SEP55. NO VOLVER, de Anna Jorba Ricart
Quise recordar tu sonrisa radiante que alumbraba tu rostro y tu mirada de amante, calando mi corazón que latía enamorado.
Quise oír tu voz melodiosa susurrando caricias con palabras complacientes, rozando mi alma con tu galanteo coqueto.
Quise abrirme de nuevo para ti en ese punto en el que perder el sentido era gozar hasta fundir de placer tu insinuación.
Quise pasear buscando en la arena de tu playa la huella de tus brazos en la noches de luna reflejada en nuestro mar de vida.
Quise retener desde lo alto de la torre de aquel reloj de pueblo, como cigüeña celosa de su nido, el tiempo que juntos vivimos. Hasta que ella, la de sin retorno, me robara para siempre tu sonrisa, tu mirada, tu voz, el placer, nuestra huella y el tiempo. Aquello y más, que tanto quise.
Me quedaron tantas cosas por decirte.
Los recuerdos hacen revivir las emociones y los sentimientos. A veces uno se va y no vuelve.
Gracias y un abrazo para ti también.