SEP52. VISLUMBRES DE OTOÑO, de Héctor Hernández
Smith, como cada mañana, coloca el vinilo sobre el gramófono y lo deja tocar. «Era su favorito», dice para sí cerrando los ojos con la esperanza de recordar, de olvidar, de entender. “…y sorbí la miel de la ambrosía de la uva madura de tu boca…”, recita una voz en el viejo bolero mientras que el acompañamiento de las guitarras trepa por los muros, baja por las cortinas e inunda con sus notas los resquicios de la casa entera; pero Smith parece no darse cuenta de la música porque su mente ya está en otro lugar, en otro tiempo, en aquel último otoño que compartieron juntos. Nunca entendió por qué, en plena madurez, cuando se le veía más feliz, más plena, Nora decidió quitarse la vida. No hubo adioses ni reclamos; no hubo a quién culpar ni notas aclaratorias. Luego de aquel acto incomprensible Smith se alejó de familia, amigos, de su mundo entero para limitarse a colocar, una y otra vez, la aguja sobre el disco en cuyos boleros intuye que encontrará algún porqué, alguna vislumbre sobre aquel suceso que le destrozó el alma.
Un relato precioso, atragantado en la pena, en el amor imposible que partió, como los boleros…
Llenas de fantasia bailable mi corazón, suena la música del abrazo ensoñado, del cariño en pasos leves y bamboleantes, de la caricia…
Me llevaste al interior de ese relato a base de notas y sones…
Me lo quedo.
Lines
Gracias por tus comentarios lindos y poéticos.
Saludos.
Héctor
Pobre Smith, rota el alma, ¿qué le queda?
Es muy bonito.
Un abrazo.
Ciertamente no le queda mucho.
Un abrazo para ti también.
Héctor
Me gusta el estilo y la historia, preguntada mas que contada por el protagonista. Ese disco que gira, sin principio ni fin es un símbolo de la respuesta que ya no va a encontrar.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario, Antonia. Creo que eso que dices: «Ese disco que gira, sin principio ni fin es un símbolo de la respuesta que ya no va a encontrar.» Es el quid del relato.
Saludos
Héctor
Cualquier persona que mezcle música e historias ya me cae bien la verdad. La música tiene el don de cambiar el estado de ánimo, y los sentimientos profundos hacen que a su vez busquemos cierto tipo de música. Buena coreografía de recuerdos. He buscado la canción en youtube, no la conocía… me gusta que en los relatos haya pistas que apunten a otro sitio… me has hecho pasar un muy buen rato.
No siempre hay que buscar un por qué Hector, a veces solo hay un adios, o un hasta luego.
Muy interesante lo que dices, María. Es cierto, a veces simplemente hay que dejar ir sin más. Me alegra que hayas disfrutado la lectura.
Saludos
Héctor
Enhorabuena por el relato Héctor. Es tan bello como triste. Me ha hecho pensar lo cruel que puede llegar a ser la vida.
Te deseo que tengas suerte, un saludo
Muchas gracias por tu comentario, José. Sí, a vece la vida muestra su lado oscuro.
Éxito
Héctor
Es triste, pero debe de ser por el otoño, se nota que se terminó el verano.
Me ha gustado.
Un abrazo
Gracias por tu comentario, Epífisis. El relato quizá refleja un poco la melancolía de las hojas de otoño.
Un abrazo para ti también
Héctor
Héctor, tu relato me pareció muy, muy bueno. Tiene atmósfera, tensión, sentimiento, originalidad. ¡Felicidades!
Hola Nicoleta, muchas gracias por tu comentario.
Saludos
Héctor