Soeur Sourire
Os acordáis de Sor Sonrisa (Soeur Sourire), la monjita que cantaba Dominique, nique, nique…, en los 60. Pues la vida no le sonrió mucho, tuvo un final trágico, Jeannine Deckers (era su nombre) se suicidó junto a su pareja Annie Peccher el 29 de marzo de 1985, ahogada por las deudas. Ese mismo día la Sociedad Belga de Autores había recolectado una cantidad de dinero muy superior a lo que debía Jeannine; pero ya era tarde. El vídeo que propongo es un trailer de la película Soeur Sourire que se rodó en 2008. La escena corresponde a lo que tan bien nos ha relatado nuestra amiga María José Escudero en su relato Desalojadas. La canción, Avec toi (Contigo) interpretada por la actriz belga Cécile de France fue compuesta por la propia Jeannine. Viene a decir: contigo iré a cualquier parte, durante toda mi vida.
«Cuando el inspector Turing regresó a Waterloo aquella tarde de marzo, las calles olían a chocolate y leña, pero el cielo estaba nublado y el invierno se mantenía imbatible.
Refugiado en las solapas de su vieja gabardina, atravesó la solitaria Plaza del Cañón y se dirigió, apresurado, al lugar de la tragedia. Mandó retirar el sello de la puerta y entró cauteloso en la alcoba donde las dos mujeres, pálidas y serenas, yacían, cogidas de la mano, sobre una cama limpia y estrecha.
En la mesita reposaban las cajas de barbitúricos y la botella de ginebra que aplastaba, implacable, una carta para el juez. Algunos discos y libros apoyados en hilera se enfrentaban, descaradamente, al voto manifiesto de pobreza y, aunque no se apreciaba signo alguno de atropello ni violencia, todo en aquel insignificante y austero apartamento, estaba ordenado con desesperación, con temor a que la verdad se desvaneciera.
Antes de partir, se asomó a la ventana que miraba hacia la Colina del León y, mientras sonaban furiosas las campanas de la torre del Convento de Fichermont, en las cuerdas del tendal, dos túnicas de novicia se enredaban con el viento y trataban, en vano, de volar hasta las nubes.»
Triste vida y triste final para Sor Sonrisa, aquella monjita belga que en los sesenta triunfó con su guitarra y fue número uno en la lista de éxitos musicales incluso en Estados Unidos. Pero,desgraciadamente, nunca fue feliz y terminó realizando un pacto de suicidio con su amante.
Gracias por traer mi relato a este espacio tan acogedor. No conocía esta película, y el trailer se acomoda a mi versión de los últimos momentos de Soeur Sourire y su compañera Annie. De nuevo, muchas gracias, Gina.Un beso.
Que duras vuestras dos historias y que acertada esta elección para acompañar un gran relato.
Felicidades a las dos: Gina y María José