17 Space Oddity
Mi madre es un perro atado a la silla de un bar. Si le acercan un cuenco relleno de líquido ella bebe. Bebe sin cesar. Le da igual que sea agua, ron, whisky o que el plato rebose de orines aún calientes. Después, ya ebria, desaparecen las gentes que se burlan, desaparece el bar y la bebida, pero ella sigue amarrada en medio de la noche a su propia desventura, sola, bajo un cielo repleto de estrellas, algunas clavadas al negro firmamento como chinchetas en un tablón de anuncios, otras que saltan, que caen, que se mueven dispersas y fugaces hasta desvanecerse en la boca de un mendigo, en las camas revueltas de los adúlteros, en las damas de noche que apenas se han abierto. Entonces aúlla. La agudeza de su canto abre las carnes blancas de los recién nacidos, destapa los secretos del diario de un inadaptado, revela el brazo incorrupto de una santa atrapada en un piadoso calendario. El mayor Tom abre su última lata de conservas y una ráfaga de cometas salta por los aires. Mi madre, mi hermana, yo y toda la manada saludamos a la luna un discreto lunes de julio del sesentaynueve.
Un comienzo arrebatador. Una prosa intensa, trabajada, metafórica y llena de oficio. Un homenaje más que digno a uno de los temas más emblemáticos de David Bowie, desde el título, al año en que apareció el álbum, a las referencias cósmicas, al drama de una mujer alcoholizada, perdida en un universo propio, único y lleno de hermosa magia. Para leer, releer y disfrutar con el placer por lo bien hecho.
Un abrazo y suerte Juancho.
El verdadero disfrute es leer cada convocatoria tus comentarios. Nunca podremos pagar tanto cariño.
Todo mi agradecimiento y un fuerte abrazo, Ángel!!
Lagarto, estás on fire…y yo que me alegro de leerte así. Estupendísimo. Un beso grandote.
Creo que se nos nota cuando nos desnudamos, y en este relato un poco loco lo he hecho. Encantado con tu visita! Muchas gracias!!!
Bsssss!!
Juancho estás jugando muy fuerte, un micro potente que atrapa, te veo en el libro con más relatos este año, casi la mitad del libro, si sigues así, va a ser para ti jeje. Buen micro y seguro pódium. Suerte que no la necesitas.
Jajajaja… el jefe no deja que entren más de dos, más los extras… en serio, ya meter es dos muy difícil como para meter más, además de lo difícil que lo ponéis. Yo casi me conformo con poder publicar cada convocatoria y jugar el mostruoscopio y los anonimous.
Muchas gracias por la lectura y los piropos!!
Un fuerte abrazo!
Me he quedado impresionada, sobre todo con la visión que nos has dejado de las estrellas «clavadas al negro firmamento como chinchetas». Maravilloso micro.
Nos leemos
Jo, muchas gracias, Isabel!! Me alegro de que te haya gustado tanto.
Nos leemos!!
Al libro directo. Un disfrute leerte.
Fuerte abrazo.
Muchas gracias por tu generosidad y por tu lectura… que no, que no, que por suerte está muy caro entrar en el libro y son muuuuchos los candidatos.
Un beso grande!!
¡Mucho curro y mucho arte!👏👏
Muchas gracias, Dominique!!!
Bssssss!!
Bellisimo relato, Juancho. Acaba de pasar un huracán frente a mis ojos. Tanta fuerza en tan poco espacio… imágenes de vértigo. Una maravilla.
Un beso, compañero.
Es admirable que una realidad tan dolorosa pueda ser contada de un modo tan bello. No me canso de leerte, Juancho. Gracias por el desinteresado regalo que nos haces con tus relatos. Un abrazo.
Tu relato es intenso. Abre las carnes y revuelve el cerebro. Tiene un ritmo magistral y grandes imágenes que surgen de entre las metáforas. Aplausos, Juancho. Muchos. Por cierto, hemos coincidido en el título: viva Bowie. Un abrazo.
Menudo estallido de calidad, es que no hay ni una coma desperdiciada. Con tu permiso, Bro, me lo llevo a mi libreta de autores admirados, donde ya ocupas muchas páginas. Un abrazo y gracias por regalarnos estas maravillas.
Siempre nos demuestras lo bueno que eres en esto de las letras. Enhorabuena, Lagarto, y al libro de cabeza. Un abrazo