35. SU AMIGA LUNA
De espaldas a la inmensa mesa con hule, cascaba los frescos huevos.
La radio del pueblo llamaba a escuchar, el silencio le daba paso.
Genoveva agregaba el batido, a las papas recién cocidas en su ardiente sartén.
Mingo, presidía la mesa, la distancia entre ambos era la justa para que él estirara su mano dándole una palmada cariñosa…
Su hija mujer, preparaba un dibujo.
Los varones jugaban naipes, los perros de adentro esperaban en el piso de tierra lustrosa.
En breve la radio se apagaría hasta el otro día.
Sus brazos dieron la vuelta final a la tortilla más rica del mundo, lista la cena. Genoveva acalorada y con disimulo salió a la galería, los perros de afuera le entrelazaron los pies, ella miró a su amiga luna.
En un ritual femenino se contaron secretos, una de viajes,del sol; la otra de soledades, desamor, mañanas frías, manos gastadas, injusticia,sueños.
Desde la casa, la voz de Mingo pedía comida.
La noche arreciaba con su belleza, Genoveva acurrucando sus manos en su delantal floreado, despedía a su amiga.
Adentro, la tortilla reinaba en la mesa de campo, mientras una mujer enjugaba una lágrima, guardaba un deseo y esbozaba una sonrisa nocturna.
Una mujer nacida para ser sumisa y realizar sus labores sin descanso y sin quejas. Cuántas no habrá como ella. Por lo menos tiene una elevada amiga nocturna con quien desahogar sus penas, siquiera hasta el próximo día. Suerte y saludos.
Ninguna mujer nace para ser sumisa,de hecho GENOVEVA tampoco, ella es una mujer excluida, sin derechos, por suerte a lo largo del tiempo las mujeres rurales han ganado espacios y luchan por ellos.Con su amiga Luna comparte penas,dibuja sueños,que tal vez pudo/pueda cumplir algún día!.Gracias por tu síntesis interpretativa,me gustaria saber tus criticas al relato como obra escrita!Saludos Jesús!
Bonita historia nos cuentas Marcela, me gusta el tono de la historia sencilla y campestre. Incluso la encuentro minimalista, pintando un relato muy a lo sumi-e.
Mis felicitaciones Marcela, la mejor de las suertes.
Gracias por tu comentario JEAN, le aposté al minimalismo sí.Bella la pintura japonesa! ARIGATOU