09. SERENDIPIA A FUEGO LENTO
Todo un “hallazgo” (cercano a las siete cifras), lo del seguro de vida que contrató a mis espaldas hace trece años, recién casados. Ella fue una mujer temerosa y, por ende, muy precavida. Vivió siempre con miedo a sufrir un accidente; decía que en cualquier momento puede ocurrirnos, que todos estamos expuestos. Tenía razón. Yo soy un hombre calmo, paciente, además de metódico, y sostengo que un buen accidente necesita mucho tiempo de preparación. Exactamente 12 años, 4 meses y 20 días.