Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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51. SLOWLY.

La botella de ginebra estaba casi vacía cuando ella me pidió que bailáramos. Por la ventana se veían caer los copos de nieve, muy lentamente. Él, su marido, observaba la escena mientras acariciaba el borde de su copa.  Yo solo fui a hablar de negocios pero terminamos bebiendo y hablando demasiado, principalmente de unos asuntos bastante sucios, pero también de otras cosas, de nuestra antigua amistad y de ella. Estaba a punto de marcharme cuando él puso esa maldita canción. No nos quitaba ojo mientras apuraba su ginebra. Intenté separarme pero ella entonces se pegaba más a mí. Cuando noté su rostro cada vez más cerca del mío desee que la música no dejara de sonar nunca y que bailando nos fuéramos lejos, pero nada es eterno, lo sé muy bien. La música cesó de repente. Él seguía mirándonos,  yo hacía como que no me daba cuenta pero ella era consciente de lo que pasaba en todo momento. Afuera seguía nevando. No debía quedar ya nada de mi rastro sobre la nieve. Quise escuchar el sonido de los copos al caer y seguir bailando, muy lentamente, pero creí que lo mejor era marcharme. Y eso es todo señor juez.

 

7 Responses

  1. Blanca Oteiza

    Preciosa historia que ya con el titulo me ha recordado al Slowly de Luis Eduardo Aute.
    Me gusta toda la descripción de la escena, el baile, la sala, y el final sorprendente para rematar el relato.
    Un abrazo

    1. Grande Aute, como canta-autor, como poeta y como pintor. Todo un artistazo. Escribí el micro mientras escuchaba esa canción.

      Gracias por leerme y otro abrazo para ti, Blanca.

  2. Mi micro-modesto homenaje a la novela negra americana de los años 40/50 que inspiraron grandes películas en blanco y negro; D.Hammett, J. M. Cain, Chandler, Burnett… Estos autores nunca pasarán de moda.

    Gracias Ana por leerme y por tu comentario.

  3. Salvador Esteve

    Manu, lo tengo claro, ella sabe que su marido saltará y aprovecha la trifulca para destrozar la botella de ginebra sobre su cabeza y matarle, lo que no sé es quién pagará el pato. Me ha gustado mucho. Abrazos.

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