59. SOBREVIVIRÉ
Ya está. Un toque de laca… Perfecto. Adiós, hasta la semana que viene. En cuanto termine debo pasar por el súper. No queda café. ¿Se lo lavo? Claro que sí, mujer. ¿El agua está bien? ¿Fría? ¿Ahora? Estupendo. Mañana es la reunión en el colegio de Andrea. Yo no puedo pedir la tarde libre con el trabajo que hay. Tendrá que ir Ramón. ¿Se ha dormido? No se preocupe, es normal. El agua calentita, el masaje… ¿Le corto las puntas? Necesita sanearlas. Ya que voy al súper, debería comprar detergente. Queda muy poco. Aunque podría ir Ramón. Desde su despido no hace nada. Tiene un pelo precioso, de verdad. Ojalá lo tuviera yo tan fino. Que sí, se lo digo en serio. Andrea anda últimamente muy despistada. Me dan miedo sus amistades, sobre todo el macarra que viene a buscarla. Como le haga un bombo lo mato. Ahora un secado rápido y la peino enseguida. Mientras aprovecho para hacer una llamada a mi marido, ¿de acuerdo? Vaya, un mensaje de Ramón: me voy, necesito reflexionar sobre mi vida, ya te llamaré. ¡Será cabrón! Tendré que ir yo al súper. Y a la reunión del colegio. ¿Peinado clásico o algo moderno?
Una mujer desbordada, a pesar de que intenta, y seguro que lo consigue casi siempre, tocar todos los palillos, como suele decirse, los suyos y los de su familia; no en vano, ella es el eje sobre el que todos giran. Una mujer fuerte, que aguanta lo que le echen, que sigue adelante sin ayuda de nadie, sin detenerse por grandes que sean los problemas y sus preocupaciones, aunque el marido se quede en el paro, aunque se marche de casa. Tiene un secreto: no abandona nunca, por eso siempre será una superviviente, capaz de sobreponerse a cualquier circunstancia.
Dinamismo y pinceladas cortas para una historia contada por alguien que domina el oficio de narrar.
Un abrazo y suerte, Fernando
Amigo Ángel, tus comentarios son siempre relatos en sí mismos, escritos con mayor maestría que la que pueda deducirse de lo comentado. Es un placer leerte, compañero. Muchísimas gracias por pasar por aquí.
Muy bueno, el día a día. Y luego por la noche no cogemos el sueño porque dejar la mente en blanco es imposible. Esa noche, sin embargo, dormirá mejor, no habrá ronquidos a su lado 🙂 Suerte.
Es cierto, Beatriz. A veces es mejor dormir solo que mal acompañado. Yo creo que a la protagonista del relato le pasará eso. Seguirá bregando con los problemas del día a día, menos con uno. Saludos y un beso.
Excelente tu relato Fernando. Esa mujer que no se rinde, aunque esté hecha trizas. Poco más añadir a lo ya comentado por «el comentarista oficia de ENTC».
Besicos muchos.
Jajaja, qué bueno, Nani… Es verdad, Ángel merece el título, además de hacer honor a su nombre. Es un ángel. Me alegra muchísimo que te haya gustado. Un beso muy fuerte.
Ya lo decía el dúo dinámico «resistiré».
La cabeza «bulle» de tantas cosas que hay que hacer siempre.
Sonrisas mil
Manuela
Suerte
Cierto, Manuela. También lo dicen Gloria Gaynor (la verdadera inspiración de este micro) y Mónica Naranjo.
Muchas gracias por tus sonrisas y comentarios.
Besos.