SEP81. VOLVER A ELEGIR, de Antonio Nieto Díaz
Últimamente no visito a mis clientes. Desde hace años, estos parecen no necesitarme; como si el mercado de nuestro producto estuviera consolidado y, sin apenas publicidad, la mayoría terminan en nuestra Asociación.
No obstante, Felipe Miñones, un pensionista que gozaba de una vida tranquila, no paraba de invocarme. Tanto fue su insistencia que, para no perder la costumbre de lo que fue mi trabajo en otros tiempos, acudí a valorar su petición.
Felipe ofrecía su alma por volver a aquella situación cuando eligió a Anita, su actual mujer, en lugar de Paquita su novia de adolescente. Estaba convencido que eligió la peor de las alternativas y quería negociar.
Me dio “pena” y accedí. El primer año de su nueva vida fue agradable; el segundo no tanto, y el tercero inaguantable. A tanto llegó su desesperación que volvió a llamarme para un nuevo trato: deseaba volver con su esposa inicial. No accedí a su petición por piedad.
Antonio, más sabe el demonio por viejo que por diablo, eso dicen por ahí; la piedad siempre funciona. Fluido y bien contado tu cuento.
Vaya mala suerte que tiene tu protagonista con las mujeres de su vida. Podría pedirle consejo a ese Gerente para que le buscase una buena moza por lo menos.
Saludos y suerte.
¡Aaah, se sieeente! El diablo jubilado, vaya imaginación que tienes, Antonio.
Un abrazo.
Todos los días decidimos una vida real y descartamos mil posibles ¿verdad? Yo creo que no merece la pena pensar en lo que podrías haber hecho en lugar de centrarte en lo que estás haciendo. Buen relato, Antonio.