57. SUEÑOS SIN DESTINO
Desde aquel marzo siempre vistieron igual, siempre la misma sonrisa en sus rostros, los mismos planes de futuro pero en trenes con distintos destinos, siempre la misma rutina, ella se relajaba sobre su hombro, el perdía la vista a través de la ventana y le contaba aquellos viajes a Europa que nunca pudieron realizar, le susurraba al oído como disfrutarían de sus nietos aquellos días que jamás llegarían. Desde aquel marzo, noche tras noche el estruendo de la barbarie lo despierta del mismo sueño y de una vida que le había cambiado para siempre. Ella murió con aquella sonrisa angelical sobre su hombro, él totalmente destrozado, logró escapar del amasijo de hierros en el cual se había convertido aquel tren por la ventana que tantas veces le sirvió de pizarra para imaginar su futuro.
Ahora intenta disfrutar los días con sus nietos, siempre recordándola y teme que llegue la noche porque sabe que volverá a montarse de nuevo en otro sueño sin destino.
Nicolás, el título de tu relato, para mí, tiene historia.
Suerte.
Manuela
Muchas gracias por pasarte y leer este nuevo relato, he estado un tiempo apartado de la escritura y de esta web por diversos motivos, pero ya estoy de vuelta.
Dura realidad la de este hombre. Está muy bien llevado y como ya te comentan, ese título lo dice todo. Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias por pasarte leer el relato y comentarlo. Me alegro que te haya gustado es mi regreso después de haber estado un tiempo alejado de la escritura. Muchos besos.