39. SORPRESA DE CUMPLEAÑOS
Una tarde, siendo él un niño, a su abuela se la llevaron rodeada de flores en un carruaje tirado por caballos. De pie, a la puerta de la casona, el niño, la mejilla desmayada en el mandil de una vecina, quedó mirando cómo los pasos lentos de los hombres del valle se alejaban, camino arriba, hacia los cipreses. Al susurro entrecortado con quién jugaré yo ahora, la mujer respondió ciñendo el cuenco de su mano al mentón del pequeño.
Cuando anocheció, sus padres, junto al ventanal, señalaron unas estrellas que formaban un dibujo en el cielo, y le dijeron: De todas esas, en la que más brilla, es donde vive ahora la abuela.
Al cabo de muchos años, acompañado de una música clásica de fondo sonando en la radio, cierta noche, como tantas veces hiciera desde niño, se sentó en la mecedora a contemplar aquella luz.
Al alba, un creciente murmullo a sus espaldas lo sacó de la duermevela. Se giró. Tanto tiempo el hogar tan vacío y, justo el día de su noventa cumpleaños, se estaba llenando de gente querida.
Él eligió a su abuela y, de su mano, se fue a contemplar la casona desde aquella estrella.
¡Hermoso! No cabe otra palabra…
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Luis, tu comentario es un relámpago de generosidad.
Otro abrazo para ti.
Buena elección esa de ir de mano de una abuela que no es sino una madre también. Hay quien dice que este es el sueño y la bella realidad está en aquella estrella, así que, estará feliz ese niño soñador.
Hola, Mercedes.
En realidad es un homenaje a mi abuela, que extiendo a todas las abuelas del mundo.
Un abrazo.
VICTOR, bonita historia llena de sentimientos y buen hacer. Suerte y saludos
Hola, Calamanda.
Teniendo a mi abuela en la mente y en el corazón mientras escribía esas líneas, los sentimientos tenían que aflorar necesariamente porque los tenía ahí, reventones a más no poder.
Muchas gracias por tus palabras. Un saludo cordial.
No dejo de repetírselo a los niños que para su desgracia caen bajo mi tutela algunas horas al día: cuidad mucho a vuestras abuelas !! No conozco vínculo más especial que ese. Gracias por traerme la mía de nuevo a la mente. Mucha suerte 🙂
Ellos, a lo largo de sus vidas, agradecerán y recordarán tu consejo, Juan Antonio.
Y que la cadena continúe.
Gracias a ti por tu comentario.
Un abrazo.
Abuelos y nietos jugando se está perdiendo.Bonito Víctor.
Abrazos y suerte
Hola, Manuel.
Yo estoy en la actualidad disfrutando de ese rol con los míos. Es uno de los mejores regalos de la vida.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Magnífico y sentido el homenaje, repleto de cariño, que haces a esa abuela a la que todos mantenemos en nuestro corazón. Pero además muy bella la transición, hacia la nada, que todos tendremos que afrontar.
Lindo relato, especial dedicatoria. Suerte,
Ton.
Gracias, Ton, por tu comentario, que parece estar hecho con hebras como las de los paños que guardan el calor de los sentimientos.
Un abrazo.
Qué bonito, Victor. Me has emocionado con este homenaje. Muchas gracias por tu relato y mucha suerte.
Muchísimas gracias, Izaskun. Un afectuoso saludo.
Bonito relato, escrito de forma bonita, Víctor.
Enhorabuena.
Muchas gracias, Carles, por tu amable comentario.
Un cordial saludo.
Había olvidado felicitarte por tu éxito en La Microbiblioteca.
Enhorabuena, Carles.
Un relato de siempre y que nunca debe perderse. Abuelos y nietos.
Felicidades y buen tiempo.