SEP45. ¿EN EQUILIBRIO? de Aurora Royo Cañadas
Todos en casa le tachan de inconformista. Sin embargo, a ella le parece que no pide nada fuera de lo normal.
Al fin y al cabo, ahí está su madre todo el día recordándole que aún es hija. Y sus hijos intentando impedirle ser madre -qué rápido crecen-.
Cuando era niña quería ser mayor y a todo el mundo le parecía muy gracioso. ¿Será que les venía bien?: “Cuando seas mayor, esto, cuando seas mayor, lo otro…”
Por eso no entiende porqué no entienden -¿será que no les viene bien?- que ahora quiera volver a ser niña.
Es la eviterna dicotomía que arranca cuando empezamos a tener inquietudes. No sabía que tenías mano para microrrelatos de sesgo ensayístico. Le doy la razón a esa moza que desea volver a ser «puella», para mí es el secreto..vivir la vida adulta con la mirada para poder asombrarnos y maravillarnos de un niño/a. Creo que algo de esa Gracia e idiosincrasia tú la posees. ¡Bien por ese Carisma! ¡¡Buenas Tardes!
Oh, si, querido Maese. Mi inmadurez habla por mi, casi siempre!!
Gracias. Un abrazo gordote.
Un tema muy recurrente en sociedades matriarcales que llegan a ser asfixiantes… Yo le recomiendo que salga huyendo, cuanto más lejos mejor. Volver a ser niña significa no querer enfrentarse con la realidad. Suerte, un saludo.
Volver a ser niña significaría no tener que enfrentarse con la realidad. Querer volver a serlo significa no querer enfrentarla. El no poder volver a ser niño/a significa tener que seguir enfrentándola, por mucho que fastidie, a veces. Creo que nos pasa a todos/as alguna vez. Aunque, por desgracia, hay muchísimos niños que si o si se ven enfrentados a la realidad a diario… Uyyyyy, esto da para muchooooo. Mejor lo dejamos aquí!!
Un abrazo.
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Esos ‘viajes en el tiempo’ que todos anhelamos alguna vez, si fueran posibles, cambiarían la pirámide poblacional ;o). Buena reflexión, Aurora, un beso.
¡Ya lo creo, Eva!! jjjjjiiiiii!!!
Un abrazo. No reflexionemos demasiado hoy, que es sábado.
Aurora, eso nos pasa a todos cuando somos niños queremos ser mayores y cuando somos mayores decimos ojala volviera a ser niño. Eso les pasa a todos excepto a mí que soy eternamente un niño enjaulado en un cuerpo de adulto. Un besado a mi guapísima amiga, Sotirios.
Aurora, el niño que llevamos dentro habla en tu relato con la misma naturalidad que lo hace en nuestro interior. Suerte y saludos
Nunca debíamos de perder el niño que todos llevamos dentro, les venga bien o no a los demás.
Suerte y abrazos,
«Chungo» quienes se tiran la vida deseando el futuro y añorando el pasado.
Tu relato esconde, está lleno de reflexiones. Me gustó.
Suerte
Rosy
No hay que dejar morir nuestra parte niña y, querer volver a ella, es una forma de mantenerla viva.
Un abrazo,.
Muchas gracias a todos por comentar. Si, creo que este «volver» da para bastante reflexión. No quería yo llegar a tanto cuando pensé en ello. Pero ahora que lo releo, gracias a vuestros comentarios, también me lo repienso y me lo re-reflexiono. Uyyyy…. !!!
Este espacio va a resultar terapéutico, además de divertido, didáctico, simpático, ameno y todas esas cosas. Lo dicho: Gracias.
Aurora,buen punto de inflexión en la vida del personaje…el cambio que trae la madurez aporta esas primeras dudas. Todos alguna vez hemos pasado por esa etapa de transición entre la inocencia y la responsabilida.
El único pero es que me gustaría fuese más largo porque me gustó el tema y como lo desarrollaste.
Besos
Suerte.
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Me parece ver un desgaste mental del personaje en este relato, Aurora, y si no fuera porque mencionas a la madre, pues un brote de alzheimer. Aunque también puede ser una mujer que llegada a cierta edad no sabe qué hacer con su vida. Esto nunca lo entenderé, lo de «qué voy a hacer con mi vida cuando…», de verdad que no lo entiendo.
Un abrazo
Qué bueno que es incoformista. Así debíamos ser siempre, y más en la madurez. Yo creo que además es algo biológico, de niños debemos evolucionar a mayores y de mayores, involucionamos a pequeños. Me parece una maravilla, y que lo has descrito muy bien. Felicidades Aurora.
La solución parece clara: hay que hacer como dicen Juan Pérez y Sotirios: ser un adulto y vivir siempre con la inocencia de un niño. Me parece un buen equilibrio, mejor que esos niños que parecen adultos.
Saludos y suerte este mes.
Todos somos equilibristas en esta vida y además sin red de seguridad, no crees? haces bueno el dicho de que siempre queremos lo que no tenemos. Que bueno es crecer y seguir siendo niño a la vez.