21. SOLAMENTE SOY UN HOMBRE
Le pido un minuto. Sólo un minuto para abrazarla durante mil años.
Ella acepta e, imantados, bailamos un Réquiem.
El líquido salitre de sus ojos riega mi cara. Y, al mirarla, sé que morir será un pequeño precio a pagar ante el privilegio de haberla conocido. De haberla tenido.
Aparento entereza, pero por mis venas corre un universo de miedo.
Después María, mi María, se empeña en ponerme la máscara de piel de cabra que ella misma cosió.
Nos despedimos con un «hasta luego» sabiendo que, en segundos, metamorfoseará en un definitivo «hasta siempre».
Abro la puerta, salgo a la calle y… el disfraz facial no sirve de nada.
Me reconocen, me apresan, me torturan y, junto a dos ladrones, muero crucificado en el Gólgota.
Esa parte se quitó de la versión definitiva…, ya se sabe, por pudor, pero parece coherente.
Un saludo
JM
Simplemente he pretendido humanizar su figura. El miedo a morir, el saber que jamás volverás a ver ni sentir a la persona amada.
Gracias por la visita y el comentario, Juan.
Respingo final!! Ojos como platos!!
Bien, Modes, muy bien.
Abrazo.
Entonces, objetivo cumplido, Aurora.
Me alegro muchísimo de saber que te ha agradado.
Un abrazo de esos gordotes sin final.
Modes, nadie te puede negar, aparte de un oficio enorme, la valentía de reescribir las Escrituras, además de una originalidad a prueba de todo. Como bien dice el protagonista, al que no hace falta poner nombre, al final, «el disfraz facial no sirve de nada», será porque todo estaba escrito. Impresionante. Un saludo.
Te juro que lo del oficio me ha llegado.
Que más quisiera. Aficionado voluntarioso, más bien .
Además, no soy yo el que , ejem…, se lleva premios en el 140.
En serio, Ángel, MUCHAS, MUCHAS, MUCHAS GRACIAS POR TUS PALABRAS.
Modes, muy logrado ese final. Dispara toda una historia que el lector tiene que reconstruir en su cabeza y se disfruta aún más en la relectura. Enhorabuena.
Hola Jes. Que sorpresa!
Es la primera vez que visitas mi antro, así que tendré que ser un buen anfitrión.
¿Café?
Mientras lo tomas, podré decirte lo interesante que me ha parecido tu crítica. Especialmente por la sugerencia de releerlo.
Ya en serio, MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TU COMENTARIO, JES.
Me ha encantado tu relato. tus descripciones , el vocabulario , la forma, y por encima de todo el final. He pasado un buen rato leyéndolo. Te deso suerte.
Pues, María Jesús, realmente eso es lo importante. Pasar un buen rato. Y cuantos más, mejor.
Gracias por tus palabras, pero sobre todo por pasarte por aquí y dejar un comentario.
Yo también te deseo suerte, y en todas las facetas de la vida.
Un besote.
¿Esto es lo que pone en los evangelios apócrifos?
Pues si es así, nos llega más.
Bonito relato.
Un saludo
Pues no tengo ni idea.
La teología no es mi fuerte, ciertamente. Eso sí, de crío fui monaguillo una temporada, pero no sé si eso cuenta…
Muchísimas gracias, Virtudes.
No dejes de visitarme.
Un besazo.
Nunca s eme hubiera ocurrido enfocar así el tema del mes, ingenioso, si señor. Yo no dudo de que fuera un hombre en todos los sentidos, ni nadie debería escandalizarse de que lo hubiera sido. Es más, si sus ‘ministros’ también lo fueran con naturalidad se habrían evitado muchos problemas…
Grande, Modes. Un beso.
Totalmente de acuerdo con tu comentario. En todos los sentidos. Y sin ánimo de herir sensibilidades.
Y la verdad es que en cuanto leí los temas anuales, tuve claro que el de este mes lo iba a enfocar desde esta perspectiva.
Yo que sé…soy así de tarado…
Pues a mí me gusta pensar que realmente fue un hombre por encima de todo, con sus dudas, debilidades y amores.
Si eso es ser sacrílego…pues intuyo que las calderas de Pedro Botero me esperan.
Eso sí, juro que el relato está hecho desde el mayor de los respetos.
Un saludo, Ana.
Muy bonita esta versión de La Pasión, microrrelato perfecto para releerlo en abril. Suerte.
Me alegro de que te haya gustado, Lorenzo.
Un detalle por tu parte pasarte a leer y comentar.
Seguro que en abril meto uno con mensaje carnavalesco…
Qué puedo decir ya de Modes. Si se atreve hasta con reinventar la Historia!!! Si leen el relato los Monty Python vuelven a rodar La vida de Brian…
Me ha gustado, pero no me ha sorprendido la alta calidad y originalidad, a ver cuando bajas el listón, listillo.
Un saludo @Microlunatico !!! 😉
Fíjate que me gusta más «El sentido de la vida», aunque lo mejor que hizo algún integrante de esa troupe de genios fue, para mi gusto, «EL REY PESCADOR».
Y no me hable usted de bajar el listón, maldito Da Vinci.
Lo mismo le das a la prosa, como al verso, como a los dibujicos, como a la música.
Ah, es cierto o leyenda urbana que en el 2013 Mike Oldfield quiso ficharte de guitarrista para su gira y preferiste quedarte con los microlunáticos?
