SEP87. NO SIEMPRE SE GANA, de Félix Valiente
Siempre no se puede ganar y él debería saberlo. Sentado en la penumbra de su flamante despacho repasaba mentalmente los últimos años de su vida. Cómo se hizo portavoz de los indignados de la Encarnación, cómo habían acabado formando un partido político que “nunca representaría intereses personales y sí al ciudadano”, cómo habían obtenido representación parlamentaria y por ultimo cómo habían llegado al poder. De los inicios no quedaba nada. La fruta simplemente había ido madurando. Todo se hallaba ya contaminado. La palabra venderse no lo había abandonado desde entonces. Los ideales serían desde ahora tragar y medrar poco a poco.
¡Qué pena! Qué rabia que el poder contamine tanto. Una ficción tristemente verosímil.
Mucha suerte, Félix, con este relato para reflexionar.
Un abrazo.
Amparo Martínez Alonso
Gracias. Diría que es realidad disfrazada tristemente de ficción. Siento la negatividad y me alegro de que sirva al menos para reflexionar.
Un saludo
Ganar tiene un precio, a veces muy caro. Reflexión y denuncia en pocas líneas. Muy bien.
Saludos.
Gracias Antonia. Me alegro de que te haya gustado.
Un saludo
Cuando leí lo de «flamante despacho» ya imaginé el final, por desgracia así viene siendo. Yo no sé qué es lo que contamina al ser humano, sospecho que es genético, pero sí sé que hay mucha gente que no se vende. Y de estos últimos me rodeo. No da para tener más, sino para ser mejor.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo en la contaminación congénita. Somos así, es triste pero cierto. También es verdad que algunos elegidos se salvan, y que esos son los que merecen la pena.
Un saludo
Buen relato rapás, desde la distancia de esta manzana llena de gusanos que se empeñan en seguir perforando lo que queda.
Y a conquistar nuevos territorios, pues por aquí cada vez cuesta más una pieza de fruta.
Una perta gorda.
Gracias galleguiño, aunque no creas que por aquí la fruta anda mejor. Tal vez haya más oportunidades para conseguirla pero sigue teniendo ventaja para comprarla el que más posee.
Un abrazo
Resulta díficil mantener el equilibrio en la cuerda imaginaria de la ética y fácil, al parecer y según vemos cada día, caer al abismo y pasar a ese lado oscuro que inhabilita el corazón.
Me ha gustado tu relato.
Lo encontraremos sí…
Gracias.Estoy de acuerdo en que al hombre le seduce más lo fácil que lo difícil. La historia está llena de gente que vendió su alma.
¿Lo encontraremos? Yo también espero que sí.
Un saludo
Interesante relato Félix, dices que algunos elegidos merecen la pena, yo creo que ni la mitad de la mitad.
Un abrazo
Tal vez tengas razón. Me alegro de que te haya parecido interesante el micro.
Un saludo
Un micro como curriculum de casi todos los políticos, los de flamantes despachos… algo tiene el poder, algo debe tener…No se puede tener todo… casualidad antes de leer este micro me ha saltado la noticia de la muerte de Santiago Carrillo, casualidad hablando de políticos, y mira que este es de los pcoos que me caía medio bien. Tiene un regustillo triste tu micro y sí se prevee el final, aunque no le resta nada de fuerza.
Gracias por el comentario. Destila tristeza porque es lo que tiene el poder que corrompe.
No pretende sorprender el micro porque me gustaba la idea del desenlace esperado, como pasa en la realidad desgraciadamente.
Un saludo
Por supuesto nunca se puede generalizar aunque hoy en día cueste creer en el binomio poder y honestidad.
Un saludo
El poder cambia a las personas y envilece el alma del hombre. Es una triste realidad que podemos constatar en quienes tenemos cerca. Siempre hay un antes y un después en ellos tras alcanzar el triunfo. Tanto, que nos cuesta reconocerlos. Siempre ha sido y sera asi.
Que tengas suerte con tu relato, un saludo Félix
Gracias por el comentario y amen a lo que dices. No puedo estar más de acuerdo.
Un saludo
Me gustan mucho los micros denuncia y con moralina. Ganar equivale a empobrecerse por dentro. Sobre todo, habiendo dinero y poder por en medio. Muy bueno.
Suerte, Félix Valiente.!
Muchas gracias Ricardo. Qué pena que desgraciadamente sea así. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Un saludo