02. Siempre quedará París (Jesús Garabato)
A mi lado, sobre la mesilla de noche, reposa París; eternamente enclaustrado en cristal. A pesar de ello, y aunque la distancia y el paso del tiempo hayan diluido ya el amor, no he dejado de admirarlo cada día. Incluso ahora que solo me restan las fuerzas precisas para, con un gesto, dejar caer el vaso, tu carta y también París, nuestro París, cubierto para siempre de lágrimas y nieve.
La mítica frase de la película «Casablanca» puede dar pie para crear una historia breve e intensa si se sabe hacer, como desde luego es tu caso, con la nostalgia y la tristeza como componentes principales. Cuando muchas cosas fallan, necesitamos aferrarnos a los objetos, que en sí mismos no son nada, pero sí mirados desde los sentimientos y las vivencias personales. A tu protagonista apenas le quedan algunos pequeños asideros, cuya caída al suelo simboliza también su último aliento.
Un abrazo, Jesús. Y más que nunca, un deseo de feliz año.
Muchas gracias, Ángel por molestarte en regalarme tu lectura y amables palabras. Saludos y felicidades para el año nuevo para ti también.
Que bien construida la historia y la tristeza con pocas palabras. La bola de souvenir como metáfora de un tiempo perdido que fue feliz. Muy bueno
Hola, Paloma. M e alegra mucho que te haya gustado mi texto. Gracias por leer y comentar. Saludos.
Tengo la suerte de haber cumplido mi sueño de conocer París (allá lejos y hace tiempo, exactamente 28 años…) pero me quedó pendiente el tener una de esas bolas de vidrio con nieve, igualita a la que tiene tu protagonista y que encierra los recuerdos felices, recuerdos de esa felicidad que él tuvo y que no volverá, porque se hace añicos contra el suelo al caer empujada por su mano, que queda inerte cuando él muere… Siempre quedará París en la memoria y, para muchos, hasta el último suspiro…
Un micro muy a tono con la tristeza y la nostalgia de la propuesta, JESÚS…
Buen comienzo de año para vos y tu familia.
Cariños,
Mariángeles
Hola, Mariángeles. Muchas gracias por leer y por tan amables palabras. Besos.
Un relato de añoranza, y en el que, aún en el último suspiro, los recuerdos se aferran a la memoria para no desaparecer. Gran relato, Jesús. Un abrazo y feliz año.
Hola, salvador. Agradezco mucho tu lectura y la amabilidad de tu comentario. Saludos.
Me encanta el ritmo del texto porque completa maravillosamente esa sensación de melancolía que la narración transmite.
Hola Rafael. Muy agradecido por tu lectura y por dejarme tu amable comentario. Saludos.
Moraleja: si encierras el amor en una bola de cristal, no se muere, se transforma en nostalgia eterna. Tendré que ir a París.
Hola, Edita. Muchas gracias por leer y comentar mi texto. Saludos.
¿Por qué París le hace eso a la gente? Se queda pegado para siempre. Ni que se quiebre el cristal se rompe el hechizo. Hermoso, Jesús.
Muchas gracias, Toti por pasarte y molestarte en comentar mi texto. Un saludo.
Un relato muy triste y que sin embargo a mí me ha traído dos recuerdos maravillosos. París y esa bolita (la mía era de Zürich), con la que pasé tantas horas, y ahora me pregunto, qué fue de ella…
Un abrazo y suerte.
Hola Jesús:
Tengo que ponerme al día en las lecturas.
París no deja a nadie indiferente.
Ciudad hermosa para contar historias.
Un abrazo.