79. Sin distinción (Esther Cuesta)
Por azares del destino, un invierno hube de sustituir al médico de un pequeño pueblo. El frio era intenso, la luz escasa y había pocos bares donde ahogar el aburrimiento. Mi sorpresa fue mayúscula al encontrar un día, paseando por las afueras, un maravilloso lago helado, oculto por el boscaje. Me asustó entonces un letrero que avisaba “Prohibido el paso. Cementerio”. Nunca había visto algo así, un camposanto sin lápidas ni flores.
Regresé al pueblo resuelto a indagar el asunto, pero los jóvenes me hablaron de cuentos nocturnos, de fantasmas y apariciones, mientras los mayores miraban al cielo y se santiguaban. Pasadas unas semanas, atendí a una anciana moribunda, quien me narró lo sucedido. Fue en tiempos de guerra; se enteraron del pase de una columna del ejército enemigo, y cuando hombres y caballos estuvieron en el centro del lago, golpearon con fuerza en las cuatro esquinas a la vez y el hielo cedió. Me juró que los agudos relinchos y los gritos desesperados de los hombres aún resonaban en aquel paraje.
Pasados los años, tampoco yo he conseguido olvidar aquel pueblo de muertos, cuyos corazones únicamente seguían latiendo para expiar las vidas que yacen sin nombre bajo las aguas.
Esther, esas climatologias se prestan a este tipo de leyendas. Original vision del tema y buen ritmo en tu historía. Suerte y saludos
Gracias. Siempre es un gustazo recibir tus comentarios. Abrazos
Se podría catalogar de espeluznante tu relato, es muy bueno y creíble.
Me gustó.
Un abrazo y suerte.
Gracias a las dos. La guerra es espeluznante y saca lo peor de nosotros mismos.
Besos
La lógica aplastante de las guerras siempre saca «lo mejor» de la crueldad humana para aplicarla al exterminio y desesperación ajenas. Es uno de esos relatos que parece que pide expandirse en una historia de terror gótico. Besos y suerte.
Esther, me ha parecido un relato precioso, dando una visión diferente del tema del mes. Esos pueblos alejados y con clima duro son propicios para leyendas.
Suerte
Gracias Ana. Me pensaré seriamente expandir la historia, y te agradezco la idea del terror gótico, aunque no sé si sabré hacerlo, pero hay que intentarlo.
Gracias Blanca. Me hace muy feliz que te haya gustado. Me encantan los pueblos perdidos, siempre dan mucho juego.
Un abrazo a las dos
Has situado muy bien ese pueblo y nos has dejado una historia que tira de leyendas, lo que me parece le da mucha profundidad al texto. Me gusta mucho esa idea que has barajado entre líneas de un sitio atrapado en el tiempo a raíz de un hecho concreto. Mucha suerte 🙂
Mmmm un relato con aire de historia de miedo de aquellas que nos contábamos en el pueblo, alrededor de una hoguera en las noches veraniegas. Me ha gustado mucho.
Abrazos
Gracias compas, ¡cómo me gusta que os guste!
Me encanta el ritmo de tu relato, un tanto prosado. Una historia que suena a leyenda y una culpa que se siente en cada uno de los habitantes del pueblo. Un cementerio helado por el recuerdo y una lapida común a unos soldados.
Genial Esther, un beso y suerte.
Triste historia que bien puede ser real, porque la guerra trajo todo tipo de situaciones en las que todo parecía valer. Pero al final el peso de lo ocurrido sigue pesando sobre el pueblo.
Muy buena historia, Esther.
Un abrazo.