46. Space Oddity
Miro alrededor. Solo quedo yo a este lado del universo. En el otro, el camarero. Nadie más. Bebo mi cerveza. La cuarta, creo. La televisión encendida. Sin voz. En la radio, Bowie. Expulso una risa estúpida. Bowie: vinimos juntos. Un tipo con suerte: buen puesto y viaje de vuelta a casa antes de tiempo. Doy otro trago. El sudor del vaso cae sobre mi mano. Miro las gotas. Como un tonto. Mojo el índice en el líquido y punteo tres veces sobre el mostrador. Orión, explico al camarero. Asiente mientras seca una copa, la misma desde hace media hora. Qué sabrás, pienso. Habría que irse a casa, sugiere. Sí, a casa, respondo. Me levanto del taburete y desde la gota central de mi húmedo cinturón de Orión arrastro el índice por toda la barra. Lo arrastro. Lo arrastro. Lo arrastro, hasta llegar al final. Bebo un último trago y aterrizo el vaso vacío junto a mi dedo. Aquí, le indico. Aquí está. El camarero lo recoge y pasa la bayeta. A la de Orión invita la casa, dice. Hago una mueca y salgo. Hace frío. Siempre. Abrocho mi abrigo y miro hacia arriba, a la oscuridad, más allá de Orión.
Rafael, esa cerveza fría sudando de frío es un oxímoron muy apetecible. Me gusta tu extratrerrestre perdido, esperando que algo o alguien lo devuelva su casa. Ese desamparo, ese destierro que ha sabido llevar, imitado sin duda a los terrículas, en la barra de una bar. Bravo, mucha suerte.
Dice la canción que noy nada como el calor del amor en un bar. Tampoco hay nada más frío que la triste soledad en un bar. Sea como sea, la cerveza siempre fría, por supuesto. Gracias por comentar. Un abrazo.
Bowie era (y sigue siendo, porque la calidad se las apaña para perdurar) tan excepcional que no parecía de este mundo. Tu protagonista también parece de otro planeta. El personaje envidia al cantante porque ha ya ha abandonado este planeta más bien hostil, aunque ha dejado el regalo de su buen hacer, inspirador de relatos como el tuyo y el de Juancho.
Un abrazo y suerte, Rafa.
Ese extraño y maravilloso ser tiene un algo, un no sé qué, de otro mundo. Sí, TIENE, en presente, porque es eterno. También es eterno mi agradecimiento por estar siempre ahí, Ángel, animando con tus comentarios. Gracias y abrazos.
No sabemos qué trajo a tu personaje hasta aquí, pero sí que añora su planeta y que sigue sintiéndose «odd» después de tanto tiempo. No se ha aclimatado a nuestro planeta, ni parece que vaya a hacerlo nunca, e intuyo que ir cerrando bares le hace sentirse, por momentos, más cerca del suyo. Enhorabuena por este derroche de buen hacer, Rafa. He releído varias veces el relato por el sólo placer de su lectura. Suerte con él y un abrazo.
Gracias, Enrique. Era importante que se viera un poquito del pobre extraterrestre por dentro. Gracias también por pasarte a comentar. Un abrazo.
Tu personaje ansía regresar a su planeta situado cerca de Orión, pero no sabe como hacerlo. Y le muestra al camarero dónde se encuentra. Este, harto de borrachos,lo considera uno más y sólo desea que se vaya cuánto antes a su casa. Un abrazo, Rafael
Gracias, muy honorable Gloria 😉 , por pasarte a comentar. Un superabrazo.
Un relato que te coloca en situación y te lleva de la mano sin soltarte. Muy visual, escrito con un buen ritmo. Sin duda, para leer y releer. Enhorabuena Rafael.
Muchas gracias por pasarte a comentar, Cecilia. Tienes razón. Es visual. De vez en cuando me gusta hacer algún relato cargado de imágenes,casi un travelling. Me alegra tu relectura. Un abrazo
Me encanta la historia de tu extraterrestre, tan simple y tan fácil, es sólo uno de ellos que quedó en nuestro planeta y está esperando a poder regresar mientras toma una cerveza en un bar…algo muy típico del humano. Me encantan esa serie de frases cortas con las que nos pones en situación, dejándolo todo muy clarito y por último, creo que acertaste eligiendo a Bowie, seguramente se trajo los ojos de su viaje Orión.
Nos leemos
Sí, nuestro Bowie vino de algún mundo habitado por seres con ojos anisocórnicos y voz cautivadora. Qué pena que volviese tan pronto. Mil gracias por tus comentarios, Isabel. Un abrazo.
Mil gracias, Juan. «K-Pax» buscada y hallada en ese templo del recuerdo que se llama Internet Archive. Y visualizada, claro. Es lo que mejor se nos da a los extraterrestres: visualizar vuestro mundo. Un buen papel del, por su mala cabeza, denostado Kevin Spacey. Muchas gracias por la gran sugerencia y por tus comentarios, Juan, y por tan tremendas referencias cinéfilas, sobre todo por mi adorada Blade Runner. Uno tiene un equipaje juvenil de ciencia ficción que pesa, mínimo, un replicante o dos quintales, según se vea. Un abrazo.
Magnífico, Rafa. Qué decirte con estas inspiraciones que tanto me gustan: Bowie, Blade Runner…
…Ground control to Mayor Tom…
Felicidades y suerte, aunque no te haga falta en este caso.
Un fuerte abrazo
Gracias, gran Javier. Un abrazote,