54. Sueños retorcidos (Esperanza Tirado Jiménez)
– ¿Y yo? ¿Por qué no puedo ir con vosotros?
– Cuando tengas bici y llegues al manillar, enano.
Todos los veranos la misma excusa. Y no había discusión. Se tenía que quedar en casa, pasando calor, aburrido como una ostra, escuchando historietas de viejos. Mientras, sus hermanos y primos mayores subidos a sus bicis recorrían kilómetros por caminos perdidos, rumbo a, lo que él suponía, miles de aventuras, peligros y toda clase de emociones.
Cada año por esas fechas su frustración por no alcanzar sus sueños crecía a mayor ritmo que su menudo cuerpo, retorcido por una absurda enfermedad de complicado nombre. Que sus padres no le sabían, o no le querían, explicar.
– Cuando seas grande te curarás y tendrás la mejor bici de toda la zona.
Esas palabras de consuelo siempre se desvanecían en el aire ante la realidad de sus torcidas piernas que, a pesar de los años, no conseguía ver enderezadas, enfundadas en incómodos y pesados hierros.
Ahora que ya es adulto sus piernas siguen igual de retorcidas que antes. Y su ansiada bicicleta nunca llegó.
Pero con su moderna silla eléctrica rueda por todas partes, soñando con encontrar sus propias aventuras.
De bici a bici. El deseo de infancia fallido, y la realidad impuesta de adulto.
Es para pensar, Esperanza.
Comienzo los comentarios deseándote mucha suerte.
Y tiro porque me toca 🙂
No siempre se pueden cumplir nuestros sueños de la manera en la que los imaginamos.
Mil gracias María Jesús por inaugurar el casillero de comentarios.
Saludos.
Una apuesta cargada de dureza y perseverancia. Con la enseñanza de que siempre hemos de mirar hacia delante. De la manera que sea, así sentiremos que seguimos vivos.
Mucha suerte Esperanza.
Ton.
Hay que tirar hacia adelante con lo que tengamos. Si no la frustración sube y sube y nos come.
Muchas gracias Ton.
Y suerte para ti también.
Me gusta la historia: cercana, sencilla, bien narrada…
Muchas gracias José Ignacio.
No sé si algún día entraré en el libro de ENTC. Pero podría hacer mi propio libro con comentarios tan estupendos como este tuyo. Que ya en sí mismos son un premio.
Gracias 🙂
Un personaje que hace bueno el dicho de más vale tarde que nunca, con el mérito añadido de que hablamos de un adulto que no ha perdido la ilusión de la niñez ni su capacidad de asombro.
Un saludo y suerte
Siempre hay tiempo para descubrir e interesarse por cosas nuevas. aunque sean pequeñas.
Gracias y suerte con tu historia, Ángel.
Un sueño retorcido que acaba enderezándose.
Quizá su camino no tenía que estar tan recto como el de los demás. Hay que buscar por dónde poder colarse para llegar.
Gracias Edita.
De agradecer el giro a la esperanza y a la ilusión que le has dado a la historia. Felicidades.
Normalmente suelo irme hacia el otro lado. Serán el sol y la luz del verano que me han iluminado.
Gracias Esther.
Hay que seguir soñando, a pesar de los pesares.
Gracias ana.
Saludos.
Esperanza, ese final esperanzador es precioso y el relato tambien. Sienpre en movimiento es la idea, no importa el vehiculo. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda. Hay que moverse como sea.
Suerte para tí también.
Historia que se cuenta entre las ruedas. Optimismo e ilusión en todo ella. Un final duro pero lleno de esperanza.
Buena historia. Buen título. Un beso guapa.
Gracias por los ánimos del título. Me sigue costando ponerlos.
Feliz de que te haya gustado todo.
Besos Mª Belén.
Hola, Espe.
Me encanta esa historia de superación, de ir viendo el lado positivo, de seguir el viaje sin derrumbarse.
Felicidades, a mí me has emocionado.
Besazos y muchísima suerte, guap.
Ese es el mejor premio que me pueden dar. Mil gracias Towanda.
Besos y Mucha Suerte para tu historia.
Nunca dejes de soñar, porque de una u otra manera puedes llegar, nunca es tarde y cuando se de disfruta.
Hermoso mensaje de esperanza como tu nombre.
Un abrazo y suerte.
Ya dicen que lo importante es llegar, no lo que se tarde. Que a veces por intentar ir más rápido nos quedamos en el intento. Sueno a campaña de la DGT, pero a otros aspectos también se podrá aplicar.
Hay que disfrutar de las pequeñas cosas del trayecto.
Gracias Moli.
Abrazos.
Relato que nos muestra que siempre no se pueden conseguir los sueños que uno tiene y que la realidad puede ser muy diferente a lo que nos gustaría que fuera.
Buen relato.
Normalmente nuestros sueños se estrellan contra el muro de la Realidad. Hay que buscar una rendija para intentar colarlos de algún modo. si no todos, alguno aunque sea pequeñito.
Muchas Gracias Blanca.
Pues me parece un relato precioso Esperanza, tan bonito como lo que significa tu nombre…
Veo a ese niño triste y a ese adulto maduro que ha sabido hacerse una buena jarra de !imonada de los limones que le ha dado la vida.
Mucha suerte!
Sandra.
Y a mí que mi nombre nunca me gustó… cosas de la vida.
Qué bonito eso de la jarra de limonada que dices. Aunque los limones estén algo pochos algo se puede sacar de ellos siempre.
Gracias Pulga/Sandra.
Suerte para tí también.
¿Y por qué no? Esa es otra forma de rodar hacia la aventura, quizás la vida le privó de su bici pero ahora puede desquitarse y rodar hacia su libertad. Mucha suerte con este esperanzador relato, como tu nombre Esperanza.
Si es que los sueños infantiles son un poco imposibles. De mayores, de alguna manera, a veces logramos algo parecido a lo que entonces imaginábamos.
Muchas gracias Yashira.
No sé qué significa tu nombre, lo buscaré, pero da pie a imaginar una historia con aires orientales.
Saludos.
Esperanza, si vieras la felicidad de chavales de mi cole cuando tienen su primera silla eléctrica, verías cuan real es tu relato(perdón si ya lo conoces de primera mano).
Abrazos mios y de mis niños.
Pues no, no tenía ni idea. En mi entorno cercano no hay nadie ‘motorizado’.
Me das una gran alegría con lo de ‘real’. Creía haber exagerado demasiado.
Gracias Javier.
Un abrazo para tí y para todos tus chicos.
El deseo se desvanece y la realidad se impone, pero la superación y los sueños siempre son tablas de salvación. Muy bueno, Esperanza. Abrazos y feliz verano.
Hay que pensar en positivo. Muchas gracias Salvador.
Feliz verano y suerte para tí.
Tu relato me ha llevado a una historia real y cercana, así que no puedo dar una opinión subjetiva. Sólo te diré que me parece necesario y que gracias por el optimismo final. Besos y suerte.
Perdón, quería decir «opinión objetiva».
Gracias a tí Ana.
En mi entorno no hay historias de este tipo. ASí que la satisfacción es mayor. Que la historia salga de mi cabeza es un paso. Y si me hacéis esas comparaciones con la realidad ya es una alegría mayor.
Gracias y Mucha Suerte.
Bonito, triste y esperanzador al tiempo. Has conseguido un buen conjunto en tu micro, enhorabuena.
Mucha suerte.