Modes, me ha encantado. Has humanizado la figura con el arte menos terrenal, la poesía. Abrazos.
Muchísimas gracias por tus palabras, Salvador.
Curiosamente ahora andamos con el concurso de poesía del 140, y supongo que algo se pega…
He tenido que releerlo para saborearlo. Es tan original en el contenido, en las expresiones «bailar un Réquiem», para toda la vida y toda la eternidad. Yo quiero.
Y yo…y todos.
A quién no le gusta sentirse querido?
Me alegro de que hayas hecho el esfuerzo de haberlo releído, y si encima te ha gustado pues aún mejor.
Un besote, Andrea.
Impresionante. Para quitarse el sombrero . Desde el principio el relato se me clavo en el corazón y allí permanece.
Un beso
Jo…Y ahora que te digo yo?
Me dejas sin palabras.
MUCHÍSIMAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
Un besazo sincero, Esther.
Sorpresa final, ¡tatachannnn! MUy inesperado y ni idea hasta el último párrafo. MUy bueno. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Intuyo que en este tipo de relatos la sorpresa final, que obligue a la relectura, es importante.
Si he conseguido el efecto buscado…genial.
Besicos a miles para ti, Nani
Brillante revisión. Original es poco, puesto que llegar a idear este micro de una propuesta como «un baile de máscaras» demuestra que tu cabeza va a mil por hora. Y eso es muy bueno. Saludos.
Gracias por tus palabras, David.
Tienes razón, hay que darle duro a la neurona sino se atrofia.
Otra cosa no, pero tener el cerebro en constante ebullición es mi día a día.
De veras, me alegro muchísimo de que valores ese punto de originalidad.
Un abrazo, compañero.
Me ha conmovido, me gusta como humanizas la situación, el miedo ante el desenlace inevitable. Un saludo
En todo momento he tratado de ser respetuoso con él y lo que representa.
Simplemente he tratado de darle una capa, que lo haga aún más humano de lo que fue. Con sus miedos, su amada,…
Saludos, Concha.
Hola, Modes.
Precioso. No sé si podrá molestar a algunas personas, pero yo entiendo la figura del hombre y tu forma tan delicada de contarlo. A mí me ha parecido emocionante.
Un abrazo y mucha suerte.
Que preciosas palabras has elegido para opinar sobre el relato.
Viniendo de una maestra de las letras es todo un halago. Todo un honor.
De corazón, MUCHÍSIMAS GRACIAS, TOWY.
La Magdala, tenía que ser mucha mujer para impactar al que cuentas. Es cierto le humanizas y dejas en el aire la rama que emigra a Europa, como viuda y embarazada.
Buen relato Modes.
Un abrazo
GRACIAS POR TUS PALABRAS, MAESTRO.
SIN MÁS.
¡Qué bien escrito! Me gusta.
Abrazos.
Gracias señorita Rojas.
Es un placer recibir noticias tuyas( ahora, como no salen los autores de los relatos, esto es un lío. Cual es el tuyo?)
Hasta el final no he sabido de quien se trataba. Solo me he confundido un poco, con lo de «mi María», entiendo que no es a la que anteriormente abrazó, porque María supuestamente será su madre.
Es que yo los relatos los leo y releo, y hasta que no los entiendo bien no paro.
Y me ha gustado mucho sobre todo por lo diferente. Mucha imaginación para situar el tema en ese escenario.
Felicidades.
Se supone que está despidiéndose de las dos mujeres de su vida. Su madre y la Magdalena.
O sólo de una.
Aprovechando que ambas se llaman María, el juego de dejar abierto, y a la imaginación del lector cuantas personas están en la habitación no ha sido casual.
Me alegra que hayas reparado en ese detalle.
Realmente prestas atención a los detalles y eso te honra. Muchísimas gracias por dedicarle atención a mi pequeña historia.
(Como ahora no salen los autores de los relatos, me pierdo. Cual es el tuyo?)
El mio es el 12 El infarto.
Este mes madrugué, igual que tu, y lo mandé el día 1.
Es imposible leer todos, y a veces nos perdemos los mejores verdad?
Que no lo digo por el mío, por su puesto!!!
Un beso grande.
¿Y yo por qué no había leído este relato, Modes?
Me ha impactado mucho tu máscara, no la que usas para emborrachar a las jovenzuelas a base de chupitos, sino la que te pones al sentarte a escribir. Quiero esa máscara. La necesito. Algún día será mía, avisado quedas.
Un abrazo microlunático
Jua, jua, jua…
Mi máscara es mía y sólo mía!!!
Pero si me das un besi, o un pollo del Mercadona te la presto.
Aunque no sé pa qué, porque luego vas y te sacas de la manga una historia descomunal, como la de este mes…
Aunque, ahora que lo pienso, yo debería estar enfadado contigo. Mira que dejarme solo en Santander…
En fin, seguro que los caballeros y bellas damas que vayan, lograrán mitigar tu ausencia…
Ya sabes que mi ausencia es debida a «fuerzas mayores», si no ahí estaría a tu lado para tajarnos bien. Miedo me da mandarte solo…
Además de estar escrito con delicadeza (aunque pensé que María era la madre, no la mujer) quitas una careta que le pusieron años después los negociantes de su mensaje. Me ha gustado.