SEP59. COMPLICIDAD, de Virginia González Dorta
_¡Abuelo, abuelo, ven, corre, que he oído caer la trampa!
El mirlo, azabache y oro, mira a través de las débiles rejillas. Con su fuerte pico podría romperlas, pero algo le dice que su cautividad es la alegría de dos que se quieren, a través del tiempo y de las generaciones.
_¿Ves, Isaac? Si formas una buena trampa los pájaros caen como fruta madura.
El abuelo sonríe, sabe que no siempre es así, pero la magia del instante borra cualquier cosa que no sea el aleteo de levita del mirlo enjaulado.
Cuanto más lo leo más complejo me parece este instante. Me parece muy sutil. Virginia, vaya cuento más turbador.
Un abrazo.
Gracias, Anónimo y Susana.
Me han dado una alegría más que grande.
Besos para ambos.
Qué relato más bonico y tierno.
Si yo fuera el mirlo, actuaría de la misma manera con tal de ver así de contentos a nieto y abuelo.
Una alegría leerte, Virgi. También, que esté por otros lares me alegra, mucho, mucho.
Un beso.
Hasta el mirlo es cómplice del instante, de la plenitud de esas dos generaciones.
Tus letras siguen conquistando espacios y vuelan.
Un beso, Virgi,
¡Ah, Isabel, Eva, que dos tesoros que me ha regalado este mundo virtual!
Montón de gracias y muchos besos
Donde haya una relación de abuelos y nietos, que se quiten las demás. Divina ternura, precioso instante.
Un cuento puede atrapar un instante de felicidad y belleza uniendo la inocencia y la sabiduría.
Un abrazo!!!
Qué tierno Virgi, casi tanto como tu. Eres única.
María, Aristos, gracias por venir hasta aquí.
Un fuerte abrazo.
Querida Tecla, la ternura es toda tuya, cielo. Sí, sí, que lo sé bien. La brisa te lleva mis besos.
Complicidades y ternuras captadas por tu sensibilidad.Sensibilidad que siempre me comunicas. El niño, el abuelo… tan buenos recuerdos a fruta madura, a mirlos y pájaros…a esa infancia que se nos ha ido. Me emocionaste Virgi. Y sigo abrazándote.
«Azabache y oro, aleteo de levita» ricas definiciones.La inocencia y la experiencia. El aprendiz y el maestro. Sencillez y ternura. Un buen micro.
Que no nos falle la tenura. Hoy o mañana.
Les agradezco la visita, Tanci, Antonia.
Muchos besos
Qué bien los escribes!! jaja
Esa complicidad entre el abuelo que coloca la trampa sin saber si el mirlo esta vez escapará o permanecerá en la jaula sin moverse y a la vez, la buena relación que nieto y abuelo mantienen es un lujo que siempre se agradecen en tus lecturas: la cooperación y la amistad de la buena…
enhorabuena, espero que quedes entre las mejores :))
un abrazo
«Aleteo de levita» ¡Qué imagen tan buena del aleteo del mirlo en una historia agridulce!
¡Suerte!
Belén
Es precioso, Virgi; puritita poesía.
Y muy sabio el mensaje del pájaro.
Milbesos
Esi, Anónimo, Soco, les va un largo aleteo de gracias y besos.
Precioso cuento Vir…me gusta mucho esa forma tan sutil que tienes de describir el amor, la complicidad, la belleza de las cosas…¡genial!, si yo fuera parte del jurado lo tendría claro!. ¡¡¡Un abrazo y hasta prontito!!!
Guayonge, una visita tuya es un regalo, mil gracias, cielo.
Muchos besos
La naturaleza es sabia y el mirlo así lo representa. Un trío dulce y cómplice. Bello.
Besos
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Cuanta verdad encierra esa complicidad.
Besos
Quererse a través del tiempo. El mirlo cómplice… has atrapado un momento tierno.Muy bonito,
Mis gracias más tiernas, Mar, Gaia, María E.
Besos a las tres.
· Me quito el sombrero.
Tengo un par de mirlos, sin jaula, que me visitan porque saben las razón… que los espero.
· BdPH
CR· & ·LMA
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Bai Tacirupeca por el quebos, docuan de tepenre, sáz, le bolo, se le bolo, se le bolo… !!!!
Perdona pero no pude evitarlo.
Un triángulo certero, una complicidad sabia, un placer leerte.
Bss
Muy bonito, corto, profundo y tierno. Un certero seguro al corazón.
Felicidades.
Suerte, Virginia.
Por cierto, tienes un nombre precioso.
Ñoco, Edgar, Ricardo, ¿cómo no agradecerles que se acerquen hasta aquí? Besos y abrazos
Hummm, leyéndote me viene a la memoria aquella canción de Fuxan os Ventos, «Merla, merliña»…que termina diciendo «…No tengas miedo, no voy a robar, ni tus hijos, ni tu cantar»
Te dejo un beso, Virgi.
Acabo de leer «carta de una maestra» y no podías ser de otra manera, nada más y nada menos que profesora.
Tu ternura te desborda y siento envidia de los miles de niños que han aprendido contigo.
Un beso canarión
¡Muchacho! Si eso fue hace cuatro años…¡vaya, menudo sorpresón! ¿Y cómo me relacionaste con el blog?
Un abrazo. Emocionado. Mucho.
Un relato precioso, Virginia, con un abuelo, un nieto y una mirla animados por el amor.
Un abrazo
Gracias, Nicoleta, me has dado una preciosa sorpresa.
Otro abrazo para ti
Me alegro de haber llegado hasta aquí, empujada por la brisa del otoño, para contemplar esta escena de vida y aprendizaje.
Mágico.
Besos
Muy tierno, Virgi y muy visual, es imposible no ver la escena.
Besitos
Mil gracias, Elysa.
Muchos besos también para ti.
Me encantó, Virgi. Sobre todo por esa generosidad (espero que tras unos días sea correspondida con la libertad) de ese mirlo, por la ternura del relato.
¡Ah, Ximens, viniste!
Gracias, montones.
Que te haya gustado es un placer grande para mí.