este hombre, habría que añadir la vista, ella es un festín más en el interior de esa cocina llena de sensaciones.
Muchas gracias, Eva.
Un abrazo.
Hola Ana, eres un encanto. Siempre tienes una palabra amable y divertida para los que compartimos este espacio.
Gracias,tú sí que lo haces bien!!!
Besos!!!
Inés: No hay hombre que se resista ante tan suculentos manjares, por muy horneados que estuvieran los panecillos si el hecho se ha consumado entre ellos no desearía probarlos. Muy bonit relato me ha abierto el apetito me voy a comer algo, ciao.
Sí Sandra, los panecillos han quedado inservibles 🙂
Disfruta de la cena, yo he disfrutado de tu comentario, gracias.
Un abrazo.
Inés, menos mal que acabo de cenar!!! consigues hacer de una escena cotidiana como el preparar la comida todo un acontecimiento. Descripción perfecta de todo tipo de sensaciones, frases grandiosas, muy bueno. Evidentemente el marido de la protagonista no es vasco, ja ja jaaaaa, a algunos se les conquista por el estómago y a todos por algo más abajo. Pues nada que algún día consiga cenar la comida calentita. A ver si me animo y sigo algún ritual para la cena de mañana, eso comprar el dichoso libro este de las sombras de Grey que debe estar arrasando… Eskerrik asko Inés me has alegrado, que venia mosqueada con el anónimo de tu vecino de abajo.
Kaixo María:
Sí, es por esas zonas bajas por las que se conquista a un hombre jajaja. Nada como un suculento plato servido de forma erótica, que les alegre la vista y despierte sensaciones. Aunque en mi caso, mi marido es tan exquisito en la cocina, que soy yo la que sucumbo.
Haz locuras en la cocina y comprémosnos el libro de grey.
Ah, y no andes mosqueada.
Un besazo!!!
Muy originales esos preliminares, Inés, y si la cena está fría pues directamente a repetir del postre, ¿no?
Un abrazo.
Susana, no me digas eso del postre ahora que he decidido rebajar mi dosis de azucar. Ya te contaré lo que aguanto 😉
Besos!!!
Por cierto, muy original esa sombra.
Coqueto y pizpireto, este micro culinario. Hace que se te abra el apetito en todos los sentidos.
Suerte, Inés.
Me ha gustado.
Gracias, Ricardo. Tengo que reconocer que yo misma soy un poco coquetuela, así que le habré pegado algo al micro.
Un abrazo directo a ese corazón que ruge.
Sin duda alguna a mí también siempre me gustó empezar por el postre. ja,ja,ja,ja
Excelente micro, mucha suerte.
Frank, sin duda el postre es lo mejor 😉
Muchísimas gracias, y un abrazo enorme.
Me ha gustado tu relato, juegas con la sensualidad y con las palabras, y el cóctel que obtienes es delicioso. Felicidades
un abrazo
Paloma Hidalgo
Paloma, agradecida de que te pases por aquí y comentes mis palabras.
Un abrazo.
Muy bien ambientado el relato, mantenido con intensidad hasta ese final explosivo.
Mucha suerte
Gracias, Elena. Te agradezco el paseo por mi relato.
Un abrazo.
Tu micro habla de dobles apetitos. Muy sinuoso y cargado de sensaciones.
Me ha gustado. Enhorabuena.
Gracias, Yolanda. Me alegra que te guste.
Un abrazo.
Un juego sensorial , sensual, descriptivo, evocador, atractivo, imaginativo, con toque de misterio y humor.
Me ha gustado tu micro para este septiembre «calentito» (y me lo estaba perdiendo).
Un beso envidioso, Inés.
Amparo Matínez A.
Gracias Amparo, eres un cielo.
Un besazo!!
Si me puedes mandar un poco de ese vino te lo agradeceré.
Suerte, compa!!
Te lo mandaría encantada, pero he terminado con mis existencias de Moscato.
Aunque debo decir en mi defensa que es un vino de baja graduación, je je 😉
Gracias por dedicar un rato a mi micro, Vidal.
Un abrazo.
Ana, dice que lo haces bien, Soti que te sobra imaginación y así mil comentarios. Ya quisiera Grey, el cartero llama…. y ratatouille tener la sensibilidad que tienes tú para que tu micro me gustara tanto.
Inés, muy erótico.
Un beso
Epi, jajaja, tus fotos son un puntazo!!
Muchísimas gracias. Me gusta tu comentario y me llegan tus palabras. Eres encantador!!!
Un beso enorme.
Un ritual muy sensual e imaginativo, Inés. Me ha encantado.¡Felicidades!
Gracias, Nicoleta. Estoy encantada de que te encante.
Besos y abrazos!!
El relato muy bueno, de hecho, la próxima vez que me enfrente a un calabacín le rebanaeré el pescuezo con mi cuchillo cebollero por insolente. Y estoy totalmente de acuerdo con María, el tio no es vasco porque se hubiera puesto a machacar unos piñones con un poco de parmesano y esa albahaca para acompañar esa lasaña, y ya si eso, después de la cena…
Jajaja, Jesús, tu comentario sí que es bueno.
Gracias por comentar mi micro. Lo de si el tío es vasco o no, lo voy a dejar en el aire.
Un beso – Muxu bat
Inés, no he conocido tu relato hasta hoy. Merecía la pena esperar. Suerte.
Mil gracias Calamanda.
Un beso.
Kaixo, Inés!
Hasta hoy no he podido leer tu relato. Zorionak!!! Me ha encantado, sensual, sensitivo, sugerente… cuántas «s», je, jeee…
Soberbio!!!
Muxu handi bat
Marta
Kaixo Marta:
Gracias por pasarte y comentar con tantas «S» MARAVILLOSSSSASSSS!!!
Un beso grande para ti también.
No me esperaba el final, pero aunque no lo parezca das indicios:
jo, me he mareado con la descripción de la comida. Yo sólo sé de postres, pero aun así me abrió el apetito. Pon que terminaron con un baklava y les tendré mucha envidia a tus protas.
Qué guay te ha salido.
Un saludo,
Anais
Gracias Anais, eres un encanto.
He buscado el postre que nombras. No conocía ese manjar, pero prometo probarlo a la menor oportunidad. Aunque tenga que hacerlo yo misma.
Un abrazo.