SEP70. UN, DOS, TRES, de Yolanda Nava
No hay entradas, su prestigio ha llenado el recinto y hay gran expectación ante el anuncio de su nuevo truco. Sólo él conoce su entramado. Para aumentar la emoción, se presenta en un escenario vacío, nada de telas, ni atriles, ni cajones. Nada. Pide una voluntaria, una joven menuda de aspecto delicado se ofrece como tal, después pide al público una prenda amplia y un amable caballero ofrece su capa. Ruega a la joven que se tumbe en el suelo y la cubre con la prenda. Después formula -mientras agita su varita- las palabras mágicas, y levanta la capa bajo la cual no hay nada. En los rostros de los espectadores se refleja una mezcla de admiración y miedo. De nuevo agita la varita sobre la capa mientras dice: “cuando cuente tres, estarás aquí otra vez”. Uno, dos… Todo ocurre muy rápido: una punzada fuerte, un dolor agudo… Las recomenciones de su médico tamborilean en su cabeza: más deporte, menos tabaco…
Lo último que ve es su varita rodando por el escenario.
¿En donde estará la frágil jovencita? Esperemos verla aparecer en cualquier relato, o mal lo tiene 🙂
Muy bien logrado el ambiente de misterio, el ritmo, la magia. Has sacado de la capa un buen relato, la varita te ha dado resultado, seguro que tú ni fumas y sí haces deporte, al menos , seguro que el de escribir, que no es mal deporte.
Felicidades, suerte y abrazo.
No sé si me preocupa más que no aparezca la chica o que aparezca y le descubra el truco. Relato bien narrado, como todos los tuyos.
Un beso.
No sé si me preocupa más que no aparezca la chica o que aparezca y le descubra el truco. Relato bien narrado, como todos los tuyos.
Un beso.
Yolanda, buen ritmo e imagenes de ese escenario tan teatral; el final lo redondea. Suerte y saludos.
Todo regresa en el peor momento: los dolores, los reproches del médico,…, pero la chica, ¿regresará la chica?
Qué bueno es leerte, Yolanda.
Un beso
Juan M
Vaya, los achaques le han regresado en el peor momento. Y sólo le quedaba decir: «tres». Pobre chica… ¿volverá?
Genial, Yolanda. Muy buen relato.
Un abrazo.
Es muy buen relato , Yolanda, pero casi me levantas la idea de mi relato. Que susto me has dao.
Saludísimos.
Este micro Yolanda me recuerda a la magia de chistera y paloma en mano. A falta del último «número» del mago, nos queda la ensoñación de la chica en su terrible viaje sin regreso. Me gusta Yolanda. un abrazo y suerte para el mes.
Muy buen pulso narrativo y ese vacío que nos dejas preguntándonos en qué mundo extraño se ha quedado la.muchacha. me gusta mucho Yolanda.
Besos gallegos
Un relato que nos explique la experiencia de la chiquita menuda sería la bomba, aunque cualquiera sabe cómo es el limbo de los magos. El tuyo está muy bien, y como he podido comprobar a todos nos dejas con la angustia de saber más: ¿qué mejor regalo para un micro que nos mantenga en vilo tiempo después de haberlo leído?
Saludos y suerte.
QUÉ MALA SUERTE. AHORA NO SABREMOS SI EL TRUCO FUNCIONABA O NO 🙂
UN RELATO QUE AVANZA EN LÍNEA RECTA CREANDO EXPECTACIÓN, COMO SU PROTAGONISTA, PARA TERMINAR CON ESA IMAGEN DESOLADORA DE LA VARITA RODANDO POR EL ESCENARIO: PERDIDA (METÁFORA DE LA POBRE VOLUNTARIA).
MUY BUENO.
UN BESOOOO
Qué bueno, Yolanda. Esto es dejar una historia en alto. Te felicito.
Y te abrazo.
Gracias amigos por acercaros a mis letras y opinar.
Besos a repartir.
Nos leemos.
Muy bueno. Nos deja sin saber nada de la chica, y es que, nunca podemos controlar nuestro futuro (y el de los demás).
Buena historia, igual, quien sabe, le hizo un favor a la chiquita que aprovechó la coyuntura para jamás desvelar el truco y cambiar de vida…¿o existe la magia de verdad? ;o)
Suerte, Yolanda
Siempre las cosas de magos crean esa inquietud en los trucos, como el final abierto de este texto que te lanza la pregunta: la jovencita ¿qué ha sido de ella?. Muy bueno.
Suerte y recibe mi saludo.
Yolanda , genial. ¡Qué infortunio! Me has trasladado a la época de os grandes magos, de los trucos de ingeniería, he visto al mago derrumbarse y la chica sigue sin aparecer.
Creo que no vamos a salir del teatro.
Genial Yolanda muy bueno
Que relato tan bien contado, queda flotando en el aire esa niña delgada. De verdad que me encanta.
Felicidades
La atmósfera mágica del primer momento se torna tragedia al final. Que la desaparición de la chica vaya seguida por la muerte del mago, quedando el truco sin resolver, es una idea genial. Muy buen relato. Felicidades. Suerte y saludos
Hola, Yolanda.
A mí, que me encanta la magia, me ha parecido estupendo. ¿Dónde estará la desaparecida?..
Felicidades y mucha suerte.
Un abrazo.
Vaya, qué oportuno el mago y que bien captada la instantánea del momento.
Un abrazo,
Gracias amig@s por acercaros a mi texto y comentar, me gustaría responder individualmente a cada comentario, pero todavía no han inventado los días de 48 horas… me es imposible, así que agradecimiento a repartir y otra de abrazos.
Buenísimo, Yolanda, todo. Desde el mismo título muy apropiado, la escena muy visual y un final inesperado del todo, original, inquietante,… De infarto, vamos. Un micro de diez.
Un abrazo.
Uf, mala cosa es que se muera el mago en medio del truco, no quisiera verme de mujer de apoyo, esa que desaparece.
Un micro inquietante, Yolanda.
Un beso.