SEP90. EL DESCONOCIDO, de David Rubio
La llave se quedó atascada en la cerradura. El anciano dejó la maleta sobre el tranco y oteó las casas encaladas del pueblo. Sus ojos se cruzaron con los de una anciana, vestida de luto, que regaba los geranios de su portal.
Él se le acercó.
— Buenos días señora, ¿Tendría aceite para engrasar?
—No sé si le servirá. Esa puerta no se abre desde hace mucho.
Le invitó a entrar.
La mujer rebuscó en un armario; mientras tanto, el hombre observaba una foto de boda. Se estremeció.
—En aquella casa vivió un joven con el que novié antes de casarme. Un día se marchó. Me prometió volver cuando pudiera darme una vida de princesa.
El anciano la escuchaba, embebido en la imagen de la joven del retrato; en su pelo azabache, en su sonrisa cautivadora.
—Todavía espero su regreso —Sus ojos brillaban—. Ver de nuevo su gallardía, su pelo rubio, sus fuertes brazos…
Cuando se volvió para entregarle la aceitera, el hombre ya se había ido.
Salió a la calle y lo vio alejarse cargado con su maleta. Algo le vino a la boca pero murió en sus labios.
Hola David. Bonita historia de un reencuentro a destiempo. Saludos.
Gracias por tu lectura. A veces para ser feliz es bueno que los sueños sean sueños y los recuerdos, recuerdos. Un saludo
Hola David, en esta ocasión no pudo ser el «Volver a empezar».
Él no se atrevió y además, al parecer, su vida, su odisea no fue de éxito y por eso no volvió a por su Penélope.
Suerte y abrazos
http://montesinadas.blogspot.com.es/
No se puede volver al tiempo que se detuvo. Un abrazo
Hola David, lástima por lo que pudo haber sido y no fue. El pasado es historia, mientras ella sigue con sus recuerdos.
Un saludo y suerte.
Elena
Y a veces no conviene seguir tus recuerdos. Agradecido por tu lectura.
Un instante intenso en tu relato.
Un desmemoriado, que llega tarde y huye, frente al recuerdo estancado y doliente, sin resolver en el fuero interno. Para reflexionar.
Suerte y recibe mi saludo.
Hola Anna, eso es un análisis en toda regla. Muchas gracias por tu atenta lectura
El paso de los años que todo lo devora. Triste y emotivo.
La vida son opciones de un solo sentido. Las puertas que cierras ya no se vuelven a abrir. Agradecido por tu lectura y comentario.
Muy bueno. Él espera reencontrar a la mujer de pelo azabache y ella al rubio y fornido muchacho. Tu relato nos demuestra que no podemos vivir anclados en el recuerdo
Gracias Lorena. Es justamente esa la idea del micro. Muchas gracias por tu comentario
Me ha gustado mucho el sabor que deja a añoranza, recuerdos y tiempo pasado. En fin, la vida misma. También me parece bien construido. Felicidades
Gracias Esther por tu lectura y tu comentario
Hola David, con tu relato dibujas muy bien el amor de juventud y las promesas del que se va en busca de algo mejor para su amada.
El retrato de una época vivida en españa con la emigración a la búsqueda de fortuna.
Un beso y seguimos escribiendo,aunque sea con la hoja en blanco.
Puri
Hola Puri. Es curioso porque en el micro no se dice pero la imagen de un pueblo andazlus, la emigración, son imagenes con las que veía a los personajes. Un abrazo muy grande
David, es lo que producen los años; otra persona distinta de la que fuimos en nuestra juventud, y a la vez la misma. Romantico y cinematográfico. Suerte y saludos
El río de la vida, está hay pero sus aguas son distintas. Gracias por tu lectura Calamanda