14. Serpientes de verano
Para ella, estar desnuda no es solo despojarse de la ropa, separar la tela del contacto con su piel; para ella, estar desnuda es sentir como el sol la reconoce, como el viento examina su espalda, como el fuego de la barandilla del balcón la penetra cuando, todavía indecisa, a horcajadas, piensa en traspasar esa frontera y asomarse al asfalto líquido del verano. Para ella estar desnuda es mostrarse a unos ojos asombrados, lascivos, temerosos, inquietos, insaciables. Para ella los curiosos que abajo se amontonan son hormigas que acuden a la llamada de la carne. Para ella estar desnuda es crear expectativas: desconcierto, gula, sexo, suicidio, Cuando llegan los bomberos sus pies ya están en la cornisa, sus manos sujetas a la balaustrada, su cuerpo hacia delante, como el mascarón de proa de un edificio a la deriva; su pecho un ariete que desafía al horizonte; su pubis un rastro de miel ofrecido al abismo. No sabe cómo han averiguado su nombre, pero al escucharlo siente la necesidad de acudir a la llamada, de soltarse mientras una plegaria solemne, un coro de lamentos, se prepara para recibirla, igual que los judíos recibieron el maná en el desierto.
Un simple balcón comienza siendl un espacio para entrar en libre comunión con la naturaleza, pasa luego a convertirse en lugar para el exhibicionismo, para terminar siendo, si los bomberos no lo remedian, en un atajo hacia el fin de la vida.
Un relato de angustia creciente, con descripciones que atrapan y un final abierto que no puede dejar indiferente.
Un abrazo y suerte, Juancho
Eternamente agradecido por tu siempre atinado y cariñoso comentario. Un balcón puede ser una historia que contar, un folio en blanco, un trampolín a la imaginación. Un fuerte abrazo!!
Maravilloso, Juancho. Su sonoridad y su elegancia me han cautivado.
Un abrazo graaaande.
Muchas gracias, María, por tu generosidad en la lectura. Me alegro de que te haya gustado.
Un beso grande también para ti!!!
«su pubis un rastro de miel ofrecido al abismo»…no se puede decir una metáfora más bonita, con una palabras que parecen ofrecernos una gran belleza en una momento de angustia tan intensa.
Te felicito.
Jo, muchas gracias, Isabel!! También a mí es la frase del relato que más gusta. Muchas gracias por la lectura y por la felicitación.
Bsss!
Poético, hermoso e inquietante. Enhorabuena
Muy contento de verte por aquí, Paloma!! Muchísimas gracias por la lectura y por el comentario!
bssss!!
Si los balcones hablasen encontraríamos historias como esta, que para mí es la de una sirena sin agua.
Un saludo, Juancho.
Una original interpretación, Manoli. Muchas gracias por la visita y por el comentario.
Bssss!!
Pues menos mal que no había leído tu suicidio poético antes de publicar el mío patético… Igual ni me atrevía a colgarlo. Te pasas, amigo.
Pero Edita, si tu relato es maravilloso, nos presenta el miedo a la soledad de una manera tan tierna, con algo de ironía y con la frescura de lo cotidiano. Un relato magnífico, me ha cautivado tu suicida. Muchísima suerte!!
Muchas gracias por la visita!!
Fue un placer saludarte en persona… Bssss!!