SEP72. DULCE HOGAR, de Rafa Olivares
Encontré la casa igual. Los elementos de decoración ya estaban pasados de moda pero en su día era lo que se llevaba. Ella no estaba, todas sus cosas sí. Su ropa, sus zapatos, sus bolsos, sus cartas, sus libros, sus apuntes, su bisutería, sus perfumes, sus llaves, sus tarjetas -ya caducadas-, su agenda, sus vendas, sus apósitos, su mercromina, sus discos de vinilo, sus peluches… Y sus fotos, las de soltera, las de sus padres, las de los compañeros de claustro, aquéllas con aquel estúpido novio…
En el suelo de parqué del dormitorio observé unos rodales que no recordaba y que me resultaban incompatibles con su exagerada obsesión por la limpieza. En eso había salido a su madre.
Después de revisar toda la casa recuperando recuerdos sólo eché en falta dos objetos, su diario y el cuchillo grande de cortar carne. Curiosamente algo me hacía recordarlos juntos vagamente en otro lugar y en otro momento que ahora me resultaba difícil concretar. Había pasado tanto tiempo… Exactamente veinte años y un día.
Interesantísimo relato por lo que cuentas y por cómo lo cuentas. Lo que no entiendo es la falta de memoria del que habla después de salir de la cárcel. Suerte y saludos
Ya sabes, la memoria selectiva. Escondemos en un rincón de la mente lo que no queremos recordar de forma que lo hacemos hasta inaccesible para nosotros mismos. Gracias Juana. Un beso.
Es de suponer que tanto el diario como el cuchillo tuvieron algo que ver con los veinte años y un día de su ausencia, ¿no?
Historia con buen fondo y forma.
Suerte y un saludo.
Eso debió de pensar algún juez. Gracias Ricardo.
Muy buen relato. Después de leer el diario, seguro que se le cruzaron los cables y desconectó con la realidad.
Por eso lo que viene después es un vago recuerdo que no lo relaciona con él.
Muchísima suerte.
Para fisgonear en lo de los demás hay que estar preparado para lo que te puedas encontrar.
Gracias Virtudes.
Contundente final Rafa. De buen cuentista. Suerte
¡Cómo me gusta que me regale el oído mi maestra!.
Un besazo.
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Rafa, una historia llena de interrogantes con final inesperado y que lo puede aclarar todo. Bien descrito el ambiente y atmosfera de la casa. Suerte y saludos
Sin además te ha gustado ¡genial!.
Un abrazo Calamanda.
A ver quién supera en maldad a estos tipos desmemoriados. Un relatazo sin pudor ni moral, Rafa. Enhorabuena.
Juan M
Sí, son como políticos ante el juez Ruz, amnesia total. Gracias Juan Manuel.
Si solo hubieran sido 20 años…, pero 20 y un día es una pasada para recordar exactamente dónde los había visto juntos 🙂
Me gusta esa enumeración de objetos que pone nervioso al lector; ese avanzar pausado buscando el desenlace. Me gusta la espectativa que creas.
Suerte, Rafa.
Es el repaso a un peculiar ajuar con alguna pincelada sobre la personalidad del narrador. Celebro que te guste Petra.
Un saludo.
Rafa, me gusta cómo has contado un tema tan recurrente como el de la violencia machista, sin que sepamos de ello hasta el final del relato, y descrito desde sus consecuencias en el tiempo. Está muy bien esa enumeración con el añadido específico de la calificación de estúpido ante una foto concreta. Una forma original y bien narrada para dar un giro a estas historias tan comunes desgraciadamente.
Saludos y suerte.
Sí, es una visión desde la piel del maltratador con su carga de mezquindad y bajeza moral.
Gracias tocayo y un saludo.
Muy bien Rafa, sablazo final.
Buena historia, suerte.
Gracias Yolanda. Un beso.
Y digo yo… no estarán escondidos esos dos objetos ( el cuchillo y el diario) en el suelo de la habitación? me mosquea lo del «rodal» ese… si no, no entiendo por qué repara en ese detalle.
Interesante este micro.
Me gustó.
Suerte.
Rosy
Ya dice que ella era muy limpia, por eso le llama la atención que dejara esa mancha. Probablemente andaba muy ocupada.
Gracias Rosy.
Sencillamente escalofriante, espectacular la clave de los veinte años y un día. Mucha suerte, un saludo.
Sí, el día, sobre todo, es lo que da sentido al relato.
Gracias Ana. Un beso.
¿Amnesia selectiva? Muy bueno, Rafa, muy bueno. Felicidades y suerte.
Los entresijos de la mente tienen eso. Me gusta que te guste.
Gracias Eva.
Tremendo relato,amnesia,recuerdos vagos.Casi mejor que olvide los peores momentos no? Me ha intrigado hasta el final.
Un saludo
Rosa.
Muchas gracias, Rosa, por comentar.
Un beso.
Rafa que buen relato, nos llevas de la mano hasta el final demoledor, 20 años y un día.
Felicidades
No hay que fiarse de todo el que te da la mano.
Gracias Asun.
Un abrazo.
Entras en una espiral de recuerdos que no sabes donde te van a llevar , el sorprendente final te lo deja muy claro. Me gusto Mucho.
Un beso
Me alegro que te guste, Esther.
Besos.
Relato negro perfectamente acuchillado.
Felicidades.
Gracias María. Acuchillado sí, perfectamente … no tanto.
Saludos.
Rafa, escalofriante el relato muy buenas descripciones y con un final sublime. Enhorabuena, Sotirios.
Gracias maestro.
Un abrazo.
Rafa, un relato ligero y agradable que te lleva al final con ganas de más.
Suerte y recibe mis saludos.
Muchas gracias Anna. Los límites del espacio dejan al lector que complete la historia a su gusto.
Un abrazo.
Amnesia, se llama amnesia. Vaya cafre tu personaje, Rafa, le veo de un arrepentido… Lo has descrito genial con esa vuelta y sus observaciones en el dulce hogar y admiro sobre todo tu capacidad de sugerir.
Un abrazo.
Haberlos haylos. Me alegro que te haya gustado.
Un beso Susana.
Curiosa vuelta al»dulce hogar» amnésico total. Me gusta el enfoque en plan descriptivo enumerando sus cosas intactas y pasadas de moda y ese toque de humor negro con referencias a la limpieza, la madre y la foto del exnovio (eso me chirría un poco no?). Juegas bien al despiste con la mercromina, apósitos como sugiriendo la muerte natural para luego mostrar sin decirlo la verdadera historia. A mi me intriga lo que habría en aquel diario perdido… Saludos
Sí, en el diario está la clave de la reacción de un marido fisgón, celoso y violento, y además amnésico.
Gracias por comentar, un abrazo.
Me gusta Rafa, el quiebro final, la descripción del regreso y la visión de inmovilidad de un espacio que nadie ha vuelto a ver en tantos años es muy teatral el desarrollo del escenario.
En fin, que muy chula tu apuesta por volver de esta manera.
Un abrazo
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Voy a tu blog
Gracias Manuel. Me alegra que te guste.
Un abrazo.